El libro negro. Paul Verhoeven






_______________________________________________________________________________________________________________

Ficha técnica:

Título original: Zwartboek
País: Holanda
Año: 2006
Duración: 135 minutos

Dirección: Paul Verhoeven
Guión: historia original: Gerard Soeteman, Paul Verhoeven Gerard Soeteman,
Casting: Hans Kemna, Job Gosschalk, Risa Kes
Director de Fotografía: Karl Walter Lindenlaub, a.s.c., b.v.k.
Música: Anne Dudley
Editores: Job Ter Burg y James Herbert
Director artístico: Maarten Piersma
Diseñadores del set:Steven Van Couwelaar, Lorien Mouyal
Coordinador de especialistas: Ronald Schuurbiers

Diseño de Vestuario: Yan Tax
Coordinador de maquillaje y peluquería: Bianca Van Deer Steen
Maquillaje: Winnie Gallis, Dick Naastepad

Productores : San Fu Maltha, Jens Meurer, Teun Hilte. Jos Van Der Linden, Frans Van Gestel, Jertoen Beker
Productores ejecutivos: Andreas Grosch, Andreas Schmid, Marcu Schöfer, Henning Molfenter, Carl Woebcken, Jamie Carmichael, Graham Begg, Sara Giles; Sonja B.Zimmer
Productor asociado: Jindra Markus
Productor en línea: Jos Van der Linden
Diseño de producción: Wilbert Van Dorp, basado en los diseños de Roland De Croot.
Compañías. Producción: Content Film, Fu Works, asociado con Egoli Tossell Film, Clockwork Pictures, Studio Babelsberg AG, Motion Investment Group, Motel Films, Hector y ContentFilm International, con el apoyo de Avro, Nederlands Fonds Voor de Film, Cobo Fund, Medienboard Berlín-Brandenburg, Eurimages, FFA Filmförderungsantalt, German Federal Film Board, The City of the Hague, VIP Medienfonds 4 Production; distribución: Manga Films.

__________________________________________________________________________________________________________________

Intérpretes:

Carice Van Houten: Rachel/Ellis
Sebastian Koch: Ludwig Müntze
Thomas Hoffman: Hans Akkermans
Halina Reijin: Ronnie
Waldemar Kobus: Günther Franken
Derek De Lint: Gerben Kuipers
Christian Berkel: General Käutner
Dolf De Vries: Notary Smaal
Peter Blok: Van Gein
Michiel Huisman: Rob
Ronald Armbrust: Tim Kuipers
...

__________________________________________________________________________________________________________________

Sinopsis:

Tras la ejecución de su familia a manos de los nazis, una joven judía se une a la resistenciaque lucha contra la ocupación en Holanda. Su misión será infiltrarse en el cuartel general nazi.

___________________________________________________________________________________________________________________

Premios (Filmaffinity):

2006: Festival de Venecia: Nominada al León de Oro (mejor película)
2006: Premios BAFTA: Nominada a Mejor película de habla no inglesa
2007: Premios del Cine Europeo: Nominada a Premio del público
2007: Asociación de Críticos de Chicago: 2 Nominaciones

___________________________________________________________________________________________________________________


Comentario: 

Los periódicos de papel, en su lucha desesperada por supervivir, casi desde el comienzo de la crisis declarada oficialmente en septiembre 2008, tras  la caída de Lehman Brothers, llevada al cine por J.C.Chandor (Margin Call) , hace algún tiempo que intentan atraer  a los amantes del cine con colecciones interesantes de las mejores obras de relevantes y celebrados cineastas. Ahora le ha tocado el turno al realizador holandés, Paul Verhoeven, célebre por películas como Robocop (1987), Desafío total, (1990), Instinto básico (1992) o Starship troopers (1997), entre otras de su etapa americana, que venía de Holanda, donde su primer éxito comercial fue la provocadora 'Delicias turcas' /Turks fruits, (1973). Su trayectoria escasamente comprometida y muy comercial le alienó voluntades en su país, y este hecho le decidió a cruzar el charco para realizar una película de un nombre tan tremendo como la del famoso robot, que, sin embargo, se convirtió pronto  en una obra de culto a escala mundial, que tuvo y sigue teniendo sus secuelas. En Estados Unidos triunfó plenamente con títulos tan notorios, películas de sexo y violencia, como los que hemos citado, gracias a que disfrutó del apoyo de grandes inversores, que le permitieron acceder a las nuevas tecnologías que se comenzaban a divulgar en el tratamiento de los efectos especiales.

