Una mujer es una mujer. Jean-Luc Godard

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Ficha técnica:

Título original:
País: Francia/Italia.
Año: 1961
Duración: 95 minutos

Dirección: Jean-Luc Godard
Guión: Jean-Luc Godard.
Dirección de Fotografía: Raoul Coutard.
Música: Michel Legrand.

Compañías: Euro International Film (EIA), Rome Paris Film, Rialto Pictures, StudioCanal Image, Euro International s.p.a. ; distribuidora: Unidex.

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Intérpretes:

Anna Karina. Ángela: Angela.
Jean Paul Belmondo: Alfred Lubitsch.
Jean-Clause Brialy : Emile Récamier.

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Sinopsis:

Ángela, un streeptease, quiere tener unniño e insiste a su compañero Emile para que se someta a su capricho. El chico se niega, y entonces se lo pide a su amigo Alfred, que tampoco quiere. Aunque finalmente se sale con la suya.

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Comentario.

El film empieza como cualquier cuento, "Érase una vez...", y acaba con una pregunta retórica del propio cineasta a través de su protagonista, Emile, mirando al espectador: "No sé si es una tragedia o una comedia, pero sé que es una obra maestra". Nunca sabremos a ciencia cierta, si no es preguntándoselo directamente al realizador y suponiendo que nos quiera contestar, si estaba emitiendo un veredicto sobre su propia obra o si estaba empleando un tono irónico y cómplice con un espectador, al que le da una serie de nombres sueltos: comedie, française, musical, teatro, sentimental, Lubitsch..., una serie de etiquetas agrupadas bajo su propia marca autoral, con esos grandes letreros, tan repetidos por otros realizadores emulando a Godard, una sopa de letras que debe organizar el espectador,  para cuya ejecución utiliza los colores de la bandera francesa, que repite en la indumentaria de Ángela. Esta película recibió el premio especial del jurado de Berlín, por su originalidad, juventud, atrevimientos e impertinencia.

Y esto es lo que transmite 'Une femme est une femme', que desde el primer minuto nos recuerda mediante el grito tan característico de 'Action', que da paso a la primera secuencia, que estamos en el cine y que lo que se va a representar es una ficción. Pero la broma del destino es que precisamente el cine suele funcionar como una crónica del momento en que se hizo la película,  especialmente en un movimiento que salía tanto a la calle como la 'Nouvelle Vague',y nos retrotrae al principio de la década de los 60 en la que el consumo capitalista, muy criticado por los revolucionarios y comunistas de la época, no había casi ni empezado su andadura: casas escasamente equipadas, con una treintena de libros, (cifra muy superada hoy por quien ni siquiera lee),  una lámpara de pie muy ligera,  que se trasladaba de una parte a otra de la habitación por las noches, coches pequeños, ropa sencilla, gente sencilla, situación que el hombre de hoy contemplaría como una carencia, pero que era compensada con creces por un sentimiento de solidaridad y fraternidad entre las gentes, ya fueran streep-teases, soplones de la policía, escritores, bohemios o cineastas. El propio Godard hace publicidad de las películas de su amigo François Truffaut, -'Disparen al pianista', que había visto la luz el año anterior, o 'Jules y Jim', que se estaba rodando en ese momento y se estrenaría en 1962-, algo insólito en un mundo de competencia cruel como el nuestro.

Los cineastas que crecieron y se desarrollaron en torno a Bazin , director de Cahiers du Cinéma, y formaron parte de la Nouvelle Vague, mostraron una admiración constante por el género musical norteamericano, al que Angela y Alfred rinden un simpático homenaje en la calle tras hacer un repaso a sus ídolos: Bob Fosse,  Gene Kelly , Cyd Charisse. La admiración fue recíproca al otro lado del Atlántico: Fraçoise Truffautt trabajó en el film de Steven Spielberg 'Encuentros en la Tercera Fase', una evidencia de su admiración por el cine de género, y realizó una célebre entrevista a Alfred Hitchcock, que captó el interés universal sobre el maestro del cine de suspense; Quentin Tarantino ha llamado a su Compañía Productora Banda Aparte (A Band Apart), en homenaje a Godard. Recientemente Zach Braff, actor y director de cine independiente ha realizado un cameo muy llamativo de esta película en su cinta, interpretada por Natalie Portman, Algo en común (Garden State, 2004), un gag inolvidable que dificilmente olvida quien ha visto esta película. 

Se podrían decir muchas más cosas en torno a este film que lleva la impronta del inagotable Jean-Luc, pero nos vamos a quedar con una sola más. El film esta planteado como un trío en torno a una mujer que se ha empeñado en tener un hijo y que implica en sus enredos a dos amigos: Emile y Alfred y que, finalmente se saldrá con la suya. Es difícil entender hoy la naturalidad con la que ambos hombres actúan y se desenvuelven con la chica, sin malos royos, conscientes de que coquetea, -y algo más-, con los dos, y les preocupa más perder su libertad en una situación en la que escasean los recursos, en un tiempo en que se estaba gestando una revolución que estalló en mayo de 1968, y en el que los trabajos a que tenían acceso no sólo eran precarios, sino de lo más singulares, que los celos por la posesión de la joven, tan libre como ellos. Hoy el hombre ha aprendido de estas experiencias que, quizás, el amor libre no es tan fácil de sobrellevar, y, solo, en un mundo que ha perdido la solidaridad se encamina hacia relaciones perversas, en algunos casos malsanas y crueles, en las que, cuando se acaba el amor, se despacha al amante sin contemplaciones, intentando herir incluso a los de alrededor. Cada vez son más las películas que recogen la situación de un hombre o mujer solitarios y perdidos, humillados y ofendidos, como 'La pianista' de Michael Haneke, Intimidad de Patrice Chéreau, o incluso la muy reciente Her de Sipke Jonce, en la que su protagonista se enamora de un programa de ordenador, con voz femenina, que también lo abandona, porque estos programas como el amor, llega un momento en que se acaban. Un combate que, al final, nadie gana. 

Esta película la podéis ver completa y de forma gratuita en Youtube. No os la perdáis, pasaréis un buen rato.