Hansel y Gretel: Cazadores de brujas.Tommy Wirkola






Ficha técnica:


Título original: Hansel & Gretel:  Witch Hunters
País: Estados Unidos/Alemania
Año: 2013
Duración: 88 minutos

Dirección: Tommy Wirkola
Guión: Tommy Wirkola
Casting: Deborah Aquila, c.s.a. & Jen Smith, c.s.a.
Dirección de Fotografía: Michael Bonvillain
Música: Atli Örvarsson; productor ejecutivo: Hans Zimmer
Edición: Jim Page
Supervisor efectos visuales: Jon Farhat
Coordinador de especialistas: David Leitch, Ben Cooke
Directores artísticos: Anja Mueller, Stephan Gessler
Decorador del set: Bernhard Henrich

Diseño de Vestuario: Marlene Stewart
Diseño de maquillaje y peluquería: Graham Johnston
Jefe de departamento de peluquería: Loulia Sheppard

Productores: Will Ferrell y Adam McKay; Kevin Messick y Beau Flynn
Productores ejecutivos: Denis L. Stewart, Chris Henchy, Tripp Vinson
Productor asociado: Tracy McCreary
Co.productores: Robyn Wholey, Henning Molfenter, Charlie Woebcken, Christoph Fisser
Diseño de producción: Stephen Scott
Compañías. Productoras: Metro Goldwyn Mayer, Paramount Pictures, MTV Films, Gary Sanchez Productions.


Intérpretes:


Jeremy Renner: Hansel
Gemma Arterton: Gretel
Famke Janssen: Muriel, la bruja mala
Peter Stormare: Sheriff Barringer
Thomas Mann: Ben
Derek Mears: Edward
Phila Viitala: Mina
Ingrid Bolsö Berdal : Bruja Horned
Joanna Kulig: Bruja Red Halred, la bruja pelirroja


Sinopsis:


Los hermanos Hansel y Gretel, abandonados por su padre de noche en el bosque, deben superar el trauma de haber sido maltratados de niño por una bruja, y ahora se dedican a cazar hechiceros por encargo, pero cuando los aparentemente invencibles cazadores de recompensas se enfrentan a su enemigo, realmente diabólico, necesitarán de todas sus habilidades, armas y valor para lograr sobrevivir.


Crítica:

Reunir en un mismo film características de diversos géneros muy potentes, como el cuento de niños, cuya adaptación cinematográfica y revisión adulta y actualizada se pretende, el cine fantástico y el drama histórico de la 'Caza de Brujas, tiene como resultado dejar insatisfechos a los amantes de cada uno de ellos. La difícil conjunción de elementos tan dispares obliga a imaginar la existencia de una doble clase de brujas: las buenas, a la que llama blancas, y las malas u Oscuras, con lo que se trata de compensar imágenes tan perversas como la de Jeremy Renner arreándole un enorme golpe en la cara a una de estas mujeres con un terrible y dañino puño americano; el abandono de Hanserl y Gretel obedece a las mejores intenciones de sus padres: salvarles la vida; el resultado no es el deseado, pues su educación recae sobre una hechicera mala, como todo el mundo sabe. El corazón de las brujas blancas contiene un ingrediente básico para realizar una poción que hace inmunes a quienes la toman al poder destructivo del fuego, argumentos de fuerte raíz religiosa: los malos irán al infierno; los buenos están protegidos con el antídoto de su virtud. Las magas perversas atraen a los niños con una casita hecha de chuches.

Los aquelarres, las reuniones de las brujas y  las supersticiones que giran en torno a mujeres que poseían grandes conocimientos en un mundo repleto de gente anafabeta que no sabía leer ni escribir, no son temas que se puedan tratar tan a la ligera. Es más, incluso no se ha cuidado la caracterización de los personajes que forman parte del cine fantástico y de terror, ni en la profundización en los personajes de las mujeres oscuras, ni en el maquillaje especial, tan cutre que fomenta más la hilaridad o la indiferencia que el pavor. Al final, las brujas blancas, acompañadas de Hansel,  demuestran ser tan terribles como las oscuras y realizan un auténtico genocidio de 'mujeres malas'. El único mensaje que queda claro entre tantas brujas electrónicas es el consejo dirigido a los niños ( a quienes no puede ir dirigida la película, por otra parte), de que no coman chuches. Magos no debe quedar ni uno, ni bueno ni malo y a esto se entra
egan con entusiasmo destructivo los dos hermanos.

