La prima cossa bella.Paolo Virzi









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Ficha técnica:

Título original: La Prima Cosa Bella
País: Italia
Año: 2010
Duraciçon:  116 minutos

Director: Paolo Virzì
Guión: Francesco Piccolo, Francesco Bruni, Paolo Virzì
Casting y Ayudante del director: Elisabetta Boni, Dario Ceruti y Lorenzo Grasso
Organización general: Ferdinando Bonifazi
Música: Carlo Virzì; La prima cosa bella, Di Bari/Mogol Reverberi, interpretada por Nicola Di Bari
Fotografía: Nicola Pecorini
Montaje: Simone Manetti
Sonido: Mario Iaquone
Puesta en escena: Tonino Zera, a.s.c.

Diseño de Vestuario: Gabriella Pescucci, a.s.c.; Tirell; sastrería Cineteatrale Nori Enzo, Signorine Grendi Firme, Jewel House
Calcado: Pompei 2000
Peluquería: Rocchetti y Rochetti

Productores: Fabrizio Donuito, Marco Cohen, Benedetto Habib, Gabriele Muccino
Productora/Distribuidora: Medusa Film/Mediaset Group, Indiana Production Company, Motorino Amaranto (por Medusa Film), Regione Toscana

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Intérpretes:

Valerio Mastandrea : Bruno
Michaela Ramazzotti: Anna joven
Stefania Sandrelli: Anna madura
Claudia Pandolfi: Valeria
Marco Messeri: Nesi
Fabrizia Sacchi: Sandra
Aurora Frasca: Valeria Michelucci, niña
Giacomo Bibbiani: Bruno Michelucci, niño
Giulia Burgalassi: Valeria Michelucci, 1981
Francesco Rapalino: Bruno Michelucci, 1981
Sergio Albelli: Mario Michelucci
Isabella Cecchi: Zea Leda Nigiotti
Stefania Sandrelli: Roberto Lenzi
Valerio Mastandrea: ,
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Premios:

David de Donatello
Nominaciones: César, Premios de Cine Europeo

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Sinopsis:

El film de Paolo Virzi, seleccionado por Italia para competir en los Premios Oscar de 2011, representa a ese tipo de ciudadano cada vez más usual que comienza a sentirse ciudadano de ninguna parte y que se avergüenza de sus raíces paternofiliales. Bruno, cuya madre, Anna, fue elegida como la mamá más bella de Livorno, carga con este bochorno. Abandonada por su marido, debió pasar de hombre a hombre para mantener a sus hijos. Obligado a volver a su tierra natal, porque la mamma está muriendo víctima de un cáncer, descubre que ni la enfermedad ha acabado con su alegría, evidenciándose esa tensión virziana entre el amor y la venganza que sólo puede derivar en conformidad. Viene impresa en los genes italianos, un país en el que 'Il Cavaliere' ( otro padre vergonzante) puede ser juzgado por pederastia y seguir siendo Primer Ministro. (Gerard Alonso Cassadó. Cahiers du Cinema. Mayo 2011)

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Comentario:

La secuencia preliminar, que integra los títulos de crédito, es una flashback que retrotrae la historia a 1971, un año crucial en la vida  de una familia, que la marcará gravemente y en la que intervendrán otros actores representantes de la sociedad italiana del momento, dominada por la idiosincrasia del sistema de dominación patriarcal;  Anna, madre de dos hijos, Bruno y Valeria, es elegida  Miss Pancaldi en la ciudad  costera  y obrera de Livorno, un certamen espontáneo sin candidatas, hecho que provoca la vergüenza del hijo, los celos del marido y la destrucción definitiva de la familia. La imagen de la joven madre con su banda, su ramo deflores y las lágrimas deslizándose silenciosas por sus mejillas la convierte en la máxima representante, no de la belleza, sino de la sumisión de la mujer al marido en el mundo arcaico que le ha tocado vivir. Una mujer guapa, formada únicamente para ser madre y esposa, sólo tiene un camino para garantizar su supervivencia y la de sus hijos. Y lo sigue, sin que jamas anide en su interior ni el sentimiento de culpa ni el de  la vergüenza, y finalmente muera como merece: feliz. Cada vez que la adversidad se cierne sobre ella y sus hijos, ls tres cantan a capella 'La prima cosa bella' de Nicola Di Bari..

