Ultimatum a la tierra. Scott Derrickson

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Ficha técnica:

Título original: The day the earth stood still
País: Estados Unidos
Año: 2008
Duración: 103 minutos

Dirección: Scott Derrickson
Guión: David Scarpa, basado en la obra de Edmund H.North
Casting: Mindy Marin, c.s.a; Coreen Mayrs, c.s.a.; Heike Brandstatter, c.s.a.
Dirección de Fotografía: David Tattersall, b.s.c.
Música: Tyler Bates
Supervisor efectos visuales: Jeffrey A.Okun
Edición: Wayne Wahrman, a.c.e.

Diseño de Vestuario: Tish Monaghan

Productores: Erwin Stoff, Paul Harris Boardman, Gregory Goodman
Diseño de producción: David Brisbin
Compañías. Productoras: 20 th Century Fox, asociada con Dune Entertainment III LLC, 3 Arts Entertainment Production/Earth Canada Productions

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Intérpretes:

Keanu Reeves. Klaatu
Jennifer Connelly: Helen Benson
Jaden Smith: Jacob Benson
Kathy Bates: Regina Jackson
John Cleese: Profesor Barnhardt
Kyle Chandler: John Driscoll
John Hamm: Michael Granier
Robert Knepper: Coronel
James Hong:  Mr. Wu
John Rothman: Dr.Myron
Brandon T. Jackson: soldado
Personajes que interpretan estos actores, obtenidos en Imdb

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Sinopsis:

La Agencia de Seguridad Nacional se presenta de improviso en casa de la Dr. Helen Benson (Jennifer Connelly) y la lleva junto a otros científicos gubernamentales para buscar una explicación a las señales que advierten de que un OVNI, un misterioso objeto del espacio, va a chocar de forma inmintente contra la isla de Manhattan. Pero la colisión no se produce porque el objeto es una nave espacial  tripulada,de origen desconocido, que aterriza con normalidad en medio de Central Park. Helen entra en contaco con un alienígena, Klaatu (Keanu Reeves), un extraterrestre que adopta la forma humanoide y que dice llegar a la Tierra  con fines pacíficos para advertir a la población terrícola del riesgo en que se halla.

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Crítica:

Las opiniones en torno a 'Ultimátum a la Tierra', como era de esperar, no fueron muy favorables, a pesar de que casi todo el mundo pareció estar interesado en opinar sobre el film de Derrickson. Que la crítica a un remake de un clásico dirigido por Robert Wise en 1951, una película de culto, iba a ser una masacre era algo que estaría descontado de antemano por sus impulsores, un plus de negatividad inevitable, especialmente por la fuerza icónica de unas imágenes minimalistas, potentes y eficaces, que han pasado a engrosar el acervo de la cultura cinéfila, que se han incorporado definitivamente al imaginario colectivo, representado por un robot y una nave sin fisuras, frente a la división del mundo durante el periodo de la guerra fría. La película alertaba al espectador sobre la posibilidad de creación de un orden mundial, que se sirve de un cuerpo policial formado por autómatas para la represión de actos de violencia que puedan poner  en peligro a los planetas vecinos. El objetivo de esta fuerza galáctica no es otro que evitar amenazas y agresiones entre las distintas naciones del planeta Tierra, que restan fuerzas a los humanos para seguir progresando en un mundo en paz. Film antimilitarista por consiguiente, que no entra en la forma de gobierno que los distintos pueblos se den autónomamente, siempre que se respeten los derechos humanos y la libertad de las conciencias, ente las que no excluye la existencia de un sumo hacedor. Es por tanto una cinta que, por un lado establece categorías universales como la libertad de los pueblos, la no ingerencia en asuntos internos, la supremacía de la ciencia y la ideología por encima de la política y el ejército, etc., y por otro denuncia la política de bloques y la guerra psíquica que padeció el hombre desde el fin de la guerra mundial hasta la caída del muro de Berlín. (Cinelodeon.com, 6 de marzo de 2012).