La advertencia de Hansel, para que nadie se llame a engaño sobre sus buenas intenciones, es clara y pristina y nada polisémica: "La venganza no cambia el pasado, y no nos devolverá a nuestros padres, pero sienta de maravilla (...) Hay brujas buenas en el mundo, ahora lo sabemos, pero para aquellas que practican la magia negra, cuidado, porque vamos a por vosotras. Estéis donde estéis, os encontraremos, vivas o muertas...Por mí, muertas." Noel Zeballos hace una crítica, en realidad positiva y muy centrada: "Comencemos con una advertencia: todo el que espere encontrar aquí una versión posmoderna del cuento de hadas –modelo Hanna (Joe Wright, 2011)– o un manso espectáculo familiar como dictan los cánones –modelo Blancanieves y la Leyenda del Cazador (Rupert Sanders, 2012)– abandonará la sala enfurecido (...) En efecto, esta película es ofensiva, chusca, frívola, caótica... En suma, una fuente inagotable de alegrías para quien sepa apreciar la vertiente más asilvestrada de la cultura pop. (...) Aún queda cine popular que no se avergüenza de ello, aún quedan vikingos como Wirkola. " (Para entusiastas de la verdadera serie B. Lo mejor: Su autoconciencia; lo peor: Que tanta macarrada sea algo inusual en el mainstream. www.Fotogramas.es). Desde el punto de vista estilístico el comentario es impecable, desde la concepción  atávica que tienen las masas de las brujas y sus consecuencias históricas es más que dudosa; quizás no se puede jugar con todo. Los Hermanos Grim escribieron y recopilaron cuentos de hadas y brujas con el fin de amenizar las veladas de las familias junto al hogar familiar, y educar a los niños en el temor a todo lo que ocurría más allá de los términos de la casa paterna, donde habitaban brujas, hombres del saco y todo tipo de monstruos, que atraían a los más pequeños con casas de chocolate y caramelos.

El padre de Hansel y Gretel los abandonó, presionado por su mujer, que no era la madre biológica de los niños, sino su madrastra, esencialmente mala en los cuentos de la época porque invadía el hogar familiar 'natural'. La maldad que destilaban los cuentos de estos alemanes, hizo que en Inglaterra se asociara al nazismo y estuvieron prohibidos hasta 1948 en la Gran Bretaña. Hoy se busca también la corrección política, y se convierte a la madrastra mala en una bruja blanca y buena. Maniqueísmo de los siglos XX-XXI, en los que no se puede asustar a los niños con casas de choicolate, cuando consumen tantas chuches que entran a formar parte de las campañas electorales de los políticos. El uso de un puño americano para destrozar la cara a una mujer no parece muy adecuado, aunque sea altamente provocador con las nuevas normas que la sociedad se está dando; pero hay algo más: cuando Hansel salva a una bruja buena, el argumento que da a los vecinos que la intentan quemar allí mismo, práctica medieval común que perduró hasta finales del siglo XVII, con juicios sumarísimos por brujería como el de  Salem (que denuncia Arthur Miller en su célebre obra de teatro), argumenta que la joven es bella y tiene un cutis terso, mientras las brujas son feas y están ajadas . A la gravedad de estas ejecuciones públicas  llevados a cabo por las autoridades con el objetivo de favorecer la intromisión gubernamental en las libertades individuales, suma la discriminación a causa de la belleza o ausencia de ella, aunque el director se defiende diciendo que todas las actrices que representan a las brujas son bellísimas. Desde luego la película didáctica no es, y cuando se provoca no hay que olvidar que muchos y muchas no han superado el estadio intelectual de la infancia, a pesar de haber desarrollado sus cuerpos, que tienen la apariencia de adultos.

Ahora ya sabemos que Hansel y Gretel son en realidad brujos, aunque sean hijo de una hechicera buena, que murió por salvarles la vida. Entonces sorprende más  aún ver y oir a Gretel, antes de destrozar a una de estas 'brujas', convertida en una 'sicaria' vestida de cuero, casual, desenfadada y meticulosamente despeinada,  como salida de una película de Mad Max, burlándose del aspecto que va a presentar pronto la malvada, filmada en un contrapicado, tomado probablemente desde el propio suelo en el que yace la infortunada a la que va a desfigurar. " Siento fastidiarte, pero no van a poder reconocerte."

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