Los hombres, a pesar del tiempo  transcurrido, que ha cambiado muchas cosas, entre ellas, el establecimiento de relaciones sexuales libremente decididas y la convivencia de varios tipos de pareja (ad usum, matrimonios, parejas de hecho...) y en los que el abandono del hogar no es un delito, ni se habla de adulterio, soportan mal el recuerdo del pasado de una madre que los sacó adelante como pudo y supo. Pero una se queda muy preocupada cuando, en pleno siglo XXI hay quien pueda pensar lo mismo, como Sergio F.Pinilla (Cinemanía) quien afirma: que : "En torno al cine italiano, la película refrenda la opinión de los que evocan cualquier tiempo pretérito como mejor; los menos cinéfilos (o nostálgicos) se encontrarán con un legítimo divertimento de cara a la temporada estival." Claro que cuando se hacen estos análisis se atiende a la forma, separándola radicalmente del discurso ,-algo imposible por cierto-,  lo que hace que algunos sientan la comedia en el grito, en el gesto en el torbellino de una  mujer (más mobile que ninguna), aunque llore o grite porque le está haciendo daño, tirándola por las escaleras, separándola de sus hijos o arrojándola de un coche hasta dar a parar con sus huesos en el suelo, humillada una vez más ante sus vástagos. Pero la heroina de Virzi no llora nunca, se rehace y canta con sus hijos la canción de amor de Nicola Di Bari que da nombre a la película  y  que para el trío, inerme y abandonado a su propio destino,  tiene el mismo valor sentimental que Rosebud para Kane. Esta claro que nuestra sociedad ha perdido la inocencia.

Nando Salvá lanza una mirada mucho más inteligente en 'El Periódico ('La prima cosa bella'. Sensible pero no sensiblera): "Aun­que, a pri­me­ra vis­ta, es­te re­la­to so­bre cua­tro dé­ca­das en la vi­da de una fa­mi­lia no ofre­ce na­da que no ha­ya­mos vis­to an­tes en el ci­ne ita­lia­no, la gran ba­za del di­rec­tor Pa­o­lo Vir­zi está en su de­ci­sión de cen­trar­se en las ten­sio­nes sub­terrá­ne­as, eró­ti­cas y de otro ti­po, que su­ce­den en­tre una ma­dre, An­na, que de­ci­de to­mar los man­dos de su pro­pio des­ti­no en bue­na me­di­da sa­can­do par­ti­do de su cuer­po, y un hi­jo edí­pi­co, Bru­no, for­za­do a ser na­da más que un tes­ti­go." Análisis certero que sitúa a los hombres en la diana y que evidencia el gran avance que han experimentado las mujeres en este amplio espacio de tiempo transcurrido entre 1971 y la actualidad. Paolo Virzi deja muchos flecos sueltos, muchos asuntos sin explicitar en relación con Valeria, que sobresale por encima de su medio como una mujer tan libre e independiente como su madre, que ha gozado de muchas más oportunidades. Las de la generación de las mujer que le dio la vida, como su tía carnal, serán una pieza fundamental de la sociedad patriarcal para impedir la felicidad de Anna, pero sobre todo la de su marido, del que la separaron siendo inocente,  aunque ambos nunca dejaron de quererse.

Lo mejor del film de Paolo Virzi es que nos cuenta esta historia sin histrionismos ni innecesarios explicaciones apoyadas en voces en off visual, sino deja que sean las imágenes las que vayan narrando la historia y presentando y dando forma a los personajes, mostrando sus decepciones y su forma de afrontarlas, sin perder la dignidad ni la alegría, en el caso de las mujeres; los hombres deberán enfrentarse a su dependencia de una mamma con unas virtudes muy particulares, a la vergüenza de ver a su progenitora salirse de los moldes y a aceptar la nueva realidad en sus compañeras. A pesar de ello, el sentimiento de solidaridad que surgió entre los tres desahuciados se impondrá a cualquier otro prejuicio ajeno al amor que anida entre ellos, círculo en el que, al menos sentimentalmente, Bruno abre a su padre, una víctima más de una sociedad opresora.

Para otros la nostalgia reside en la evocación de las curvas de Sophia Loren, Gina Lollobrigida y otras madonnas de la comedia italiana de tiempos de Fellini, de gesto ostentoso, elevado tono de voz, respuesta airada y en resumen gran sensualidad. Lo que ocurre es que Michaela Ramazotti no grita, le gritan, no empuja, la empujan, no tira a nadie de su casa, la echan a ella y finalmente la separan de sus hijos. Sin embarego, no pueden con ella. A José Arce (crítico de La Butaca.net) no le parece que haya nada que rascar en un :" Aburrido homenaje a las comedias dramáticas italianas de los años 70. Una historia basada en la celebración de una vida que no parece demasiado interesante, con unos resultados agotadores a lo largo de sus dos horas de duración." En la misma publicación Julio Rodriguez manifiesta una sensibilidad diferente: “La prima cosa bella” se levanta sobre la ironía y sensibilidad en el guión y la frescura y ligereza en la interpretación, para acabar construyendo con buenos actores una equilibrada historia familiar de desgracia y sentimiento."

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