El abuelo que saltó por la ventana y se largó. Comentario.
Ficha técnica:
Título original: The hundred year-old man som klev ut genom fönstret och försvann
País: Suecia
Año: 2013
Duración: 114 minutos
Dirección: Felix Herngren
Guión: Felix Herngren, Hans Ingemansson, basado en la novela de Jonas Jonasson
Casting: Claes Stenmark.
Dirección de Fotografía: Goram Hallberg .
Música: Matti Bye.
Edición: Henrik Kälberbg, s.i.c.k
Director artístico: Christian Olander
Diseño de Vestuario: Madeleine Kihldbo Thor,
Peluquería y maquillaje: Love Larson y Eva Von Bahr
Productores: Malte Forssell, Felix Herngren, Henrik Jarnson-Schwizer, Patrick Nebout.
Productores ejecutivos: Maria Dahlin, Pontur Edgren,Thomas Hedberg, Joni Sighvatsson.
Diseño de producción: Mikael Valheryi
Compañías. Productoras: Nice Drama, Buena Vista International (Sweden (, FLX Comedy AB Distribución: A Contracorriente Films.
Intérpretes:
Robert Gustafsson: Alan Karlson,
Iwar Wiklander: Julius
David Wiberg:Benny,
Mia Skäringer: Gunilla,
Jens Hultén: Gäddan,
Binza Criceiro: Caracas,
Alam Ford: Pim,
Sven Lonn: Hinken,
David Sackleton: Herbert Einstein,
Georg Nikolov: Popov
Sinopsis:
Allan Karlsson acaba de cumplir 100 años y decide ser dueño de sí mismo, desenvolverse en total libertad y no hacer nada de lo que espera de una persona de su edad; armado con su mejor traje y con pantuflas saltó por la ventana de la residencia donde lo había retirado la sociedad y deja plantados al alcalde, la prensa local y los rectores de la institución el día de su cumpleaños.. Durante su larga vida, le han pasado muchas cosas y ha conocido a mucha gente; presume de haber conocido, a lo largo de su dilatada vida, a personas de todo tipo, como, por ejemplo, Franco, Churchill, Stalin o incluso a la mujer de Mao, con la que estableció una comprometedora amistad, y ahora no quiere renunciar a vivir su propia aventura. Por si eso no fuese suficiente, también participó en la creación de la bomba atómica, ayudando a Oppenheimer a elaborarla, trabajó como agente de la CIA, y realizó otras muchas actividades peligrosas que hicieron de su vida toda una aventura.
Por todo eso, no piensa conformarse con la vida que se supone que debe tener ahora, debido a su avanzada edad se escapa de la residencia de ancianos donde vive el día de su cumpleaños, como hemos dicho. No tiene ningún plan en mente, pero sí que tiene clara una cosa: va a hacer lo que le apetece, no lo que le digan, lo que ignora es que va a vivir la mayor aventura de su vida y se va a ver enrolado en auténticos problemas con la mafia, alterando la vida del país entero. Hay que poner un poco de sal al condimento.
Comentario:
Una vida muy larga da para mucho. Si además el inocente ancianito es un loco artificiero da para más. Lo malo es que Felix Herngren ha querido abarcar mucho y meterse en jardines que desconoce, alternando cada pequeño avance de una historia bizarra y destarifada, con flashbacks que contienen gags con bastante mala pata, como la lucha de su padre, expulsado de todas partes y fusilado en Rusia por defender el uso del condón, un objeto al parecer inútil por su tamaño descomunal, la esterilización de Alan, a una edad relativamente temprana, el salvamento accidental de Franco, la colaboración con los creadores de la bomba atómica, su relación con un hiperidiotizado Einstein o un super-tonto Stalin, no sabemos dónde nos lleva ni le vemos la gracia. Especialmente incomprensible es su lucha con una banda mafiosa de moteros, con uno de los cuales, que ha perdido la memoria en un enfrentamiento en el que ha recibido un golpe en la cabeza, se retira a Bali, acompañado de un elefante, una mujer y un joven que se matricula en todas las carreras y no acaba ninguna... Quizás haga reír en Suecia, pero aquí si provoca alguna sonrisa es compasiva.
Hay quien le concede cierto margen por su condescendencia con la gente mayor, y la verdad que eso es lo que sugiere el título y las expectativas que había generado. Nada que ver con la realidad: no es una persona de edad, es un gamberro desaprensivo, al que le encanta hacer estallar cosas. Incluidos animales, y, ¿por qué no?, personas. No puedo evitar reproducir parte del artículo de Carlos Boyero en 'El País: " A cualquier niño con signos inequívocos y tranquilizantes de normalidad y sensatez al que le pregunten para qué sirve el verano responderá que para jugar, bañarse en el mar, el río o la piscina, no tener que ir al colegio ni hacer deberes. Por ello, deduzco que yo pertenecía a la categoría de los tarados prematuros ya que mi concepción del paraíso durante el verano era que me llevaran todos los días al cine, a ser posible programas dobles de sesión continua, repitiendo a veces la programación ya que esta duraba una semana.(...) Al hacerte mayor, descubres que al espectador con un mínimo de paladar el cine le trata fatal en verano. Y si no tienes más remedio que acudir, te preguntas con asombro cómo es posible que se realicen tantas películas inútiles o directamente infames (y solo vemos lo que distribuidores y exhibidores consideran que es mínimamente estrenable), qué razones excluyendo la del aire acondicionado (y tampoco eso asegura una temperatura agradable, ya que en algunas salas se empeñan en convertirte en un muñeco de hielo) puede motivar que la gente se gaste una pasta en las ofertas que les hace el cine en verano.
Pienso en cuestión tan peregrina mientras que me aburro considerablemente viendo doblada (eso ocurre en un pase de prensa) la película sueca El abuelo que saltó por la ventana y se largó, adaptación de una novela que ha sido un best-seller en Europa y que no puedo juzgar, ya que no me urge la prisa por acceder a literatura tan adictiva...( 'Nada por aquí, nada por allá'. 'Diario 'El País',. 10 de julio de 2014). ¡¡¡Como si me hubieran fotocopiado el pensamiento!!!)
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