The East. Zal Batmanglij





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Ficha técnica:

Título original: The east
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 116 minutos

Dirección: Zal Batmanglij
Guión: Brit Marling, Zal Batmanglij
Casting: Ronna Kress, c.s.a.
Dirección de Fotografía: Roman Vasyanov
Música: Halli Cauthery y Harry Gregson Williams
Editores: Andrew Weisblum, a.c.e., Bill Pankow, a.c.e.
Coordinador especialistas: Bill Scharpf, Thomas Kevin Beard
Director artístico: Nikki Black
Decorador del set: Cynthia Slagter

Diseño de Vestuario: Jenny Gering
Jefe del Departamento de maquillaje: Kalaadem
Jefe del separtamento de peluquería: Giana Sparaccino

Productores: Ridley Scott, Michael Costigan, Jocelyn-Hayes Simpson, Brit Marling
Productor ejecutivo: Tony Scott
Diseño de producción: Alex DiGerlando
Compañías: Fox Searlicht Pictures, Scott Free Productions

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Intérpretes: 

Brit Marling: Sarah
Alexander Skarsgard: Benji
Ellen Page: Izzi
Toby Kebell: Doc
Shilo Fernandez: Luca
Aldis Hodge: Thumbs
Danielle MacDonald: Tess
Hillary Baak: Eve
Patricia Clarckson: Sharon
Jason Ritter: Jim
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Sinopsis:

Sarah Moss (Brit Marling), empleada brillante de una poderosa compañía, debe cumplir una misión: infiltrarse en un grupo anarquista de ecologistas radicales que están creando problemas a algunas empresas. Lo malo es que el jefe de la banda (Alexander Skarsgård) se enamora de ella.

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Críticas:

"Interiormente, The East nos está diciendo, como Syriana, Michael Clayton, The International o Margin call, que vivimos en un mundo gobernado no por Estados, Administraciones o agencias de inteligencia, sino por multinacionales, bancos y consejos de administración. Y, más allá, por empresas privadas de espionaje que trabajan para grandes corporaciones como verdaderas ramificaciones ejecutivas de un poder casi militar (...) Estamos ante una película, producida por los hermanos Ridley y Tony Scott (antes de la muerte de este), que parece abogar por un controlado terrorismo anticorporativista, pero que en realidad está apoyada económicamente y distribuida por una gran corporación: Fox. (Javier Ocaña. Diario 'El País)". Claro que nada es inocente, quien escribe lo hace desde el diario  español  más importante, posicionado con sus financiadores, como lo evidencia el propio título del artículos: "Terrorismo anticorporativo"; el film habla de terrorismo global de las empresas que contaminan la Tierra; dos puntos de vista contrapuestos.

Las ampollas que ha levantado la película se observan en los comentarios que se desprenden de ella, como el de Antonio Trashorras, que se refiere a ciertos sectores del público, representados por este film producido por los Hermanos Scott,  como 'perroflautas' y 'sundanceros': " Sorprende leer por ahí que el gran acierto de esta película, entretenida y bien confeccionada, sí, radica en su contenido, y en el modo en que una trama de suspense (efectiva, no cabe duda) es aliñada con especias ideológicas que se pretenden audaces e incluso provocadoras. Pero no hay que dejarse deslumbrar por el sello antisistema de un proyecto que, bajo la lupa, parece más bien la versión perroflauta y sundancera del thriller de infiltrados de toda la vida..."  No se entiende bien la diferencia entre los perroflautas y los infiltrados de toda la vida.

En Estados Unidos se ven las cosas de otra manera: "Te vas de 'The East' con hambre de saber más y con una buena idea de dónde buscar. Para Marling y Batmanglij eso cuenta como misión cumplida. Para el público resulta una película que importa, algo raro hoy en día (extracto de l artículo de Peter Travers de Rolling Stone en Filmaffinity)

Más curioso es este comentario de  Richard Brody en The New Yorker : "Este drama absurdo, superficial y tendencioso, dirigido sin distinción, desperdicia un reparto excelente con el fin de darse aires de autosuficiencia (This absurdly superficial and tendentious drama, directed with no distinction, wastes a superb cast in the interest of self-righteous attitudinizing).

Desde luego y, al parecer, no ha dejado indiferente a nadie.

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Comentario:

¿Dónde reside la causa del escándalo que ha producido el film de Zal Batmanglij? Muchas películas cuestionan las prácticas de las grandes compañías, nacionales o internacionales, que ponen en grave peligro la salud de la población mundial y el equilibrio ecológico medioambiental (El jardinero fiel de Fernando Meirelles, 2005, Michael Clayton de Tony Gilroy, 2007...) y no han hecho desgarrarse las vestiduras a algunos críticos y perder los papeles llamándo perroflautas a sus realizadores o denunciando la producción de Ridley y Tony Scott, bajo la poderosa égida de la Fox. Hay algo incuestionable desde los primeros minutos: la agente de la compañía encargada de evitar el desprestigio de las empresas contaminantes, tiene, desde el principio un perfil muy destacado: es una cristiana militante, que no está dispuesta a cruzar ciertas fronteras, aunque sea para salvar miles de vidas humanas.

La cuestión reside en que la empresa para la que trabaja, una compañía de seguridad privada al servicio de las grandes industrias, tampoco  debe poder infiltrar agentes en grupos, anaquistas o no, y tener bajo sus órdenes al FBI; en caso de suceder ésto, si estaríamos ante una denuncia seria, que retrotrae a la sociedad a la edad media, cuando los señores disponían de sus propios ejércitos para enfrentarse al rey. Sarah, al servicio de empresas que actúan al margen de la ley, cuando hacen vertidos criminales o venden productos farmacéuticos que matan a la gente, pero les producen pingües beneficios, asciende en su escala profesional cuando se infiltra en un grupo de activistas anticorporativo, The East. Una de las cuestiones que más la inquietan y la animan personalmente contra estos grupos de resistencia es su arrogancia moral, sin percatarse de que ella no es todavía lo suficientemente blanda como para entender a los afectados por las malas prácticas empresariales. A medida que va conociendo a algunas víctimas, unas personalmente y otras por referencias de archivo, que han muerto jóvenes y de la forma más cruel, a causa de tumores, destrucción de la masa encefálica..., va evolucionando ideológicamente hacia las posiciones de los revolucionarios, e incluso se enamora del jefe, pero sus creencias religiosas le impiden utilizar los mismos métodos. Se separa del grupo, pero hace caer muchas de estas empresas .¿Cómo? Eso no importa, pero no hubiera estado de más hacerlo explícito. En caso contrario el resultado es como mínimo dudoso, pero no tanto como para no enfadar a ciertos sectores económicos y sus voceros.


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