Micmacs. Jean-Pierre Jeunet.




LA VENGANZA DE LOS SIN-TECHO CONTRA LOS TRAFICANTES DE ARMAS


Ficha técnica:


Título original:  Mic Macs à tir-larigot
País: Francia
Año: 2009
Duración: 105 minutos

Dirección: Jean Pierre-Jeunet
Guión: Jean-Pierre Jeunet, Guillaume Laurant. Diálogos: Guillaume Laurant
Casting: Pierre Jacques Benichou; director de casting: Pierre Jacques Benichou
Dirección de Fotografía: Tetsuo Nagata, a.f.c.
Música original:  Raphaël Beau; score de archico: Max Steiner
Sonido: Jean Umansky.
Edición: Hervé  Schneid, a.c.e.
Jefe decoración: Aline Bonetto, a.d.c.

Diseño de Vestuario: Madeleine Fontaine.
Maquillaje: Nathalie Tissier
Peluquería: Stephane Malheau

Productores: Frederic Brillion, Gilles Legrand y Jean-Pierre Jeunet.
Diseño de producción: Aline Bonetto, a.d.c.
Productor en línea: Jean March Deschamps
Warner bros. Pictures, presenta a Epihete Films, Tapioca Films, en coproducción con Warner Bros. Entertainment France, France 2 Cinema et France 3 Cinema y el apoyo de La Región Ile-de France, con la participación de Orange  Cinema Series-France 2, France 3; distribución: Vértigo, Emon.


Intérpretes:


Dany Boon: Bazil,
Andre Dussollier: Nicolas Thibault de Fenouillet.
Yolande Moreau: Tambouille,
Dominique Pinon: Fracasse,
Omar Sy: Omar Resington,
Michel Cremades: Petit Pierre,
Julie Ferrier: La Mòme Caoutchouc.
Nicolas Marie: François Marconi,
Marie Julie Baup: Calculette,
Jean Pierre Marielle.: Laus de viol di Placard.

Sinopsis:


Bazil (Dany Boon), no tiene suerte con las armas;  ha logrado esquivar la muerte dos veces en su vida: Primero fue una mina que le explotó cerca, y siendo adulto, cuando una bala errática que salió de la pistola de un delincuente fue, por azar, a alojarse en su cerebro para siempre, lo que le provocaba alguna que otra alteración y una idea fija: acabar con los que trafican con armas.


Comentario:


Jean-Pierre Jeunet deleita, de nuevo, a un público al que todavía le resta un poco de inocencia, que no se ha entregado definitivamente al cinismo dominante, en el que ser duro con demasiada frecuencia es síntoma de ignorancia y desafección política y de compromiso social. Hay que sentirse todavía  un poco niño para disfrutar con esas imágenes que vacilan entre el realismo mágico de Amelie, la denuncia de los males de nuestra sociedad por medio de lo residual, lo feo, lo matérico  de Delicatessen,  sin abandonar del todo el mundo circense con sus personajes frikis, que transmiten esa sensación charlotesca que mezcla lo cómico y la trágico y que nos hace llorar y reír al mismo tiempo. Colores vivos, saturados e imágenes de cómic, con un toque menos elitista que el de Wes Anderson, pero igual de personal, son recursos que el autor utiliza para implicarnos en ese mundo que discurre paralelo a nuestras vidas, constituido por hombres sin escrúpulos que progresan merced al sufrimiento humano y gozan a la vez de la complacencia y admiración de los auténticos nerds.

