Alabama Monroe.Felix Van Groeningen
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Ficha Técnica:
Título original: The broken circle breakdowun
País: Bélgica
Año: 2012
Duración: 112 minutos
Dirección: Felix Van Groeninger
Guión: Carl Joos y Felix Van Kroeninger, basado en el libro "The broken circle Breakdown Feat. The cover.ups of Alabama." de Johan Heldenbergh
Casting:Anke Blondé
Dirección de Fotografía:Ruben Impes
Música: Bjorn Eriksson
Montaje: Nico Leunen
Decorados: Kurt Rigolle
Escena: Carl Joos y Felix Van Vandermeersch LaPerla
Diseño de sonido: Michel Schöpping
Diseño de Vestuariio: Ann Lauwerys
Maquillaje y peluquería: Diana Dreesen
Diseño de tatuajes:Emy
Productor: Dirk Impens
Productores asociados: Rudy Verzyck y Albert Gautot
Diseño de producción: Johan Van Den Driessche
Compañías: Menuet & Topkapi Films, Belgian Film, made in Flanders,VAF, Vlaams Audiovisueels Fonds, Nederlands Filmfonds, Eurimages; distrtibución, Lumiere VTM Belgacom
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Intérpretes:
Johan Hendelberg: Didier/Monroe
Veerle Baetens:Elise/Alabama
Nell Cattrysse:Meybelle
Geert Van Rampelberg:William
Nils deCaster:Jock
Robby Cleiren: Jimmy
Bert Huysentruyt: Jef
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Premios:
2013: Oscars: Nominada a mejor película de habla no inglesa
2013: Festival de Tribeca: Mejor guión y Mejor actriz (Baetens)
2013: Premios del Cine Europeo: Mejor actriz (Veerie Baetens). 5 nominaciones
2013: Satellite Awards: Nominada a mejor película extranjera
2013: Premio Lux de Cine del Parlamento Europeo
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Sinopsis:
Una historia de amor entre Didier y Elise. Ella tiene una tienda de tatuajes, él toca el banjo en una banda de bluegrass. Ambos comparten su entusiasmo por la música y la cultura folk. Él es ateo y un ingenuo romántico, ella religiosa; él es idealista, ella pragmática. A pesar de sus diferencias son felices, hasta que su pequeña Maybelle, fruto de su amor, enferma a los seis años.
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Críticas y Comentario:
"Alabama Monroe, cuarto largometraje de Felix Van Groeningen, responde a la perfección a ese perfil, mediante su habilidad para vestir de supuesta sofisticación —una estructura narrativa discontinua, pero descifrable; una banda sonora bluegrass que parece reclamar a gritos una inmediata inyección vía iPod— su calculado simulacro de profundización en grandes temas: el amor, el desamor, la vida, la muerte (infantil), la fe, el silencio de Dios y todo lo demás, junto a un generoso suministro de barbas y pieles tatuadas." (Jordi Costa. 'Bluegrass' para corazones tatuados.Diario 'El País').
El film de Felix Van Groeningen se estructura en torno a un hecho trágico, la muerte de la hija de una pareja formada por Didier y Elise, más tarde Alabama y Monroe, unidos en torno al bluegrass o hillbily, música folclórica norteamericana, hoy clasificada como country, que van analizando sus sentimientos y los hitos más importantes de su vida en común, su enamoramiento, el embarazo, el disfrute de su hija cuando la niña estaba viva, recurriendo a todos los recursos lingüísticos a su disposición: flashbachs, flashforwards, texturas, filtrados, cambios de puntos de vista, desdoblamientos de los personajes con función metafórica...
Didier/Monroe acabará defendiendo el derecho a la vida como él lo entiende, rindiendo cuentas a los semejantes a los que ha podido hacer daño sin querer o deliberadamente y no a un dios lejano que creó a los hombres para que le rindieran pleitesía, y atacando a los feligreses de las diferentes iglesias que defienden los derechos de los no natos, pero que le han negado la posibilidad de curación a su niña poniendo palos en las ruedas de la investigación sobre células-madre y su aplicación a la curación del cáncer, Las imágenes de Bush en la TV haciendo campaña contra dichas investigaciones conectan la ficción con la realidad, aunque los discursos salidos de madre y pronunciados por un hombre que no ha manifestado sus ideas hasta ese momento llegan a producir una cierta comicidad.
