Y entonces llegó ella. John Hamburg

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Ficha técnica:

Título original: Along Came Polly
País: Estados Unidos:
Año: 2004
Duración: 87 minutos

Dirección: John Hamburg ( Zoolander, Los padres de ella...)
Guión: John Hamburg
Casting: Kathleen Chopin, c.s.a.
Dirección de Fotografía: Seamus McGarvey, b.s.c.
Música: Theodore Saphiro; supervisor: Randall Poster
Edición: William Kerr y Nick Moore
Coordinador de especialistas: Alex Daniels
Director artístico: Martin Whist
Decorador del set: Don Diers, s.d.s.a.
Diseñadores del set: Mary Saisselin y Gregory A.Berry

Diseño de Vestuario: Cindy Evans
Jefe de Maquillaje: Felicity Bowrig
Jefe de peluquería: Kelvin R.Trahan

Productores: Danny Devito, Michael Shamberg y Stacey Sher
Productor ejecutivo: Jane Bartelme, Dan Levine
Productor asociado: Anders Bard
Universal Pictures/Jersey Films Production

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Intérpretes:

Ben Stiller: Ruben Feffer,
Jennifer Aniston: Polly Prince,
Philip Seymour Hoffman: Sandy Lyle
Along Came: Polly
Debra Messing: Lisa Kramer (esposa)
Alec Baldwin: Stan Indursky,
Hank Azaira: Claude,
Bryan Brown: Leland Van Lew
Michele Lee: Vivian Feffer
Masi Oka: Wonsuk,
Bob Dishy: Irving Feffer,
Missy Pile: Roxane,
Jsu García: Javier,
Judah  Friedlander: Dustin,
Kevin Hart: Vic,

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Sinopsis:

 Cuando Reuben  Feffer (Ben Stiller), quien huy de todo tipo de riesgo como la peste, ve como su esposa lo abandona en la luna de miel por un musculoso instructor de submarinismo, sus planes vitales y sentimentales se ven hechos pedazos. Un encuentro casual con una amiga de la infancia llamada Polly (Jennifer Aniston - Como Dios, Friends), verdadera fanática de la aventura, le lanza a un torbellino de deportes de riesgo, comidas picantes, hurones y bailes a ritmo de salsa... todo con unas desternillantes consecuencias. ¿Logrará Reuben, consumado maniático del auto-control, dar un cambio radical a su vida para poder disfrutar del momento?

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Comentario:

Antes de seguir adelante, advertimos que esta comedia mediocre y ramplona ha saltado al mercado estos días no por casualidad, sino formando parte de una colección de películas que ha reunido el diario 'El País' para homenajear al malogrado Philip Seymour Hoffman que representa un papel secundario,- el de un amigo del protagonista, Reuben Feffer, interpretado por Ben Stiller -, y al que le debemos los únicos momentos de cierta brillantez del film, de cuya modestia no es culpable. Hay que señalar que en una secuencia en la que un cocinero lo reconoce como un actor de la televisión, al tiempo que le confiesa que creía que había muerto hace quince años, un sudor frío te recorre la espalda al oirle decir:  " Pues ya ves,  estoy vivito y coleando", al tiempo que esboza esa sonrisa franca con la que tantas veces nos deleitó y nos conquistó.

Buena fotografía, bellas localizaciones, correctos decorados, espléndidas mujeres, (más o menos sosas)-, y hombres-vigilantes-de-la playa, con nombre francés y cero vestimenta, son ingredientes de la comedia que sólo garantiza que, al menos, la vista se relaje antes de volver a un hogar mucho menos deslumbrante. Pero la película fracasa de rondón al plantear la imposibilidad de la pareja, trascendida o no a cualquier tiempo y edad. Reuben se lleva un chasco con su mujer, que le es infiel con un submarinista llamado Claude en su 'luna de hiel'; una mujer igual que él, sin pretensiones intelectuales, formal, del club eficientes de los que están siempre a la hora en el lugar concertado, que decoran sus hogares minimalistas con cojines y aspiran a tener una casa de su propiedad y algún que otro hijo. En las mismas vacaciones a las que llaman "luna de miel" por la tradición, (denominación que hoy carece de sentido por razones obvias) , se estrella de mala manera, lo cual, sin dejar de ser muy posible, no tiene la menor gracia. Aunque somos conscientes de que hay quien disfruta con la desventura ajena.

Angustiado, desasosegado, pensando sólo en ella, se encuentra por casualidad con una antigua compañera de pupitre, que ha evolucionado de manera muy diferente, una hippie poco convencional, ya que por un lado cumple con los cánones de los amantes de la naturaleza, vive en una casa con objetos cargados de significación para ella, que evitan las orientaciones de las revistas de hogar, viste muy casual, tiene un hurón...pero 'baila salsa' a lo 'Dirty Dancing', sexy-sexy-sexy, en locales frecuentados por potentes cubanos, a los que el guionista, para no herir al compañero enamorado convierte en gays, sin advertir el tufo profundamente machista que desprenden las imágenes; para rematar este retrato choni de la mujer,  lleva un enorme tatuaje donde se acaba la espalda. La nueva combinación choni/pijo-con-traje-y-corbata es explosiva. De nuevo se vuelve a equivocar, pero ahora tiene una ventaja: el conocimiento de que nada es para siempre, y debe aprovecharse mientras dure. Su amigo Sandy le advierte, cuando le dice que ya ha pasado página con Linda y tiene la intención de volver con Poly: "¡Oh, craso error. Esa no te conviene. No la conoces. Las matematíca/atletas no llevan eso en la espalda" Y no es que el joven sea el paradigma de las convenciones sociales, simplemente es observador y listo.

Tras una sucesión de gags escatológicos, sin gracia, de mal gusto...propios de muchas películas de Ben Stiller, sin tener en cuenta el bailecito de salsa del tío, la única frase inteligente de todos los diálogos la pronuncia al final, cuando se encuentra con Claude, el macizo que le ha quitado a su esposa en plena luna de miel en la playa, acompañado  ahora de Polly, su nueva chica: " ¡¡¡Gracias por todo!!!"  . Va a ser cierto lo que me decía un amigo en mi adolescencia: "No importa dejar ni que te dejen. Lo importante es cambiar". Claude, sin pretenderlo le había hecho un favor.