Líbranos del mal (2014). Scott Derickson
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Ficha técnica:
Título original: Deliver us From Evil.
País: Estados Unidos.
Año: 2014.
Duración: 118 minutos.
Dirección: Scott Derrickson.
Guión:Paul Harris Boardman, Glenn S Gainor, Scott Derrickson, basado en ellibro de Ralph Sarchie y Lisa Collier Cool.
Dirección de Fotografía: Scott Kevan. Color
Música: Christopher Young.
Edición: Hason Hellman.
Diseño de Vestuario: Christopher Peterson.
Productores:Paul Harris Boardman, Glen S.Gainor, Chad Oman, Mike Stenson y Ben Waisbren.
Diseño de producción: Bob Shaw.
Compañías: Scrrem Gens y Jerry Bruckheimer Films, asociadas con Istar Capital. Distribuidora: Sony Pictures Releasing.
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Intérpretes:
Eric Bana: Ralph Sarchie,
Edgar Ramirez: Mendoza,
Olivia Munn: Jen,
Chris Coy: Jimmy,
Dorian Missick: Gordon,
Sean Harris: Santino,
Joe McHale: Butler,
Mike Houston: Nadler.
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Sinopsis:
Ralph Sarchie no pasa por su mejor momento personal. Un día, este agente de la policía de Nueva York comienza a investigar una serie de crímenes de difícil explicación. Con la ayuda de un sacerdote, experto en exorcismo, se enfrentará a una serie de espíritus demoníacos que parecen ser los culpables de todo.
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Críticas y comentario:
Scott Derickson realiza un film muy oscuro y controvertido, de cuya profundidad nos avisan las primeras imágenes, que toman la entrada de un grupo de soldados en unas cuevas en busca de rebeldes, ( es difícil entender a quién se designa con este nombre), con gafas de visión nocturna, mientras una letrero nos advierte de que la acción se produce en Iraq en 2010 ( ni en 1991, ni en 2003), lo cual marca el lugar y el tiempo en el que se coloca el film, ya que esta última contienda en la que los norteamericanos participaron desoyendo los mandatos de las Naciones Unidas y acompañados por países como España e Inglaterra, no dejaron indiferente a nadie. La única incógnita reside en conocer cual es el propósito de Scott Derickson cuando asume la dirección de esta película, en la que se va a reproducir el tantas repetido enfrentamiento en el cine entre la lógica y la religión, y quién va a ganar esta batalla entre el mal primario, -un diablo de los de verdad, con cuernos y rabo- que se introdujo en el cuerpo de un soldado, que para mayor abundamiento se llama Sandino, y el bien, o el razonamiento lógico y científico.
Antonio José Navarro da la clave en la propia entradilla de su colaboración mensual en Dirigido por..., al preguntarse, en primer lugar a qué género nos enfrentamos : ¿"Biopic", film policíaco, relato de terror? La nueva película de Scott Derrickson, Líbranos del mal, es intensa, inquietante y muy hábil una vez encuentra su equilibrio entre lo sobrenatural y lo criminal, y empieza a manipular las emociones del público." Más adelante señala algunos hechos de vital importancia, y que influyen en las críticas norteamericanas que se publican en periódicos que viven de sus lectores y procuran no molestarles demasiado: " De hecho, según una encuesta de Gallup del año 2003, el 79 % de los habitantes del Sur del país creen en la existencia "real" del demonio, al que culpabilizan de los males que asolan a América: desempleo, crimen, terrorismo, crisis económica,, inmigración, aborto, matrimonios gay. Y la cifra va en aumento...Como señala el profesor W.Scott Pole, el Demonio está más presente en el vocabulario de políticos y líderes sociales en los Estados Unidos que en la Europa del siglo XVII. " Pero hay más, "Y según otra encuesta, obra de Harris Poll y fechada en 2007,el 62 % de los estadounidenses aceptan la existencia de Satán por encima de las teorías de Darwin sobre la evolución." (Antonio José Navarro. El demonio vive en el Bronx. Dirigido por...Septiembre 2014).