Lo que si recoge bien la película son los estragos que producen en las mentes de los consumidores las campañas negativas, la mayor parte de las ocasiones interesadas, que primero te venden el tabaco,el alcohol, las drogas los tatuajes y los piercings, ya sea con una publicidad directa o captando a sus clientes por medio de sus mitos y sus ídolos, y una vez enganchados los machacan con la generación de una mala conciencia y la creación de la necesidad de nuevos antídotos o nuevas necesidades. Tras la muerte de la niña, Didier y Elise (Alabama/Monroe) comienzan a responsabilizarse, directa o indirectamente de la enfermedad de su hija, echando la culpa al consumo de estos productos, los tatuajes y cualquier otro pecado, incluido el genético que predispone a los individuos a padecer ciertas enfermedades y que cada uno de ellos evoca en su particular recuerdo del pasado, desde que se conocieron, se enamoraron y sufrieron juntos; cada cual a su manera lamenta la desgracia que les tocó en suerte y que intenta captar el realizador belga con su cámara, poniéndola al servicio del subconsciente de los amantes que habían elegido vivir en pareja haciendo uso del derecho a ejercer su libertad sin someterse a las normas de la iglesia, aunque la mujer prefiere pensar que hay un lugar en el que podrá reunirse de nuevo con su hija.
Groeningen tenía materia para haber hecho un buen film sobre los diferentes modelos de convivencia humana a los que la sociedad patriarcal, la única que representa los valores más sólidos de respeto y convivencia para quienes desconocen el concepto de tolerancia, y contraponer, sin enredarse en un discurso sigzagueante, las diferentes formas de defender la vida de unos y otros. Existe un debate científico sobre cuando comienza la vida, pero no hay duda de que un ser humano tras su alumbramiento es un ser vivo, al que se abandona a su suerte y se le deja morir de múltiples maneras; Didier cree que a su hija la ha matado la dificultad de acceder a los últimos avances de la ciencia.
El film de Felix Van Groeningen se estructura en torno a un hecho trágico, la muerte de la hija de una pareja formada por Didier y Elise, más tarde Alabama y Monroe, unidos en torno al bluegrass o hillbily, música folclórica norteamericana, hoy clasificada como country, que van analizando sus sentimientos y los hitos más importantes de su vida en común, su enamoramiento, el embarazo, el disfrute de su hija cuando la niña estaba viva, recurriendo a todos los recursos lingüísticos a su disposición: flashbachs, flashforwards, texturas, filtrados, cambios de puntos de vista, desdoblamientos de los personajes con función metafórica...
Didier/Monroe acabará defendiendo el derecho a la vida como él lo entiende, rindiendo cuentas a los semejantes a los que ha podido hacer daño sin querer o deliberadamente y no a un dios lejano que creó a los hombres para que le rindieran pleitesía, y atacando a los feligreses de las diferentes iglesias que defienden los derechos de los no natos, pero que le han negado la posibilidad de curación a su niña poniendo palos en las ruedas de la investigación sobre células-madre y su aplicación a la curación del cáncer, Las imágenes de Bush en la TV haciendo campaña contra dichas investigaciones conectan la ficción con la realidad, aunque los discursos salidos de madre y pronunciados por un hombre que no ha manifestado sus ideas hasta ese momento llegan a producir una cierta comicidad.
Lo que si recoge bien la película son los estragos que producen en las mentes de los consumidores las campañas negativas, la mayor parte de las ocasiones interesadas, que primero te venden el tabaco,el alcohol, las drogas los tatuajes y los piercings, ya sea con una publicidad directa o captando a sus clientes por medio de sus mitos y sus ídolos, y una vez enganchados los machacan con la generación de una mala conciencia y la creación de la necesidad de nuevos antídotos o nuevas necesidades. Tras la muerte de la niña, Didier y Elise (Alabama/Monroe) comienzan a responsabilizarse, directa o indirectamente de la enfermedad de su hija, echando la culpa al consumo de estos productos, los tatuajes y cualquier otro pecado, incluido el genético que predispone a los individuos a padecer ciertas enfermedades y que cada uno de ellos evoca en su particular recuerdo del pasado, desde que se conocieron, se enamoraron y sufrieron juntos; cada cual a su manera lamenta la desgracia que les tocó en suerte y que intenta captar el realizador belga con su cámara, poniéndola al servicio del subconsciente de los amantes que habían elegido vivir en pareja haciendo uso del derecho a ejercer su libertad sin someterse a las normas de la iglesia, aunque la mujer prefiere pensar que hay un lugar en el que podrá reunirse de nuevo con su hija.
Groeningen tenía materia para haber hecho un buen film sobre los diferentes modelos de convivencia humana a los que la sociedad patriarcal, la única que representa los valores más sólidos de respeto y convivencia para quienes desconocen el concepto de tolerancia, y contraponer, sin enredarse en un discurso sigzagueante, las diferentes formas de defender la vida de unos y otros. Existe un debate científico sobre cuando comienza la vida, pero no hay duda de que un ser humano tras su alumbramiento es un ser vivo, al que se abandona a su suerte y se le deja morir de múltiples maneras; Didier cree que a su hija la ha matado la dificultad de acceder a los últimos avances de la ciencia.
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