Dos madres perfectas. Anne Fontaine



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Ficha técnica:

Título original: Adore
País: Francia-Australia
Año: 2012
Duración: 101 minutos

Dirección: Anne Fontaine
Guión Christopher Hampton y Anne Fontaine, según la novela de Doris Lessing
Direcció de Fotografía: Christophe Beaucame. Color
Música: Christopher Gordon
Montaje: Luc Barnier y Ceinwen Berry

Productores: Annie Beauchamp y Steven Jones-Evans
Diseño de producció: Annie Beauchamp y Steven Jones-Evans
Compañías. Oroductoras: Gaumont, Cine@, Mon Voisin Productions, France 2 Cinéma, Hopscotch Features, Screen Australia

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Intérpretes:

Naomi Watts: Lil,
Robin Wright: Roz,
Xavier Samuel: Ian,
Ben Mendelson: Harold,
James Frecheville: Tom,
Sophie Lowe: Mary,
Jessica Tovey: Hannah
Gary Sweet: Saul,
Alyson Standem: Molly,
Skeye Sutherland

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Sinopsis:

Ya en la cuarentena, Roz y Lil son dos grandes amigas, y así han sido desde su infancia creciendo juntas en una idílica ciudad costera. E igual que ellas, sus hijos adolescentes han desarrollado una amistad tan fuerte como el lazo que une también a sus madres. Pero un perfecto verano los chicos, así como sus propias madres, se ven enfrentados al torbellino de emociones latentes que ha ido creciendo en ellos durante los últimos años. 

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Crítica:

Diego Salgado comienza cuestionando la servidumbre de las obras cinematográficas a otras manifestaciones artísticas como el teatro, "sin reparar en que la psicología, lo libresco, la dramaturgia, son las herramientas con que dicho ámbito dominante sublima y disculpa su ejercicio del poder." "'Dos madres perfectas'(...) 'ambiciona cuestionar certidumbres generalizadas sobre nuestro rol en lo social, atendiendo en su caso a factores como la edad  y el género" decidida, con el uso de referentes culturales cinematográficos  y literarios a "epatar  al público burgués adicto a productos como éste con una historia, subersiva sobre el papel, acerca de dos amigas de toda la vida, Lil y Roz, que, en la madurez, se embarcan en tórridos romances cada una con el hijo de la otra. (...) el mayor problema de  'Dos madres perfectas' estriba en que no reflexiona - excepto cuando Lil y Roz se preguntan si no serán lesbianas que están transfiriendo al hijo de una amiga el deseo que sienten por ella- ni sobre los tabúes, no sobre los equívocos ideológicos  que pueden generarlos (Diego Salgado.Dos madres perfectas. La condición humana. Dirigido por, Junio 2011).

Aunque Diego Salgado no opta por una valoración positiva del film, si se entretiene en intentar razonar su posición más o menos respetuosa con los que hacen, actitud muy diferente a la de muchos críticos, como Peter Travers (Rolling Stone) que confía en que sus lectores se dejarán guiar por una simple indicación suya. Javier Ocaña se suma a la crítica más feroz de los que defienden con uñas y dientes el constructo patriarcal, que les hace solidarizarse con un carrozón como Carlk Gable babeando por dos niñas, Grace Kelly y Ava Gadner en 'Mogambo, cuando el actor tenía 52 años y ellas 24 y 31 respectivamente  (John Ford , 1953). Es decir superaban la diferencia entre dos mujeres de 50 años y sus hijos de 30. Y esto duele. Así lo expresa el crítio de 'El País': " (Fontaine y su coguionista Hampaton) cargan su relato de elipsis que por un lado ayudan, al hacer menos extraña la relación cotidiana, pero por otro dejan meridianamente claro que se están escapando por la tangente. Y aunque el miedo a la vejez pase por el relato como interesante subtexto, la imperturbable interpretación de los dos jóvenes, como dos moles sin carisma en sendos personajes planos en desarrollo, y la cobardía de Fontaine, que coloca en estos papeles a dos treintañeros (y no veinteañeros) que por un lado hacen menos provocadora la relación, y por otro la hacen simplemente inviable (¿hijo de Naomi Watts?), acaban enterrando las posibilidades dramáticas de la película." (Javiera Ocaña. Las Quiméricas amigas y sus hijos. Diario 'El País). Hubiera sido más dramático, -¡Qué digo!¡ más trágico! -, que ambos chicos hubieran sido menores y ellas se erigieran en ancianas abusando de unos pobres niños. O no; no es eso lo que ocurre en la atracción que siente Lester Burnham, interpretado por Kevin Space, el protagonista de American Beauty  (Sam Mendes, 1999) por una adolescente, amiga de su hija, cuya imagen, desnuda en un lecho de flores, ocupa todos los carteles y forma parte del imaginario cinematográfico,y cuyos escarceos sexuales, sin excluir un amago de violación,  no son la causa de la tragedia sino otros de naturaleza bien diferente. Si hubiera sido una historia al revés, y las jóvenes dos treintañeras hermosas ligando con sus respectivos padres, nos hubiéramos fijado en otras cuestiones, más o menos bien resueltas, cuando es mucho más que probable que esto sea algo que se produce con mucha más frecuencia de la que se tiene constancia en ciertos medios; recordemos. Y es que, como dice Diego Salgado: "(...) una mujer a los cincuenta años puede ser tan deseable como una a los veinticinco"  y  asistimos a un 'peterpanismo disecado' (1)" al que nos abandonamos viejos y jóvenes bajo la égida de un capitalismo seductor que va dejando a su paso millones de bonitos cadáveres."

Al menos se agradece la sinceridad de Fausto Fernández cuando afirma que : " (...) más bien es un amoral relato decadente, un frío retrato de vidas en sombras que se broncean en una cerrada bahía en apariencia idílica. Habitual azote de las clases acomodadas y ociosas, la realizadora Anne Fontaine parece interesarse más por la desintegración de unas ricas y su mundo que por los elementos de soledad, amistad y tabúes que estaban presentes en la obra de Lessing. Es en ese sentido lo más parecido a una endogámica historia vampírica a golpe de elipsis y saltos temporales, tan sexual como 'El ansia' (Tony Scott, 1983) o tan pegada al 'Sol' como 'Las vampiras' (Jess Franco, 1971).(Fotogramas) ¿Acaso alquien duda de que si el sexo de los cuatro protagonistas se hubiera invertido no estaríamos poniendo la lupa sobre esa desintegración de las clases acomodadas, leitmotif de la obra de Doris Lessing y Anne Fontaine y su adaptación cinematográfica

Cuando se produce un debate de estas características lo mejor es ir al cine y que cada espectador saque sus propias conclusioes, ya que el debate gira más en torno a la osadía, la amoralidad, la decadencia de estas dos mujeres, que en torno a la realizacvión del film.







(1) "Peter Pan disecasdo. Mutaciones políticas de la edad" Jaime Cuenca. Editorial Consonni. Bilbao 2013.

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