Otra Tierra. Mike Cahill



Ficha técnica:


Título original: Another earth
País: Estados Unidos
Año: 2011
Duración:  92 minutos

Dirección: Mike Cahill
Asistente de dirección: Liang Cai
Guión: Mike Cahill, Britt Marling
Casting: James Calleri, C.S.A., Paul Davis, C.S.A.
Dirección de Fotografía:: Mike Cahill
Música: Fall on Your Sword
Montaje: Mike Cahill
Diseño de sonido: Ryan M. Price
Director artístico: Brian Rzepka, Aileen Diana

Diseño de Vetuario: Aileen Diana

Productor: Hunter Gray, Mike Cahill, Brit Marling, Nicholas Shumaker
Productores ejecutivos: Tyler Brodie, Paul Mezey
Productor asociado: Phaedon Papdopoulos
Diseño   Pde roducción: Darsi Monaco
Compañías: Fox Searlight, Artists Public Domain Production


Intérpretes:


Brit Marling: Rhoda Williams
William Mapother: John Burroughs
Matthew-Lee Erlbach: Alex
Jordan Baker: Kim Williams
Flint Beverage: Robert Williams
Robin Taylor: Jeff Williams
Kumar Pallana: Purdeep


Sinopsis:



Rhoda Williams, una brillante joven que acaba de ser aceptada en un programa de astrofísica del MIT, aspira a explorar el universo. John Burroughs, un compositor que acaba de alcanzar la cima de su carrera, está a punto de ser padre por segunda vez. Rhoda y John no se conocen, pero la víspera del descubrimiento de un Planeta Tierra duplicado tiene lugar una horrible tragedia que entrelaza y altera de modo irreversible sus vidas.


Premios (Filmaffinity):


2011: Festival de Sundance: Premio Especial del Jurado - Drama
2011: Festival de Locarno: Sección oficial largometrajes a concurso
2011: Festival de Sitges: Mejor actriz (Brit Marling)
2011: Premios Gotham: Nominada a Mejor director
2011: Independent Spirit Awards: Nominada a Mejor ópera prima y mejor guión nove


Críticas:


Cahill dedica demasiado tiempo a la relación de la joven exconvicta que necesita redimirse de un pecado adolescente y el hombre viudo víctima de la conducta de la chica. Una historia que sí hemos visto mil veces y que no acaba de enlazar bien con el mucho más atractivo planteamiento solipsista. Lastrada también por una estética new age algo gastada, la película deja sensación de corto alargado. (Javier Ocaña. Las sombras de Platón. Diario 'El País')

No falta quien la ve como una historia íntima, bonita, apasionante que con la ciencia ficción añade un contexto provocativo y filosófico ( Kirk Honeycutt. The Hollywood Reporter). El problema reside en la conexión entre la 'ficción' y la 'realidad', la forma de enlazar la existencia de un planeta gemelo de la Tierra con la posibilidad del hombre de salir de su caverna y conseguir una segunda posibilidad.

Comentario:


Aunque es cierto que el tratamiento formal de ciencia-ficción es sólo una excusa para examinar la esencia del ser humano e introducir la tormentosa vida emocional de Rhoda como consecuencia del accidente que provocó siendo una adolescente, asomándose por la ventanilla de su coche al descubrir un extraño planeta,  en el que causó la muerte de la familia de un músico que estuvo largo tiempo en coma; también lo es que logra momentos de gran inquietud. La música y cierto clima de desolación producido por un tratamiento del color y de la imagen extraña y onírica, reforzada por esas apariciones intermitentes del planeta especular de la Tierra, junto a su pequeño satélite de la Luna, y por la sorpresa final, que oculta una efecto tarkovskiano, escondido tras Rhoda filmada de espaldas, provoca una sensación de inquietud profunda que realza el solipsismo de la protagonista de que habla Javier Ocaña.

Mike Cahill lleva a las pantallas su opera prima, un film brillante e  interesante, en el que actúa como un auténtico deus ex machina, asumiendo las funciones de guionista, director, director de fotografía, editor, e incluso productor, y ha conseguido los mejores galardones que otorga el cine independiente. Brit Marling, que nos volverá a sorprender en The east (2013), no es ajena a este buen resultado, gracias a su físico contenido, impenetrable, un tanto ajeno y extraño al espectador, convertida en el símbolo del remordimiento y la búsqueda de la redención que encontrará al otro lado del espejo, en la nueva oportunidad que ofrece a los protagonistas de la historia el planeta especular que un día aparece en el horizonte y provoca la crisis en la que se sumergen los protagonistas, a la vez que les ofrece la garantía de regeneración.

El director se sirve de la ciencia-ficción para reflexionar sobre la condición humana. Laura Fernández,  (¿Y si no estuviéramos solos? Diario El Mundo), recoge las reflexiones de Mike Cahill en el Festival de Sitges, en el que presentó este film de bajo presupuesto : " "Nacemos solos, conocemos el mundo solos y morimos solos. El hecho de que hubiera otro yo, el hecho de saber que hay alguien pasando exactamente por lo mismo que tú porque eres tú mismo, nos daría un sentimiento de paz increíble", apunta el director, que ya trabaja en la historia de un diseñador de moda que vive bajo el mar."


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