Pánico en el metro. Anton Megerdichev




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Ficha técnica:

Título original: Metpo
País: Rusia
Año: 2013
Duración: 131 minutos

Dirección: Anton Megerdichev
Guión: Denis Kuryshev, Victoriya Yevseyeva
Dirección de Fotografía:  Sergei Ashtakov
Música: Yuriy Poteenko

Compañía productora: Profit

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Intérpretes:

Sergei Puskepalis
Anatoliy Belyy
Svetlana Khodchekova
Aleksey Bardukov
Kseniya Berezina
Stanislav Duzhnikov
Aleksandr Fisenko
Aleksei Gavrilov

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Sinopsis:

Durante la construcción de dos líneas nuevas del metro de Moscú en 1975, quedaron unas grietas imperceptibles  por las que unas décadas después, como consecuencia de unas fugas de agua del río Moskova se produce un derrumbe y cientos de pasajeros quedan a merced de las aguas, que ponen en peligro no sólo el flojo de trenes subterráneos, sino la estabilidad de la ciudad situada encima de ellos, por la que diariamente circulan millones de pasajeros, tanto en  los canales construidos en el subsuelo, como en las frágiles vías, que al tener que soportar el peso de  las ingentes edificios construidos encima de ellos han desplazado los canales del río; el túnel en el que se produjo la catástrofe se construyó en 1935 y no soporta esa carga.

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Comentario:

Pánico en el metro representa una buena muestra del avance del cine ruso en los modos de representación cinematográfica hacia modelos oocidentales, aunque en esta evolución hacia una discurso visual y estético hollywoodiense, y la inmersión en el género de acción y de catástrofes,  se ha conservado la herencia de quienes sentaron las bases las bases del medio más importante del siglo XX, con importantísimas innovaciones en el montaje, que dejaron una inmenso legado para los que les siguieron en la investigación de la diégesis cinematográfica,  con grandes maestros como Eisenstein, Vertov. Kuleshov..., y  aquellos que todavía nos sorprenden con una sensibilidad muy especial para la captación del espíritu ruso intemporal que dio  auténticos orfebres de la imagen y escultores del tiempo como Tarkovski, o que dejaron crónicas inolvidables de la mentalidad y la sociología del comunismo como Vladimir Menshov (Moscú no cree en las lágrimas. Oscar 1980 a la mejor película de habla no inglesa).

Ahora las cámaras de Megerdichev bajan al elegante metro  de Moscú, inaugurado en 1935, al que popularmente se llamó  como el palacio subterráneo y que, en sus partes más profundas fue concebido  como refugio nuclear en plena guerra fría (Wikipedia). Uno de los pasajeros del  tren accidentado, del viaje mortal, filmado con cámaras lentas, hace una parodia en su vagón, rodeado de apretados viajeros, de las intenciones políticas de los viejos revolucionarios de dotar al pueblo ruso de un medio de transporte digno de un zar. En la superficie miles de coches atascados contaminan la ciudad orgullosa de haberse incorporado a la sociedad del consumo, aunque se comiencen a apreciar signos de desintegración de la moral  liberalizadora que sustituyó a los intentos de apertura política ordenada y liberalización de los medios de comunicación, a la que se llamó 'glásnot' y su necesaria acompañante, la reestructuración económica, - la Perestroika-, ambas iniciadas por Mijail Govachov, que pretendia una evolución pacífica del comunismo al capitalismo y que fracasó definitivamente tras el  golpe de estado en 1991 y la toma del poder por Boris Yeltsin que introdujo al país en el capitalismo más salvaje.

El film contempla las consecuencia de estos tiempos de anarquía que siguió a la caída del comunismo y la implantación desordenada del nuevo sistema capitalista, en la que los funcionarios fueron sustituidos, en demasiadas ocasiones, por organizaciones mafiosas que controlaron el proceso, monopolizaron los medios de comunicación e introdujeron una nueva conciencia  en la que muchos comenzaron a despreciar a honestos profesionales que prefirieron quedarse en  sus puestos en instituciones como la sanidad o la educación públicas con sueldos modestos, algo que  se asociaba a la mediocridad intelectual. Este conflicto constituye el subtexto de una historia en la que los protagonistas son  un médico que trabaja en un hospital público y su hija, un empresario  de la construcción altivo y orgulloso, amante de la esposa del galeno, que se introduce en el metro para salvar a la niña, y unos pocos personajes secundarios, que protagonizarán subtramas de amor, de solidaridad y de regeneración de adicciones como la droga o el alcohol,  en una coyuntura extrema como la que experimentan estos supervivientes, y que dotan a esta trágica historia de la poesía presente en todas las relaciones humanas, aunque se podría haber prescindido de alguna anécdota como la del perrito, que contrata con la dureza del relato.

Pocas veces se han tratado de forma tan directa las consecuencias económicas, políticas y sociales de la creación de burbujas, ya sean inmobiliarias u originadas por la deuda, que no sólo están expulsando a millones de trabajadores de los puestos ficticios que generaron, al tiempo que les expropiaban los excedentes de su trabajo (pisos, coches, y todos los objetos de valor que han tenido que vender paraalimentar a sus familias), sino que han deteriorado el medioambiente o pueden acabar hundiendo las monstruosas ciudades que han levantado, ya sea a causa del peso excesivo de los edificios, levantados sin los preceptivos estudios geológicos  y de estructura del subsuelo o por la construcción de  plataformas para la extracción de gas con el objetivo de llevar energía a miles de apartamentos que han provocado movimientos sísmicos en las costas, como el reciente acontecimiento que ha extendido la preocupación entre las urbanizaciones construidas en las playas mediterráneas (plataforma Castor de Castellón ).

Cine ruso, hecho por rusos, con actores rusos, para enfrentarse a problemas rusos, que entra de lleno y con éxito en el género de las catástrofes, que logra la espectacularidad evitando los histrionismos. En un momento crítico el empresario le reprocha al médico y le culpa de la situación en que se encuentra por complacer a su mujer, que se mete en su cama: " Ahora dime la verdad, ¿cuándo fue la última vez que la tocaste ? Ha llegado a esta situación por culpa de tu estúpido trabajo y  principios; es una mujer joven y muy atractiva..."  Los rusos nos han sabido contar esta historia humana de una familia víctima del egoísmo y la avaricia con elegancia, incorporando modos de hacer muy actuales, combinados con su mejor tradición.


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