Berlín está en Alemania. Hannes Stöhr.




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Ficha técnica:

Título original: Berlin is in Germany
País: Alemania.
Año: 2001
Duración: 109 minutos.

Guión y dirección: Hannes Stöhr.
Casting: Karen Wendland.
Redactor: Annedore V.Donop
Cámara: Florian Hoffmeister
Música: Florian Appl; Sonido Tres; Stoker.
Edición: Anne Fabini; Anne Fabini, Sala Deonema.
Sirector artístico: Natalja Meier, Anke Bisten.

Diseño de Vestuario: Katrin Kath.
Maquillaje: Grobi Wendel

Productor: Gudrun Ruzicková- Steiner
Compañías: Luna Film Gmbh Zeigt en coproducción con ZDF/ORB und dffb


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Intérpretes:

Jórg Schüttauf: Martin,
Julia Jäger: Manuela,
Edita Malovic: Ludmilla
Tom Jahn: Peter,
Oscar Martínez: Enrique
Robert Lohr: Wolfgang,
Carmen Maja Antoni
Valentin Platareanu: Victor,
Robin Becker: Rokko,
Dirk Borchert: Kurt,
Udo Kroshwald: Comisario.

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Sinopsis:

Brandenburgo, año 2000.Martín es puesto en libertad tras 11 años de cárcel. En cu calidad de ciudadano de la anterior RDA, de Berlín Este, vivió la caída del Muro de Berlín desde su celda.

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Premios:

2001: Berlín: sección Panorama: Premio del Público.


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Comentario:

De un realismo descarnado e impregnado de la dialéctica negativa de Adorno, que contamina la literatura y el cine alemán, el film de Hannes Störh nos hace un relato duro de las dificultades que atravesó Alemania desde que inició su proceso de reunificación, durante los años 1989 y 1990, que concluyeron con la adhesión de la República Democrática Alemana, que abrió un periodo muy duro, en el que muchos berlineses del este sufrieron grandes decepciones y tuvieron que sobrellevar, como pudieron, su particular via crucis. El cineasta alemán no tiene ningún interés en ocultar esta realidad, ni tan siquiera en dulcificarla; su estética es gris y carece de la brillantez con la que en Occidente se vendió la liberación de las repúblicas socialistas.

Martin sale de la Prisión de Brandenburgo en la República Democrática Alemana, 11 años después de la caída del Muro de Berlín el 9 de Noviembre de 1989, donde permanecieron veinte presos encarcelados. Cuando sale de la cárcel encuentra un mundo muy diferente al que dejó al ser privado de libertad, pero no precisamente en sentido positivo: el paisaje de la ciudad había cambiado, por todas partes brotaban cientos de grúas que denunciaban lo que parecía ser  la reconstrucción de un país, pero que en realidad era la burbuja inmobiliaria que el sistema capitalista estaba hinchando, que se saludaba como un signo de progreso hasta que estalló entre 2007 y 2008 en Estados Unidos, el corazón de la economía global, con el escándalo de las subprime que descubrió las maniobras de los bancos de inversión, los prostíbulos, los juguetes mecánicos de occidente, más ligeros y con menos tornillos que los del comunismo,  las zapatillas deportivas de pseudo-marca, la ropa vaquera (pantalón y cazadora) y otros signos externos de riqueza. Pero vital, emocional y sentimentalmente su vida corría un serio riesgo de empeorar:  su familia se había reconstituido sin él, y un amigo estaba a punto de suicidarse, porque después de la caída del muro pasó a la República Federal y sintió todo el peso de la marginación, que relegaba a los que procedían de países comunistas; esta situación obligó a muchos ciudadanos del Este a volver al lugar de donde procedían en el que tampoco tenían cabida.

Paro, marginación, desempleo e incluso imposibilidad de relacionarse con el hijo; desengaño, impotencia y mucho dolor para quienes habían pensado que el paraíso estaba al otro lado del Muro. Los momentos que se sucedieron fueron de gran tensión y Martin acabó matando, sin premeditarlo, a un vecino que lo chantajeaba, en un forcejeo, acción por la que estuvo en la cárcel un buen tiempo, lo que todavía reducía más sus posibilidades de integración. Tras su salida de la cárcel, un breve encuentro con su mujer  y la aparición de un reportaje sobre él en un periódico, que lo señala como 'el último alemán del este' parece abrirle alguna posibilidad, pero la dificultad de encontrar un medio de ganarse la vida con un trabajo digno, acaba de nuevo con él en la cárcel y comprueba que hay poca diferencia entre la policía de uno y otro lado del Muro.


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