El hijo del otro. Lorraine Lévy

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Ficha técnica:

Título original: Le fils de l'autre
País: Francia
Año: 2012
Duración: 105 minutos
Género: drama

Dirección: Lorraine Levy
Guión: Lorraine Lévy
Dirección de Fotografía: Emmanuel Soyer
Música: Dhafer Youssef
Montaje: Sylvie Gadmer

Diseño de Vestuario: Valérie Adda y Rona Doron

Productores: Raphaël Berdugo y Virginie Lacombe
Diseño de producción: Miguel Markin

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Intérpretes:

Emmanuelle Devos :Orith,
Pascal Elbé :Alon,
Jules Sitruk :Joseph,
Mehdi Dehbi :Yacine,
Areen Omari :Leïla,
Khalifa Natour :Saïd.

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Sinopsis:

Cuando se prepara para entrar en el ejercito israelí, Joseph descubre que no es hijo biológico de sus padres. Al nacer, en medio de la guerra, fue intercambiado accidentalmente por Yacine, el bebé de una familia palestina que vive en los territorios ocupados de Cisjordania. El mundo se derrumba alrededor de estas dos familias. El rechazo, la duda, la pérdida de identidad, los prejuicios de raza y religión se erigen como espinosa barrera en sus vidas, y todos deberán intentar superarla a través de la comprensión, la amistad y la reconciliación en una atmósfera dominada por el miedo y el odio.

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Crítica:

La posibilidad de semejante error en un territorio en el que el enfrentamiento entre árabes e israelíes es profundamente radical y extremo. Descubrir a los 17 años que perteneces al colectivo que más odias. Las críticas son favorables en general, como la de Jordi Batlle en 'La Vanguardia', que la contempla como "(...) dramáticamente inflamada: los afectados son un judío y un palestino, lo que agiganta el problema identitario entre ellos dos y entre sus familias rotas. Más demostrativa que reflexiva, con aromas de obra de tesis y exaltación de los valores humanos."

"Formalmente convencional (la directora no hace nada malo, ni bueno, para empequeñecer o engrandecer su historia, simplemente filma con soltura pero sin talento), la película desarrolla su premisa con mucha naturalidad y la evolución de los personajes es muy coherente con la personalidad de cada uno. Casi demasiado. Así, como contrapartida a este espontáneo devenir, el relato nunca sorprende, casi todo se ve desde la distancia, amparado, eso sí, en unas ansias humanistas que la convierten en una obra mucho más solidaria que polémica. Nadie se sale del tiesto..." (Conflicto de sangre. Javier Ocaña. Diario El País)