Con ocasión de otra interesante  colección, que lanzó el diario 'El País', en la que los CDs iban acompañados de unos libritos escritos por Toni García Ramón, comentábamos en nuestro blog que " 1987, año de estreno de Robocop por el cineasta holandés, es una fecha que será observada, desde la perspectiva de la Historia, con mayor detenimiento cuando se supere de cualquier forma la crisis en que estamos inmersos  (en ese momento , Noviembre de 2010, nadie pensaba que la depresión iba a durar tanto y con tan terribles consecuencias); en estos años Estados Unidos estaba presidido por Ronald Reagan (ex-actor de profesión) partidario de las ideas económicas de Milton Friedman, y el clima general respondía al lema de la avaricia es buena , muy bien captado por Oliver Stone en Wall Street; era un mundo poblado de yuppies  (recordamos los tiempos del Silicon Valley en la Bahía de San Francisco?) que se sentían guerreros que se iban a comer el mundo; junto a ellos las clases trabajadoras, sus víctimas propiciatorias, desarrollaban una experiencia vicaria, que les permitía disfrutar del lujo de otros y aspirar a lograrlo endeudándose más de lo que podían pagar en varias vidas. A España la ola llegó más tarde, pero llegó" y, al despertar  muchos incautos observan que han realizado un viaje astral a un mundo de pesadilla del que no saben salir, horror que preside los filmes de James Wam , en Insidious I y II, que nos cuentan la vida de una pareja que se ha mudado a una casa nueva con sus hijos,  de la que salen desplazados por unos monstruos, hasta hacer el terrible descubrimiento de que el mal no está en la vivienda, sino que lo llevan dentro de sí mismos, del que sólo se librarán con una terrible introspección.

En aquella época, Verhoeven  era  mirado con simpatía por los conservadores y con recelos por la izquierda de su país. Con la llegada al poder de los socialdemócratas y el ambiente político generado en Holanda, se quedó prácticamente sin empleo; cuando le llegó una oportunidad del otro lado del charco, a la que, en principio,  se resistió, animado especialmente por su mujer, acabó aceptando el encargo de dirigir una película, con un nombre humillante para un 'intelectual' europeo, impuesto por los guionistas Ed Neumeier y Michael Miner. Suponía, no obstante, una oportunidad de desquitarse y no la desaprovechó. En 2006 vuelve a su país y se desahoga con un film revisionista que convierte la anécdota en categoría, una historia de amor entre  un capitán de las SS y un joven judía miembro de la resistencia, una película que denuncia connivencias  de miembros de la resistencia con los alemanes con el objetivo de  robar objetos de valor de la gente de los hebreos perseguidos. El cabecilla es un tal Hans Akkermans , interpretado por Thomas Hoffman, algo que no es inverosímil que pudiera llegar a darse en plena guerra; lo que es más difícil de asimilar es que un capitán de las SS, cuerpo de élite, protagonista en primer plano del holocauto nazi, fuera una blanca paloma. Lanza otra acusación, que en caso de ser real, sería muy seria: el gobierno inglés, que siempre ha practicado una política aislacionista del continente europeo, llegó a firmar un pacto con lHitler por el que la legislación militar británica reconocía el derecho del ejército alemán  de represaliar a los suyos, incluso después de la capitulación (artículo 153); la ignorancia de de estos hábitos de la diplomacia inglesa, en principio no intervencionista, por parte de jóvenes oficiales canadienses, hizo el resto. La película nos ofrece las imágenes inusuales del fusilamiento de un oficial alemán por un piquete que obedece las órdenes de un general germano.

El film muestra a las víctimas del fascismo como una chusma de mujeres gordas, gritonas, inmundas, resentidas, que contrastan con la delicadeza de la joven judía, que se infiltró entre los nazis y se enamoró de un oficial de la Schultzstaffel, un cuerpo de élite voluntario,  responsable del holocausto nazi. Si algo ha gustado a la crítica más conservadora es la vuelta de Verhoeven a un cine clásico y conservador, con una edición sin veleidades de autor vanguardista entregado a los nuevos recursos que el avance de la tecnología pone a disposición de los cineastas y les permite expresarse sin que sus creaciones descansen fundamentalmente en discursos escritos por los guionistas, cine que practicó Verhoeven en su etapa americana. Pero sobre todo ha embaucado a muchos analistas porque la figura central es una mujer carnal y atractiva que despierta el deseo de los hombres, de uno y otro lado, de los dos bandos de la contienda, y de más de un espectador.

