El laberinto del Fauno. Guillermo del Toro.


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Ficha técnica:


Titulo original: El laberinto del fauno.
País: co-producción España-México.
Año: 2006.
Duración:  112 minutos.

Dirección: Guillermo del Toro.
Guión: Guillermo del Toro.
Casting: Sara Bilbatua.
Dirección de Fotografía: Guillermo Navarro, a.s.c.
Música: Javier Navarrete.
Edición: Bernat Vilaplana.
Diseñador de sonido: Martín Hernández; Sonido directo: Miguel Polo.
Construccion de decorados: Construcciones Escénicas Moya, S.I.
Efectos de maquillaje y animatronics: DDT FX..
Efectos digitales: Cafefx. Inc.
Efectos especiales: Reyes Abades.

Diseño de Vestuario: Lala Huete, Rocío Redondo.
Jefe de Maquillaje: Jose Quetglas.
Jefa de Peluquería: Blanca Sánchez.

Productor: Guillermo del Toro, Bertha Navarro, Alfonso Cuarón, Frida Torresblanco, Álvaro Augustín.
Productores ejecutivos: Belén Atienza, Elena Manrique.
Co-productor ejecutivo: Edmundo Gil.
Productor asociado: Caff¡efx.Inc.
Diseño de Producción: Eugenio Caballero.
Compañías. Productoras: Telecinco presenta una producción de Estudios Picasso, Tequila Gang, Esperanto Filmoj en asociación con Cafefx Inc. ySententa Entertainment.



Intérpretes:




Segi López: Vidal,
Maribel Verdú: Mercedes,
Ivana Baquero: Ofelia
Doug Jones: Fauno,
Ariadna Gil : Carmen,
Alex Angulo:  Doctor,
Eusebio Lázaro: Padre,
Paco Vidal: Sacerdote,
Federico Luppi: Padre de Ofelia,
...

Sinopsis:


"El laberinto del fauno" nos sitúa en el año 1944 y cuenta el apasionante viaje que emprende una niña de 13 años (Ofelia) con su madre convaleciente y el marido de ésta, un cruel capitán del ejército franquista, a un pueblo en el que encontrará las ruinas de un laberinto. Allí se encuentra con un fauno, una extraña criaturaque le hace una increíble revelación: Ofelia es en realidad una princesa, última de su estirpe, a la que los suyos llevan mucho tiempo esperando.Para poder regresar a su mágico reino, la niña deberá enfrentarse a tres pruebas que poco a poco irá superando.




Comentario:




Durante los 40 años de dictadura, los maquis, la última resistencia al régimen fascista, formada por partisanos que se refugiaron en las montañas, también conocidos como Resistencia Española o GE (Guerrilla Española), fieles a la república, fueron demonizados por el régimen y presentados como una organización terrorista y criminal, que no aceptaba una realidad: que había dos clases de hombres, los vencedores y los vencidos, y que ellos habían perdido la guerra y no eran iguales a los que la habían ganado. Tuvieron que pasar más de sesenta años para que un cineasta gordito y con cara de bonachón creara las más bella metáfora sobre este grupo que reinaba en las profundidades de la tierra, clandestino, y dispuesto a defender la legalidad hasta el último suspiro. Guillermo del Toro tuvo, además, el mérito de dar a conocer no sólo en el exterior de España, sino entre los jóvenes de nuestro país,  la existencia de estos hombres a los que la historia había silenciado, en una película que alcanzó gran notoriedad y recibió todos los galardones que otorga el cine en los certámenes más importantes:

2006: 3 Oscars: Mejor fotografía, dirección artística, maquillaje. 6 Nominaciones
2006: Nominación al Globos de oro: Mejor película de habla no inglesa
2006: 7 Premios Goya, entre ellos guión original, actriz revelación (Baquero)
2006: 3 Premios BAFTA: Mejor vestuario, maquillaje 7 película de habla no inglesa. 8 nom.
2006: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película)
2006: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor director
2006: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor diseño de producción
2006: 2 nominaciones Critics' Choice Awards: Película de habla no inglesa, actriz joven
2006: Premios Ariel: 9 Premios incluyendo Mejor película y director. 12 nominaciones
2006: National Board of Review (NBR): Top películas extranjeras del año.
(en Filmaffinity)

La historia del maquis va adquiriendo significado a medida que cada episodio se va interccalando con la visión mágica y fantástica de Ofelia, una niña pre-adolescente que sueña con hadas, cuya madre, la viuda de un sastre asesinado por el ejército franquista, se casa con un cruel capitán del ejército vencedor, al que no le tiembla el pulso para matar a personas inocentes. En los aledaños del cuartel, que funciona como hogar, cuya despensa controla Mercedes, el ama de llaves, interpretada por una magnífica Maribel Verdú, cuyo hermano milita en la guerrilla, hay un laberinto que controla un fauno, un ser mítico al que ayudan pequeñas hadas, como las que ilustran los libros de Ofelia, y que irán poniendo pruebas a la niña, para comprobar si puede llegar a ser la reina de su inframundo. Al hogar, por llamarlo de alguna forma,  acuden las fuerzas vivas de la pequeña localidad adyacente, entre las que se encuentra el cura del lugar, que bendice con su presencia los excesos de Vidal.

Finalmente, la niña, superará la prueba definitiva y conseguirá el premio de la inmortalidad, que simboliza una rosa, que todos intentan alcanzar, pero temen sus dolorosas espinas. Ofelia, una joven generosa no duda en pagar el precio más alto de todos, para salvaguardar la vida de su hermano inocente. A Vidal no sólo se le arrebatará esa inmortalidad, sino que recibirá el peor de los castigos: su hijo jamás sabrá que él fue su padre. Es la venganza del maquis, que como el capitán fue silenciado y relegado al olvido de los españoles.

Ofelia se gana con creces presidir ese mundo de fantasía que forma parte de su esencia, y se le reserva un sillón entre su madre y su padre, los reyes de este mundo imaginado y a la vez real (interpretado por Federico Luppi, que ocupa la pantalla tan solo unos segundos), calzada con unas botas rojas que recuerdan los chapines mágicos de Dorita (El Mago de Oz).  Una voz en off  evoca a Ofelia, con unas palabras que recuerdan, en esencia,  las que escribió Theodore Momsen al referirse al gran Julio César: "Y se dice que la princesa descendió al reino de su padre y que ahí reinó con justicia y bondad por muchos siglos; que fue amada por sus súbditos y que dejó detrás de sí aquellas huellas de su paso por el mundo, visibles sólo para aquel  que sepa donde mirar.

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