Amor en su punto. Crítica de Mar Antonino de la Cámara.

AMOR EN SU PUNTO. Teresa de Pelegrí y Dominic Harari

¿Una película culinaria más o no? He aquí la cuestión. El sentido al que apunta la película parece sugerir que esta vez vamos a encontrar una producción que se desmarque de los tópicos que afectan a la comedia romántica. Si bien es cierto que hay despuntes de originalidad e ingenio, no son estos ni lo suficiente significativos ni tan constantes como para poder entender la película en estos términos. Además, los atisbos de inteligencia quedan mermados por la inclusión de una banda sonora prefabricada cuya función parece ser la de ayudar al espectador a identificar las emociones que cada escena pretende transmitir.

Bibiana (Leonor Watling) es presentada como una mujer alocada que mantiene la clásica relación tormentosa de la que parece incapaz de prescindir (afortunadamente, este perfil es suavizado por la interpretación de Leonor Watling, que consigue alejarlo de la excentricidad y lo normaliza). Sin previo aviso, Bibiana se convierte en una mujer centrada y sana. Otro tanto ocurre con su pareja, que pasa de estar perdidamente enamorado de ella a actuar de forma incongruente sin justificación plausible. No hay evolución, ni claves que expliquen tal cambio de comportamiento, lo que parece indicar que los guionistas no lo tienen muy claro. 

Por otro lado, no se hace visible cuál es el tema central de la película: ¿son los celos? ¿la infidelidad? ¿la monotonía en una relación? ¿las dificultades de pareja? ¿una gran historia de amor? La opción por la que se apuesta consiste en integrar todas las temáticas en torno al amor y agitarlas bien, dando la sensación de una mezcla heterogénea. No es más sabroso, solo más confuso. El conflicto sugerido por el desajuste entre la implicación política de ella y la superficialidad de él es un ejemplo de un planteamiento que, pudiendo ser interesante, no está bien recogido ni queda resuelto.

En conclusión, puede que no sea una película culinaria más, pero en tanto que intenta alejarse de los patrones que marcan este subgénero, demuestra su incompetencia para hacerse cargo de las buenas ideas que podrían haber hecho de ella una obra satisfactoria.

Mar Antonino de la Cámara.