Pero hay más. La gente se cansa de estar defendiendo siempre los mismos principios y algunos necesitan revisarlos constantemente. Verhoeven, que sufrió hace años cierto cuestionamiento en su país , como ya hemos dicho antes, hecho que lo forzó a emigrar a Estados Unidos, vuelve a la carga y ahora acusa a la resistencia  holandesa, además,  de priorizar, de hacer distingos entre los rehenes a salvar de las garras de los nazis, apoyándose en un personaje, un miembro de la resistencia, que desea salvar a su hijo, aunque ello suponga abandonar a otros presos en riesgo. A otros  combatientes anti-nazis los ridiculiza, como a un joven muy religioso, incapaz de disparar para salvar a sus compañeros, pero dispuesto a matar si alguien blasfema contra  su dios. La joven judía, cantante de éxito antes de la guerra, de una familia pudiente, es un buen ejemplo de cómo quien ha vivido una guerra, ha matado y ha visto morir a los suyos, no tiene demasiados problemas para ejecutar a quien le ha hecho daño, y ha truncado su pasión avasalladoramente carnal.  Jordi Costa saludaba de esta forma el film del holandés "Excesiva, dinámica y avasalladora (...) Verhoeven hace de 'El libro negro' un poema no ya de amor, sino de puro deseo inflamado por su actriz principal" (En Filmaffinity).

Resulta chocante la capacidad del ser humano de evadirse de sus preocupaciones e incluso disfrutar del aquí y ahora, por mucho que se insista en lo contrario, en su incapacidad de 'aprovechar el momento'. Es frecuente representar al ejército alemán disfrutando en fiestas glamurosas cuando las tropas aliadas ya estaban en las puertas de sus casas. Morían matando en medio de su derrota, acompañando su retirada de las masacres que habían caracterizado su comportamiento desde el principio y cuyo broche final lo puso la familia Goebbels que se suicidó tras asesinar a sus numerosos hijos. Esta historia de amor, -o de deseo-, entre un Romeo, oficial de las SS,  y una Julieta, miembro de la resistencia, no es orginal ni inédita.  La guerra se acaba para millones de hombres y mujeres en Europa, pero comienza para los amantes. Ellis de Vries declara a Müntze: "Nunca pensé que temería el día de la liberación'. Mas no es la primera vez que  el cine trata de la atracción sexual entre un torturador  nazi y su víctima; Liliana Cavani llevó a la pantalla la escabrosa relación de un miembro de las SS que humilló y violó incesantemente a una bella joven, surgiendo entre los dos una pasión insana, en 'Portero de noche' (1973); Verhoeven se inclina por el noble amor romántico que despierta los mejores sentimientos de la idiosincrasia derivada de la sociedad patriarcal.

Es un hecho indiscutible que la maldad y la bondad reside en todos los bandos, pero la locura que se instaló en la población de la Alemania de Hitler, que se materializó en los horrendos crímenes que protagonizaron las SS, un cuerpo de élite,  guardia personal del líder nazi Adolf Hitler desde su nacimiento en 1925, y que bajo  el mandato de Heinrich Himmler entre 1929 y 1945, se convirtió en una de las más grandes y poderosas organizaciones dentro del Tercer Reich, no tiene parangón en la historia; este hecho indiscutible,  hace poco verosimil la inocencia de Müntzen, un ciudadano al que se humaniza a través de una afición tan común como la de coleccionar  sellos. Un historia contextualizada en la  segunda guerra mundial,  protagonizada por una mujer atractiva, que usó el sexo para salvar su vida y que se enamoró de un nazi,  sirven de base para un film revisionista de la historia, actitud muy en boga en ciertos sectores de la sociedad, que, sirviéndose de la imperfección de la condición humana, restan importancia a auténticos dramas que desangraron a Europa durante el siglo XX, desde el cine, el periodismo o la literatura.

Comentarios

Entradas populares