La bestia en el corazón. Cristina Comencini

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Ficha técnica:

Título original: La bestia nel cuore
País: Italia, Reino Unido, España y Francia
Año: 2005
Duración: 115 minutos

Directora: Cristina Comencini
Guión: Cristina Comencini, Francesca Marciano, Giulia Calenda
Casting: Mirta Guarnaschelli, Satchi Management, Darlene
Director de Fotografía: Alfredo Betrò
Música: Franco Piersianti
Operador:  Massimiliano Trevis
Montaje: Cecilia Zanusso

Diseño de Vestuario: Antonella Berardi
Maquillaje: Moira Thompson
Peluquería: Alex Volpe

Productores: Ricardo Tozzi, Giovanni Stabilini, Marco Chimenz
Productora delegada: Giovannella Zannoni
Organización general: Matteo de Laurentiis
Productor manager: Tori Parry
RAI Cinema y  Cattleya en co-producción con Beast in the Heart Films (UK) Limited

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Intérpretes:

Giovanna Mezzogiorno: Sabina
Alessio Bonio: Franco
Stefania Rocca:  Emilia
Angela Finnochard:  María
Giussepe Battiston: Andrea Negri
Luigi o Cascio: hermano de Sabina
Simona Lisi: Madre
Alessandra Mastronardi
Daniele Natali: Giovane Doppiatore
Aldo Massasso:Director Doppiaggio
Sara Lembo; Sabina Piccola
Julian Ferro: Danielle Piccolo
Lewis Lempereuer Palmer: Giovanni
Jake-Omer Boyayanlar: Bill

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Sinopsis:

Dos jóvenes sufren un trauma profundo por los abusos sexuales de que fueron objeto durante la infancia.


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Premios (Filmaffinity) : 

2005: Nominada al Oscar. Mejor película de habla no inglesa
2005: Venecia: Mejor actriz (Giovanna Mezzogiorno)
2005: Premios David di Donatello: Mejor actriz secundaria (Finocchiaro). 7 nominaciones

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Comentario.

En el año 2005 una mujer, Cristina Comencini, decidió abordar el tema de los abusos sexuales en el seno de una familia cristiana, estructurada, modélica, un paradigma de la sociedad patriarcal en la que el padre somete y humilla a los suyos por una razón muy sencilla: porque puede. La esposa y madre , humillada por la vergüenza, antepone los prejuicios sociales, el miedo a la exclusión y el aislamiento que sabe que va a padecer la familia por parte de una sociedad que prefiere silenciar los conflictos a airear el hecho de  que un padre abuse de sus hijos, y les pide a estos silencio, para no sumar al daño que padecen otro que ella considera mayor.

Los niños van  creciendo y formándose en estas condiciones de sufrimiento y dolor, que estalla cuando se reunen en la casa familiar, muertos los padres, siendo ambos adultos, él con un hijo, ella en un estado de embarazo avanzado. La confesión en voz alta hace aflorar la vergüenza que estos canallas hacían sentir a sus víctimas, que no se atrevían a revelar su trauma; incluso Sabina se siente culpable y  es incapaz de contárselo a su marido. Este es uno de los efectos de una sociedad que, afortunadamente, va desgastándose con el progreso de los derechos de los hombres y la formación en igualdad de ambos sexos, que todavía encuentra reticencias entre las gentes de orden, que, como la madre de Sabina, cree que es mejor lavar los trapos sucios en casa y seguir conviviendo todos juntos. La dureza del relato llega a tal punto  que el hijo le cuenta a su hermana que estuvo junto a su padre en su lecho de muerte, para presenciar el feliz acontecimiento y acelerarlo en la medida de sus posibilidades.

Un  film italiano que plantea con mucha sensibilidad un terrible drama en el que la realidad emerge desnuda, sin romanticismo  ni edulcoramientos inútiles, ejecutada con un modo de representación muy convencional, sin riesgos ni estridencias, que opta por un final feliz y con un sencillo alegato: se puede vivir con una cicatriz.