Los diez mandamientos. 1923. Cecil B. DeMille
_________________________________________________________________________________________________________________
Ficha técnica:
Título original: The Ten Comandments
País: Estados Unidos
Año: 1923
Duración: 136 minutos
Dirección: Cecil B.DeMille
Guión: Jeanie Macpherson
Música: Película muda
Dirección de Fotografía: Bert Glennon, J. Peverell Marley, Ray Rennahan, Archie Stout. Blanco y negro.
Dirección artística: Paul Iribe
Montaje: Anne Bauchens
Diseño de Vestuario: Clare West, Howard Greer
Productora: Cecil B. DeMille
Compañías. Productora: Paramount Pictures; distribuidora: Paramount Pictures
_________________________________________________________________________________________________________________
Intérpretes:
Theodore Roberts : Moisés,
Charles de Rochefort : Ramses
Estelle Taylor : Miriam , la hermana de Moisés,
Julia Faye : la mujer del faraón,
Pat Moore : el hijo del faraón,
James Neill : Aaron, hermano de Moisés,
Lawson Butt : Dathan,
...
_________________________________________________________________________________________________________________
Sinopsis:
Primera épica bíblica de la historia de Moisés dirigida por el propio Cecil B.DeMille, que narra la historia de Moisés, desde su infancia, cuando su madre lo abandonó en las aguas del río Nilo y salvado por la hija de Ramsés I, hasta la revelación de los Diez Mandamientos en el monte Sinaí.
_________________________________________________________________________________________________________________
Comentario:
Un adelanto, todavía de cine silente, de lo que será una de las grandes superproducciones de la Historia del cinematógrafo, en el que el director muestra ya su vocación por las representaciones de masas con gusto por el detalle, por colocar la cámara ante el esclavo que sufre el tormento, la joven que abraza un cervatillo, la madre que cuida de sus pequeños, la niña con una muñeca, el traslado de los pueblos semitas con enormes bártulos sobre cualquier medio de transporte, (entonces el camello), etc. Usa este recurso para transmitir el mensaje bíblico de que el hombre no forma parte de una colectividad, algo esencial tras la revolución rusa de 1917, sino que es un individuo con libre albedrío, aunque, eso sí, sometido a la estricta vigilancia del ojo de dios al que nada se le escapa, ni siquiera el pecado de pensamiento u omisión. La crueldad de Dios con el díscolo se manifiesta en castigos de gran dureza, como las siete plagas que diezmaron al pueblo egipcio o el hacer caer las aguas del Mar Rojo sobre su ejército, lo que suponía su extinción sin ninguna posibilidad de indulgencia.
_________________________________________________________________________________________________________________
Comentario:
Un adelanto, todavía de cine silente, de lo que será una de las grandes superproducciones de la Historia del cinematógrafo, en el que el director muestra ya su vocación por las representaciones de masas con gusto por el detalle, por colocar la cámara ante el esclavo que sufre el tormento, la joven que abraza un cervatillo, la madre que cuida de sus pequeños, la niña con una muñeca, el traslado de los pueblos semitas con enormes bártulos sobre cualquier medio de transporte, (entonces el camello), etc. Usa este recurso para transmitir el mensaje bíblico de que el hombre no forma parte de una colectividad, algo esencial tras la revolución rusa de 1917, sino que es un individuo con libre albedrío, aunque, eso sí, sometido a la estricta vigilancia del ojo de dios al que nada se le escapa, ni siquiera el pecado de pensamiento u omisión. La crueldad de Dios con el díscolo se manifiesta en castigos de gran dureza, como las siete plagas que diezmaron al pueblo egipcio o el hacer caer las aguas del Mar Rojo sobre su ejército, lo que suponía su extinción sin ninguna posibilidad de indulgencia.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Deja tu comentario aquí!