Esto es lo que decíamos del film de Robert Wise, y este es el aspecto que desaparece del nuevo film, de acuerdo con lo que afirma Roger Ebert (Chicago Sun Times) , que acusa al director de pedir el voto para Al Gore;  Jordi Costa (Diario 'El País) le reconoce méritos en lo iconográfico, que prueba que Derrickson es un cineasta con gran sofisticación visual, (supongo que se referirá a la utilización eficaz de las nuevas tecnologías), pero de titubeante fuerza narrativa. Javier Cortijo (ABC) lamenta que la nueva versión opte por 'rebajar la pegada mesiánica del original de Rober Wise en favor de un mensaje bíblico optimista y naif. Así, pisa de puntillas por las huellas cincuenteras con un estilo aséptico y funcional. (ambos extractos en Filmaffinity)

Pablo Kurt (Filmaffinity) recoge el espíritu de todas las críticas y se explaya, en contra de la tradición de su página de no intervenir dando su opinión, cosa que hace cuando, de alguna forma, le interesa el film: Remake -versión blockbuster- del clásico de Wise, aunque a ratos parece un lejano déjà vu de "El incidente" (The Happening, 2008), por fin Keanu encuentra un papel a la medida de su talento; su interpretación está en el límite de la perfección, ejem, dentro de lo que pide el personaje, como le pasó al incomprendido Brad Pitt cuando hizo de la muerte en "Conoces a Joe Black" (Meet Joe Black, 1998). Envidia de los feos, empiezo a sospechar. El que "The Day the Earth Stood Still" venga dirigida por el responsable de la interesante y verosímil "El exorcismo de Emily Rose" (The Exorcism of Emily Rose, 2005) hacía prometer algo, y de hecho empieza con nervio, pero lo cierto es que desde que aparece la primera bolita… todo rueda cuesta abajo. El film sin duda ofrece el entretenimiento mínimo exigible, pero como película de thriller-ficción es bastante mediocre y, como suele suceder en estos casos, lo mejor estaba ya en los trailers. Luego como cine "de mensaje" es estéril y algo pedante, que para avisarnos de lo malos que somos con el planeta Tierra ya está Al Gore metiéndonos el miedo en el cuerpo. Así pues, se salvan Jennifer Connelly, unos primeros minutos con algo de tensión, y poco más. Las escenas ridículas corren a cargo, cómo no, de los militares. Aunque en cuestión de poca sutileza, atentos a la aparición "subliminal" del móvil LG y el reloj Citizen. El mundo se acaba… después de la publicidad."


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Comentario:

El film comienza con un flashback, que sitúa a  Keanu Reeves en  las  Montañas Karakoram, India, en 1928, un probable hombre de montaña que encuentra una esfera luminosa atascada en el hielo, rompe su fina pared, sufre un desmayo y despierta con una marca en la muñeca; la siguiente secuencia significativa muestra una nave en forma de esfera que escupe un alienígena envuelto por una especie de placenta bio-técnica, que reproduce la imagen del montañero, acompañado de un robot, que ha ganado en altura y presencia amenazante  respecto al original, tomado generalmente en forzados contrapicados, cuyo aterrizaje de momento nadie entiende. Pantallas informáticas transparentes y táctiles, como las que inauguró 'Minority Report' de Steven Spielberg y que utilizó James Camerón en Avatar, pero que todavía están  recluidas en el cine de ficción y no tienen presencia en los mercados; laboratorios modernos y  sofisticados; bolas o esferas  que reproducen los planetas, cuya luz parte de su interior y que se distribuyen por tierra, mar y aire, atrayendo hacia su interior a especies animales y vegetales,  y bosques, (Central Park, ahora),  que evocan aquel en el que  el alienígena de ET fue abandonado por error por los suyos, constituyen la parte central de esa iconografía de que  habla Javier ocaña. El subtexto, atacado por los lobbys que están en contra de la idea difundida del calentamiento global y el deterioro del medio ambiente, denuncia la destrucción de nuestro planeta por sus propios habitantes y de una invasión de extraterrestres que vienen a librar a nuestro planeta de los depredadores, salvar el legado histórico de la humanidad (muralla china, pirámides de Egipto...), y a evitar que se ponga en riesgo la supervivencia de la Tierra por una sola especie. No es la primera vez que el cine plantea esta cuestión. Drew Godard en 'La cabaña en el bosque' hace que  " los actores de 'su' mascarada de consecuencias terribles lleguen a una conclusión certera: el hombre no merece nada y hay que dar una oportunidad a otros pobladores de la Tierra, que podrán su hegemonía con la desaparición de la especie dominante, de acuerdo con la tesis darwiniana" (cinelodeon.com)

