Road Trip (Viaje de pirados). Todd Phillips.

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Ficha técnica:

Título original: Road Trip
País: Estados Unidos
Año: 2000
Duración: 95 minutos

Dirección: Todd Phillips
Guión: Todd Phillips y Scott Armstrong
Dirección de Fotografía: Mark Irwin
Música: Mike Simpson
Montaje: Sheldon Kahn y Peter Teschner

Productores: Daniel Goldberg, Joe Medjuck
Compañías. Productora: Dreamworks SKG, Montecito Picture Company; distribución: United International Pictures

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Intérpretes:

Breckin Meyer: Josh
Sean William Scott: E.L.
Amy Smart: Beth Wagner
Paulo Constanzo: Rubin Carver
DJ Qualls: Kyle Edwards
Rachel Blanchard: Tiffany Henderson
Anthony Rapp: Jacob
Fred Ward: Earl Edwards
Tom Green: Barry Manilow
Andy Dick: Motel Clerk
Etahn Suplee: Ed
Edmund Lyndeck: Jack Manilow, abuelo de Barry
Horatio Sanz, Rhoda Griffis, Marla Sucharetza...

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Sinopsis:

Un joven estudiante tendrá que emprender un largo viaje de casi tres mil kilómetros (1800 millas) por los Estados Unidos, intentando ser más rápido que el correo postal, para impedir que su novia se entere de que le ha sido infiel. En el viaje le acompañarán tres amigos muy pirados.

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Comentario:

Que nadie se llame a engaño ni por el título de la película ni  por el cartel que la publicita. Road trip (Viaje de pirados), que significa algo así como viaje o 'paseo'  por carretera de unos pirados, ha perdido en el camino todos los elementos característicos del género: no hay nada que puedan aprender estos estúpidos-lelos de su deambular por los caminos, a no ser a profundizar más en el conocimiento de ellos mismos, algo difícil de conseguir ya que todos duermen, comen y viven las veinticuatro horas en la misma  habitación. El sexo flota en el ambiente, pero se hace explícito de la forma más casta: el jefe del clan con dos chicas que 'le dan placer' y un culo con braguitas en una cinta de video. Road trip es, ante todo, un film que pertenece a un subgénero muy reconocible: Todd Phillips, en la que no puede faltar Sean William Scott,  muy apropiado para quien, incluso cuando se divierte, evita el conflicto; responde a esa afirmación de una aspirante a profesora, de la que todavía no se han recuperado quienes tuvieron la 'suerte' de escucharla, de que en su colegio todos formaban una gran familia. Una gran familia en la que cabe hasta Kyle Edwards (DJ Qualls), un pobre chico del que se aprovechan sus 'hermanos', le rompen el coche, usan su visa, y, al final, incluso lo aprecian.

Un viaje muy inocente, una canilla al aire de unos estudiantes megapijos que hacen subastas  para ligar con chicas una noche, sin que medie sexo, por supuesto, al menos de forma explícita, que haberlo si que lo hay. Esta es la otra cara, la realista, de 'El juego de Ender', la de quienes creen que tienen cierta ventaja sobre los demás, superados estos tiempos de desmadre controlado, y que evitan esas universidades públicas, nido de hippies y de vendedores de 'cagaderos' como los define el padre de Matilda, el padre de familia más incorrecto de la historia del cine, interpretado por su propio dirctor Danny de Vito, que, precisamente porque es tan vulgar que no oculta su única pasión, el dinero, dice en voz alta los que otros callan. Road trip no define a todo el cine americano, -pocos caen ya en estas generalizaciones populistas-, sino a un género dirigido a adolescentes bien intencionados, y, al parecer, bien adiestrados, y muy del gusto de amplios sectores de público joven, que siempre se consideran integrantes de una gran familia, en la que las bromillas sin importancia se perdonan.

Algunos dicen que es un cine sin pretensiones, sólo para pasar un buen rato con unas cervecitas y unos amigos. Pero ¿Qué pasa si, con las mejores intenciones, no te hace la más mínima gracia? Y no porque uno sea un amargado/a, sino porque los gags no sólo no son inteligentes, sino tampoco provocativos o escatológicos o quebrantadores de tópicos insignificantes. Incluso Todd Phillips puede dar más,  si quiere.