Madre e Hijo. Calin Peter Netzer





Ficha técnica:


Título original:
País: Rumanía
Año: 2013
Duración: 112 minutos
Género: drama.

Dirección: Calin Peter Netzer
Guión: Razvan Radulescu y Calin Peter Netzer
Dirección de Fotografía: Andrei Butica
Música: Varios
Montaje: Dana Lucretia

Diseño de Vestuario: Irina Marinescu

Producción: Ada Solomon y Calin Peter Netzer
Diseño de producción: Malina Ionescu
Compañías. Distribución: Studio Canal, Golem Distribución

Intérpretes:


Luminita Gheorghiu :Cornelia,
Bogdan Dumitrache :Barbu,
Ilinca Goia :Carmen,
Natasa Raab :Olga,
Florin Zamfirescu : Aurelian,
Vlad Ivanov :Dinu.


Sinopsis:


Cornelia tiene 60 años y se siente infeliz desde que su hijo Barbu, 34 años, ha decidido ser independiente a toda costa. Se ha mudado a un apartamento, tiene coche propio, una novia que no le merece, según Cornelia, y peor que todo lo anterior, evita a su cariñosa madre siempre que es posible. Cuando esta se entera de que su adorado Barbu está involucrado en un trágico accidente, usará todas sus habilidades, contactos y dinero para impedir que su hijo vaya a la cárcel. A cambio, está convencida de que volverá al redil y será el niño dependiente de antes. No parece una tarea imposible, dada lo conmoción por la que Barbu aparenta pasar. Pero ¿dónde está la delgada frontera que separa el amor materno de la manipulación egocéntrica? ¿Podrá Cornelia cortar el cordón umbilical y liberarle?



Críticas y comentario:


Isabel Paredes Badía pone el acento en la actitud estética del cineasta rumano, que se distancia de su público y realiza una puesta en escena dominada por la frialdad: "Todo resulta algo frío.",dice, "Pero es un hermetismo emocional premeditado en busca de que la lejanía entre el espectador y lo que está viendo permita, precisamente, una mayor cercanía a la historia". Recurso muy valorado por ciertos sectores críticos, que permite un acercamiento objetivo a la situación que se pretende recrear: la Rumanía postcomunista. 

Poco conocemos de los países situados al otro lado del telón de acero, y lo poco que sabemos está muy contaminado por la propaganda; las actitudes de algunos líderes políticos, procedentes de este lado de las barricadas, como Angela Merkel, pueden mostrar la idiosincrasia y la mentalidad que se generó durante años de comunismo fallido. Malogrado, porque, tras la caída de estos sistemas, se vuelve a hablar de familias humildes, nuevos ricos, importancia del dinero, etc., como si todo hubiese sido una pesadilla, cuya única consecuencia hubiera consistido en el cambio del bolsillo al que van a para los dineros. No está suficientemente documentado de dónde sale esta nueva burguesía que encarna los nuevos valores, aunque los pobres rumanos de solemnidad que se extienden por Europa, son, con toda probabilidad los pobres de siempre. 

El ejemplo de la premier de Alemania puede ser significativo: hija de un pastor protestante, miembros de las Juventudes Alemanas Comunistas y Doctor en Física por la Universidad de Leipzig; perfil pequeño-burgués que triunfa, triunfaba y triunfará en cualquier sistema socio-político y económico: ni lo suficientemente rica, ni lo suficientemente pobre como para desinteresarse por su formación como instrumento de poder. Calin Peter Netzer añade, al análisis de esta nueva clase del dinero, la relación sentimental entre una madre y su hijo, dominante ella, sin identidad, sin capacidad de decisión, errático, él. Los miedos de la sociedad se incrustan, como no podía ser de otra manera, en las células familiares con efectos negativos, que empeoran si, además, los personajes están dotados de la altanería y altivez que adorna a aquellos que poseen un instrumento de dominio con el que doblegar las voluntades, como el dinero. 

En la entradilla de su artícula Isabel Paredes sintetiza todo esto: "La Rumanía postcomunista y los nuevos ricos son el contexto y los protagonistas de la última propuesta de Calin Peter Netzer, 'La postura del hijo, Oso de Oro en el Festival de Berlín. Magnífica película que, a partir de una tortuosa y enfermiza relación maternaofilial, despliega una desgarradora visión de la nueva Europa del Este mediante un espléndido guión y unas excelentes interpretaciones." Carlos Boyero prefiere centrarse en la relación entre la madre y el hijo, en un artículo para el Diario 'El País', con un título muy significativo que demuestra su actitud ante el film "El triunfo de la verborrea de dos viejos conocidos.", en el que, tras dar la opinión que le merecen los Festivales de Cine, sentencia que este drama maternofilial está aceptablemente descrito. Tras sumarse a la opinión generalizada de 'que no hay película rumana mala', y poner en valor "la fría disección de los temores, recriminaciones y amarguras de una familia (cualquiera de todas las posibles)"Luis Martínez del diario 'El Mundo', termina reconociendo que "la cámara se maneja como un bisturí y el objetivo se ofrece, más que como testigo, como herida (...) Parece metáfora, pero todavía nos estamos quitando las manchas de odio, de ternura, de miedo.


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