Memoria de mis putas tristes. Henning Carlsen






Ficha técnica:


Título original:
País: México-Dinamarca-España
Año: 2011
Duración: 97 minutos

Dirección: Henning Carlsen
Guión: Henneng Carlsen y Jean Claude Carrière,  basado en la novela de Gabriel García Marquez
Directora de Casting: Ana Medina
Director de Fotografía: Alejandro Martínez, a.m.c.
Música original: Javier Navarrete; supervisor musical: Herminio Gutiérrez
Edición:  Anders Refn
Decorador: Joaquín de la Riva

Diseño de Vestuario: Gilda Navarro
Diseño de maquillaje y peluquería: Lourdes Delgado y Sandra Miguelli

Productores: Enrique Fernández, Norbert Llarás, Raquel Guajardo, Leonardo Villareal, Vicente Aldape, Nina Crone, Henning Carlsen
Productora delegada: Raquel Guajardo
Diseño de Producción: Roberto Bonelli
Compañías.Memorias del sabio Producciones, EFICINE (Película realizada con el estímulo fiscal del artículo 226  de la  LISR y el Instituto Danés de Cinematografía), en co-producción con Crone Film, Dagmar Film, Zip Films


Intérpretes: 


Emilio Echevarria: El sabio
Ángela Molina: Rosa Cabarcas
Paola Medina: Delgadina
Jordi Rediu:
Luis Miguel Lombana:  Sabio de 44 años
Diego Zinker: sabio de 12 años
Olivia Molina: Casilda Argenta joven
Ángela Molina: Casilda Argenta mayor on
Evangelina Martínez: Damiana de 60 años
Evangelina Sosa Martínez: Damiana joven


Sinopsis:



"El Sabio", viejo y solterón columnista de un periódico provinciano, se ha pasado la vida pagando los servicios sexuales de las mujeres. La víspera de su 90º cumpleaños, decide celebrarlo a lo grande: una noche de locura amorosa con una joven virgen. Así, entabla relación con “Delgadina”, una prostituta que logrará que el anciano experimente por primera vez el amor.



Comentario:


Un film folclórico en la forma y casposo en la forma y en el fondo. Un viejo periodista con fama de gallito de corral que se ha quedado con la mayor parte de las gallinas, al menos en el imaginario popular, ya que en muchas más ocasiones, de las el rumor se hizo eco, no ejerció de auténtico machito que culmina con gloria su faena, y otras lo hizo de la forma más inconfesable y ofensiva posible para las mujeres. Pero la gran fantasía del director danés Henning Carlsen, nacido en 1927, fue la de procurarse una magna celebración: hacer el coito con una joven virgen y adolescente al cumplir noventa años ( o más); para ello contó con la colaboración necesaria de Méjico y España, países en los que se debió entender bien este despropósito en pleno siglo XXI.

El resultado es una película que pretende ser una translación fiel a la pantalla de un texto literario, de la forma más literaria posible, olvidando que son modos de representación diferentes, en la que vemos deambular de acá para allá a un anciano apasionado, que escribe cartas de amor manuscritas para el periódico local. contando, como una adolescente, sus más íntimos sentimientos y haciendo partícipe a una población que ya lo ha convertido en un mito sexual masculino, de sus desvaríos seniles. Pero Carlsen logra 'el más difícil todavía' : que la joven virgen se enamore del abuelo, merodee, oculta en la oscuridad, a su alrededor, y no por su dinero, desdeñando incluso unos pendientes de la madre de éste con unas enormes esmeraldas. Hay que decir que su progenitora, con un sentido práctico de la vida, había cambiado estas piedras preciosas, cuando su marido quiso comprar su amor con ellas, por dos grandes vidrios verdes. No se sabe si la pobre costurera/virgen había sido capaz de detectar el fraude, que el periodista/viejo desconocía.

Hombres y mujeres viejos, formas viejas, casas y pueblos viejos, polvorientos como Macondo o Barranquilla, donde se sitúa la acción y donde el hombre vive de los recuerdos del pasado; constantes flashbacks van informando al espectador de que el hombre fue joven, frecuentó los burdeles en los que su 'aparato' fue muy apreciado y ha quedado en la memoria de las féminas que todavía viven y regentan prostíbulos desde sus sillas de ruedas. Wikipedia, dejando de lado cualquier tentación sensiblera y romántica, describe la historia de esta manera: "Al igual que con María dos Prazeres en "Doce cuentos peregrinos", el protagonista, un hombre viejo, encuentra el amor en el final de su vida, cuando la única aventura que le quedaba era la muerte. Esta es la historia de una relación de amor y obsesión entre un anciano periodista y una niña de clase obrera, que vende su virginidad para ayudar a su familia."

Tras recordar las protestas de las ONGs por plantear un tema cercano a la pederastia, Jordi Costa (La Bella durmiente. Diario 'El País') no parece muy complacido con el resultado: " (...) la adaptación cinematográfica, no es una película precisamente sutil y quizá esté más en sintonía con los tiempos que la propuesta intemporal de García Márquez. Que Paola Medina Espinoza, la actriz que encarna a la adolescente virgen, aparente haber cumplido varias primaveras tras el margen de seguridad de la edad adulta tergiversa el sentido del original. No es menos discutible que Carrière haya convertido a quien, en la novela, era una figura casi inasible en una insistente merodeadora enamorada: así, la película se olvida de contar la construcción de una fantasía romántica privada –su posterior destrucción y una suerte de acuerdo final en forma de puntos suspensivos- para narrar una historia de amor que la estética algo folklorista del conjunto acaba acercando casi a los tonos de un culebrón desencajado ."

No es que nos escandalice un tema que está presente en la literatura desde que el hombre aprendió a escribir, (recordemos a Dante y Beatriz), sino que es una fantasía masculina muy manida, que llega a los libros y las pantallas cuando la mujer, que ha alcanzado altas cotas de independencia, está cada vez menos dispuesta a venderse por una alianza o un par de pendientes, o a comprar los favores de un efebo con obsequios con los que tantas veces se han doblegado las voluntades femeninas. Inevitablemente las nuevas circunstancias desdoran estas fantasías románticas privadas, como las llama Jordi Costa, en las que, tanto el rostro como el nombre de la infortunada jovencita quedan ocultos tras diferentes máscaras; una joven que no se entrega por pasión, como la protagonista de 'El último tango en París' de Bertolucci, sino para salvar la penosa situación de su depauperada familia de clase obrera. El protagonista, 'El Sabio',  si de joven había frecuentado  los burdeles, es a éstos a los que recurre de viejo para satisfacer sus deseos de jóvenes doncellas; la madame se encargará de conseguir este tributo entre los más desfavorecidos y entregárselo al King-Kong de turno, lo que no está exento de poesía. Y si no, que les pregunten a los amantes de la bestia, de la que también se enamora su víctima en la versión de Peter Jackson.


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