¿ Vienes a salvar la  Tierra de nosotros?, pregunta Helen a Klaatu. No podemos arriesgar la supervivencia de este planeta por una sola especie,-responde él, y continúa:" Si la Tierra muere moriréis, pero si morís la Tierra sobrevivirá". Sólo un pequeño número de planetas en el cosmos puede albergar una forma de vida compleja, uno de ellos es éste y no permitiremos que perezca. ¿Qué ha hecho Derrickson con la película de Wise? Lo mismo que hiciera Delacroix con la pintura de Géricault , 'La balsa de la Medusa' (1830), en su famoso cuadro 'La libertad guía al pueblo'(1818): ha copiado el esquema pero le ha dado la vuelta. Ahora Klaatu ya no viene a advertirnos de  que la humanidad no puede estar dividida en bloques, sino a castigarnos por poner en peligro al planeta; las esferas funcionan como arcas que salvaguardan las especies, débil conexión con la explicación bíblica del castigo divino en otra ocasión en que el hombre puso en peligro su supervivencia. Entrado ya el siglo XXI los problemas que acucian al hombre no son los mismos que a mediados del siglo XX, incluso la decoración del set muestra casas más grandes, pequeños laboratorios que demuestran empíricamente que los hombres han acumulado gran cantidad de objetos, algunos más inútiles y depredadores que otros, algo que también denuncian realizadores que optan por el espectáculo (impresionantes imágenes de 2012 de Roland Emmerich que muestran grandes edificios que vomitan millones de toneladas de objetos de todo tipo en su caída).

Además hay otras variantes: el niño, en este caso adoptado por Helen, no es amigo del alienígena sino su adversario. Klaatu cree que el hombre, contemplado como una globalidad (vicio de cualquier análisis humano)  no puede cambiar, a pesar de que el científico con el que le pone en contacto la mujer, el Profesor Barnhardt (John Cleese), le recuerda que la humanidad ha superado otras crisis , pero que hasta que los seres humanos no están al límite las personas no se ven obligadas a cambiar, 'sólo en el precipicio evolucionamos' , advierte, (como ya ocurriera en el planeta del que procede el invasor). "Este es nuestro momento, no nos lo arrebates; estamos cerca de la respuesta". El problema es que no todos los hombres llegan al precipicio al mismo tiempo, algunos lo hacen mucho más pronto que otros, como nos recuerdan maestros como Bergman (El huevo de la serpiente), o Walker Schlöndorf en el film basado en una obra autojustificativa deGünter Grass, 'El tambor de hojalata". La solución no está ya  en convencer con razones, sino con la emoción: ¿Qué quiere decir Derrickson? ¿Que se ha llegado tarde y sólo queda espacio para la violencia?

La película no es exactamente un remake, a pesar del título, sino una excusa para denunciar el deterioro del medio ambiente por parte del hombre, que ha provocado una nueva división, de una naturaleza muy diferente a la que denunció el film de 1951, entre quienes tienen una mentalidad ecologista y quienes los acusan de perroflautas, lo que explicaría la acusación al film, por parte de ciertos críticos norteamericanos y otros de diferentes latitudes, de hacer propaganda del político demócrata Al Gore, algo que se entiende en Estados Unidos, pero menos en España. Lo único que queda es el robot, el cíclope actualizado, con gran poder destructivo, más moderno pero con menos carisma, que al convertirse en una nube asesina evoca el film  Ira de Titanes de Jonathan Liebesman (2012). Las últimas imágenes son crípticas y difíciles de interpretar, y el gran pecado de Scott Derrickson, sus guionistas y productores, fue inspirarse en una película de mediados del siglo XX y adaptarla al XXI, que ya sabe que no necesita salvadores.