Las dos veces que Bazil está a punto de perder la vida, están narradas de forma distante, por un voyeur que observa de lejos el acontecimiento. La primera incluso se ubica local y temporalmente:en Abril 1979en el  Sahara occidental, Region de Bir Amzarane. Una serie de secuencias que se suceden de forma breve, eliminando todo aquello que no interesa a la historia, nos conducen desde este punto del Sahara, en el que muere el padre, a través del duelo en la casa materna,  el orfanato, la huida de la institución y, tras una elipsis temporal de treinta años, a un videoclub de cuento, una casita pintada de azul brillante en  la que el joven está disfrutando de un film de cine negro de Howard Hawks, Tener y no tener, protagonizado por Lauren Bacall y Humphrey Bogart, un clásico para deleite del cinéfilo, del que Bazil se sabe de memoria todos los diálogos. Es el momento en el que sufre el accidente cuando una pistola que brilla en la oscuridad de la noche, cae sobre el asfalto, se dispare automáticamente y se introduce en su cabeza. Cuando vuelva a este comercio, tras pasar por el hospital, no sólo encontrará una sustituta en su lugar, una joven muy atractiva, sino un cambio de calado en el negocio: la nueva dependienta se distrae con un cine infantil de dibujos.

Bazil decide contraatacar y con la ayuda de una 'nueva familia' un grupo de gente friki y solidaria, que vive bajo un aparente estercolero como los hombres-rata, reciclando desde esta curiosa clandestinidad todos los objetos que desecha la sociedad de consumo, dejándolos aptos para su reutilización. Con su ayuda forma un comando en el que cada uno aprovechará su capacidad para acabar con esta gente sin principios, aparentemente de orden, los 'optimates' de hoy, que viven en enormes mansiones, protegidos por abundante material humano y electrónico de cualquier saboteador revolucionario. A favor de Bazil juega la bala que tiene alojada en su cerebro y  que es capaz de detectar otros metales; de hecho acabarán con los gángsteres más desaprensivos que existen, los que fabrican minas antipersona y las vendes a países tercermundistas en guerra, frecuentemente tras golpes de estado, o a grupos terroristas que operan en suelo europeo,como el IRA o la ETA, acusando a sus enemigos políticos de simpatía con estos movimientos y generándoles todo tipo de sinsabores. 

Esta denuncia ha provocado un sarpullido en ciertos sectores, en los que militan en ideologías contrapuestas.   El Diario 'La Razón' reproducía ayer el artículo de Carmen Lobo (Sin Palabras, 24 de junio de 2011), suponemos que con motivo de sus pases por Cinemateka : " Y decíamos que no puede olvidar las raíces galas que lo afianzan al terreno porque la disparatada y excesiva «Micmacs» evoca, con un ahorro avaricioso de diálogos, al gran cine silente de Tati, con ese aire chaplinesco a la europea y un poco pazguato que caracteriza al protagonista, un señor desgraciado que consigue sobrevivir milagrosamente a un tiro en la cabeza y acaba con un puñado de medio frikis y encabezando una cruzada contra la industria armamentística. Demasiado contenido ideológico para Jeunet, más cerca siempre del cómic y los caricatos, de El Circo del Sol e incluso Lubitsch y Capra que de cualquier «cineasta denuncia». A veces, muchas, la imaginación resulta incompatible con la política."; por su parte Gonzalo de Pedro del diario Público decía en 'Destino Manipulado' (17 de junio de 2011) :"(...) todo aquí está teñido por un barniz (de luz amarillenta) de sentimentalismo y humor blanco, en una combinación de slapstick, cine mudo y acción pseudorrevolucionaria a cargo de unos marginados del orden social que se refugian del mundo bajo montañas de basura. Aunque ideológicamente la película sea terrible: no hay justicia social, sólo venganza personal, podemos aceptarlo, como aceptamos la manipulación y los juegos del destino a los que Jeunet nos tiene acostumbrados. Lo que es inaceptable son sus maneras tan burdas y evidentes de situarnos del lado del protagonista..."

Las críticas del otro lado del Atlántico están mucho más centradas y más ponderadas ideológicamente. Por ejemplo, Peter Howell de 'Toronto Star' afirma que  "hay más inventiva en un solo minuto de 'Micmacs' que la que existe en dos horas o más de cualquier estreno veraniego de multisalas." (Micmacs: Payback, Parisian Style).



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