Kate & Leopold. James Mangold.

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Ficha técnica:

Título original: Kate & Leopold.
País: Estados Unidos.
Año: 2001.
Duración: 103 minutos.

Dirección: James Mangold.
Guión: James Mangold y Steven Rogers, basado en una historia de Steven Rogers
Casting: Billy Hopkins, Suzanne Smith y Kerry Barden.
Dirección de Fotografía: Stuart Dryburgh.
Música: Rolfe Kent.
Edición: David Brenner.
Coordinador de especialistas: Peter Bucossi.
Director artístico: Jess Conchor.
Decorador del set: Stephanie Carroll

Diseño de Vestuario: Donna Zakowska.
Responsable maquillaje artistas: Carla White
Responsable de peluquería: John Quaglia.

Productor: Cathy Konrad.
Productores ejecutivos: Bob Weinstein, Harvey Weinstei y Meryl Poster., kerry Orent.
Diseño de producción: Mark Friedberg
Compañías. Productoras. ; Miramax Films presenta a Konrad Pictures Production.

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Intérpretes:

Meg Ryan: Kate McKay,
Hugh Jackman: Leopold,
Liev Schreiber : Stuart Besser,
Breckin  Meyer: Charlie Mc
Natasha Lyonne: Darci,
Bradley Whitford: J.J.Camden,
Paxton Whitehead: Tío Millard,
Spalding Gray: Dr. Geisler,
Josh Stamberg: Bob
Matthew Sussman: Phil, ejecutivo,
Charlotte Ayanna: Patrice
Philip Bosco: Otis.

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Sinopsis:

Kate McKay (Meg Ryan), una ejecutiva, vive en New York con sy hermano Charlie, un actor. Su ex novio Stuart (Liev Schreiber) vive en el piso de arriba y ha encontrado una forma de viajar en el tiempo hasta el siglo XIX. En uno de sus saltos, Leopold (Hugh Jackman), un noble arruinado llega a la vida de estos personajes en la que va a influir notablemente.

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Comentario:

Aun a riesgo de estropear un poco esta historia, se puede afirmar que versa sobre el amor romántico, una invención del constructo de género patriarcal, pero la verdad es que es precisamente de esto de lo que trata, y además con un toque casposo, pues el amante, traído del siglo XIX es como el de la canción de Maria Dolores Pradera, 'Amarraditos', en la que deja caer aquello de "No se estila/ya sé que no se estila/ que te pongas para cenar/jazmines en el ojal..."; el conde es delicado, distinguido, no 'ha pegado sello' en su vida, está endeudado, pero sabe tratar a una dama, que lo deja todo, incluida la Vice-Presidencia de una multinacional, para seguirle allá donde él esté, aunque deba renunciar a su automóvil de lujo, su apartamento neoyorquino, siendo como es una mujer tan afianzada en su terreno que jamás ha cruzado el puente de Brooklyn, en torno al cual tienen lugar los episodios más trascendentales de esta historia, y desde el que la mujer se arroja a un agujero del tiempo para dar con sus huesos en medio de una fiesta de la nobleza hoy desaparecida.

Por su parte, el noble, Leopoldo, aprende con rapidez, hace spots publicitarios para la televisión, desenvolviéndose mejor que los actores de ahora, y aunque cae por azar en el agujero del tiempo, llega al siglo XXI provisto de un abundante vestuario, que le permite usar la ropa adecuada para cada ocasión. Estos detalle hacen la historia inverosímil, lo cual no sería muy grave si en determinados momentos no rozara el ridículo.

Aunque la crítica, enamorada de Meg Ryan, ha valorado bien esta película, así como algunos sectores del público por la misma razón, la tónica general ha sido la del sentimiento de un profundo bochorno, a cargo del director de la magnífica película "En la cuerda floja". Un error lo tiene cualquiera.