Especie mortal III. Brad Turner
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Ficha técnica:
Título original: Species III
País: Estados Unidos
Año: 2004
Duración: 111 minutos
Dirección: Brad Turner
Guión: Ben Ripley, basado en los personajes creados por Dennis Feldman
Casting: Paul Weber, c.s.a., Zora DeHorter, c.s.a.
Dirección de Fotografía: Christian Sebaldt
Música: Elia Cmiral
Edición: James Coblenz
Productor : David Wiggins
Productor ejecutivo: Frank Mancuso, Jr.
Diseño de producción: Cameron Birnie
Compañías. Productora: Metro Goldwyn Mayer
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Intérpretes:
Robin Dunne
Robert Knepper
Amelia Cooker
J.P.Pitoc
Michael Warren
Christopher Neame
Patricia Bethune
James Leo Ryan
Savanna Fields
Natasha Henstridge
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Sinopsis:
La nueva protagonista de esta historia de alienígenas es Sara (Sunny Mabrey), hija de Eve (Natasha Henstridge), la alienígena original, en un contexto en el que los humanos han logrado una ligera ventaja sobre los híbridos humano-alienígenas; al nacer, Sara se convierte en el ente alienígena de genes más perfectos que haya existido nunca, que, cuando crece, se convierte en una mujer muy hermosa que intenta reproducirse y poblar la tierra con los de su clase, y demuestra un insaciable apetito por aparearse. Un grupo militar de élite tiene como objetivo intenta poner fin a la guerra entre las dos especies de forma definitiva. "Species III" se lanzó directamente al mercado de video y DVD.
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Comentario:
Es doloroso decir de una película que es un auténtico bodrio, y ésta lo es. Ni tan siquiera la presencia de mujeres bellísimas, alienígenas asesinas altamente depredadoras, que seducen a sus víctimas fáciles, consigue entretener al espectador más paciente y mejor intencionado. Bichos muy parecidos a otros que ya hemos visto antes, provistos de lenguas asesinas que perforan a los humanos libidinosos, unas bestias que no aprecian ni a quienes los cuidan.
Estas especies entran en la vida de los universitarios a través de las pantallas de su ordenador, y les hacen exámenes sobre materias científicas antes de entrar en contacto con ellos; usan tecnología muy avanzada y exhiben un look de prostíbulo: sexo/ciencia/seducción son el cebo para humanos incautos. Las féminas de la nueva raza de alienígenas se desnuda sin pudor, mientras los machos son infinitamente más feos y asquerosos y violan sin contemplación a las hembras, estableciendo en este aspecto una competencia desleal con los humanos para embarazarlas y crear una raza superior en un laboratorio, una especie más pura con el objetivo de que el científico de turno sea recompensado con un premio Nobel. Mala, soporifera, carente de interés y peligrosa.
El género de ciencia-ficción es el más idóneo para construir distopías y debatir, sin demagogias, desde el enfrentamiento entre el conocimiento científico y la religión, la dominación de unos hombres por otros, las catástrofes derivadas por el agotamiento de la Tierra, o la división en bloques ideológicos de los estados que ha creado el hombre para garantizar su supervivencia, y ha dejado un legado importante de obras maestras, entre las que abundan títulos importantes, 'Ultimatum a la Tierra', 'La Guerra de los mundos', 'Prometeus' y tantas otras, en las que se han medido las fuerzas los mejores realizadores del siglo XX y comienzo del XXI. Y, sí, se puede esperar mucho de un film de ciencia-ficción, el problema es que Brad Turner no sólo realiza un producto visualmente cutre, fiando exclusivamente en la atracción que ejercerán sobre el público unas cuantas mujeres guapas que se desnudan con facilidad, sino que el background, el subtexto de su film es preferible casi no planteárselo. Una serie de científicos buscan una raza pura, perfecta, superando el mestizaje entre humanos y alienígenas y las diferencias entre ambas especies. Incluso crean una pareja al especimen perfecto, aunque, para evitar la destrucción del mundo, nos aclaran de que han hecho al macho estéril. ¿Entónces? ¿Se han arrepentido de su discurso finalmente?
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Comentario:
Es doloroso decir de una película que es un auténtico bodrio, y ésta lo es. Ni tan siquiera la presencia de mujeres bellísimas, alienígenas asesinas altamente depredadoras, que seducen a sus víctimas fáciles, consigue entretener al espectador más paciente y mejor intencionado. Bichos muy parecidos a otros que ya hemos visto antes, provistos de lenguas asesinas que perforan a los humanos libidinosos, unas bestias que no aprecian ni a quienes los cuidan.
Estas especies entran en la vida de los universitarios a través de las pantallas de su ordenador, y les hacen exámenes sobre materias científicas antes de entrar en contacto con ellos; usan tecnología muy avanzada y exhiben un look de prostíbulo: sexo/ciencia/seducción son el cebo para humanos incautos. Las féminas de la nueva raza de alienígenas se desnuda sin pudor, mientras los machos son infinitamente más feos y asquerosos y violan sin contemplación a las hembras, estableciendo en este aspecto una competencia desleal con los humanos para embarazarlas y crear una raza superior en un laboratorio, una especie más pura con el objetivo de que el científico de turno sea recompensado con un premio Nobel. Mala, soporifera, carente de interés y peligrosa.
El género de ciencia-ficción es el más idóneo para construir distopías y debatir, sin demagogias, desde el enfrentamiento entre el conocimiento científico y la religión, la dominación de unos hombres por otros, las catástrofes derivadas por el agotamiento de la Tierra, o la división en bloques ideológicos de los estados que ha creado el hombre para garantizar su supervivencia, y ha dejado un legado importante de obras maestras, entre las que abundan títulos importantes, 'Ultimatum a la Tierra', 'La Guerra de los mundos', 'Prometeus' y tantas otras, en las que se han medido las fuerzas los mejores realizadores del siglo XX y comienzo del XXI. Y, sí, se puede esperar mucho de un film de ciencia-ficción, el problema es que Brad Turner no sólo realiza un producto visualmente cutre, fiando exclusivamente en la atracción que ejercerán sobre el público unas cuantas mujeres guapas que se desnudan con facilidad, sino que el background, el subtexto de su film es preferible casi no planteárselo. Una serie de científicos buscan una raza pura, perfecta, superando el mestizaje entre humanos y alienígenas y las diferencias entre ambas especies. Incluso crean una pareja al especimen perfecto, aunque, para evitar la destrucción del mundo, nos aclaran de que han hecho al macho estéril. ¿Entónces? ¿Se han arrepentido de su discurso finalmente?
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