La crítica norteamericana no ha mirado con buen ojo el film, y la española ha hecho cierto seguimiento de esta posición. Incluso Rotten Tomatoes la ha ignorado y no ha realizado las habituales encuestas entre el público. El veredicto de José Arce es paradigmático de lo que decimos: "Como tantísimas otras hermanas, esta película de exorcismos no aporta nada al subgénero. De hecho, es bastante más ridícula que la mayoría, precisamente por el tono más seriote con el que pretende pasmar/informar/atar a la butaca al palco. Mal." No es, desde luego, la primera vez que los norteamericanos asocian el mal con oriente, (recordemos por ejemplo 'El exorcista'), pero en esta ocasión en la que, por primera vez, según Antonio José Navarro, ponen a trabajar, en una alianza muy particular al Orden policial/legal y al orden religioso en su lucha contra el mal (opus cit.), los antiguos soldados, ahora policías en el Bronx,siguen sin salir del túnel en el que se jugaba la vida sus compañeros antiguos soldados, formando parte de operaciones nocturnas, (son muy escasas las secuencias filmadas en las calle durante el día), buscando 'demonios' que asesinan y violan niñas.
Lo que verdaderamente hay que dilucidar es si la película representa una denuncia de lo que los norteamericanos hicieron en Iraq, algo improbable ya que en la realidad Ralph Sarchie, un policía auténtico, interpretado por Eric Bana, en cuyo libro se inspira la película, trabajó con diferentes exorcistas en la resolución de algunos casos, como a nadie se le escapa que hacen los agentes de diferente países que trabajan a menudo con videntes. Sandino, como muchos otros volvió de la guerra hundido, e intentaba abrir un portal, un punto de entrada, a un demonio para que fustigue a la sociedad norteamericana, y de este modo dominar el mundo. La dicha invocación, "Invocamus te ut ingrediar ab inferis-, se supone que la leyó por primera vez en el maldito país de oriente próximo y como consecuencia fue poseído por una entidad maligna, que ocupo su cuerpo de buen americano y lo empujó a hacer el mal. Ralph, un hombre agnóstico, también ha sido poseído y sólo puede salvar a su familia, humillándose ante Dios. ¿Qué les movía la fe o el deseo de venganza?
Pero el verdadero subtexto del film, que asocia Iraq, sexo extra-matrimonial, hijos ilegítimos, pederastas y otros males con la ausencia de fe, es esta mentalidad que muestran de forma objetiva las encuestas, y que puede suponer una seria amenaza para las libertades del pueblo americano, y como consecuencia para todos los demás. ¿Por qué el hombre busca hacer el bien, le pregunta el sacerdote Mendoza a Ralph, si no cree en Dios? Hay muchas razones: el instinto de supervivencia propio y de la familia; el deseo de dejar un buen recuerdo en los demás...La pregunta da pie a otra cuestión: ¿Por qué quienes creen en Dios defienden sistemas que conllevan hambre, miseria, muerte ...para otros hombres?. En el film de Derickson gana la batalla la religión, El incrédulo policía participa en un exorcismo, excesivamente largo y un tanto cansino, ya que el espectador conoce los rituales de tanto verlos en la pantalla.
Un buen testimonio de la idiosincrasia de los pueblos, que son muy responsables de su destino y no pueden cargar sus culpas a 'Otro',sea el demonio, los políticos o los funcionarios. Una crónica de un pueblo que carga ya sobre sus espaldas con demasiados complejos de culpabilidad, que siempre tienen traducción en su cine: la aniquilación de los indios, su reclusión en reservas, la violación de sus sagrados cementerios, las Guerras de Vietnam y Camboya, Afganistán y ahora la última, Iraq, ilegal y mortífera, que les ha arrebata el apoyo de su 'Dios' venerado en las más variadas y variopintas Iglesias; todos estos acontecimientos han dejado su huella en las creaciones artísticas de los norteamericanos, desde los cuadros de Hartung hasta películas como Poltergeist. Es necesario encontrar un chivo expiatorio rápido: la invasión de Iraq está justificada por la existencia de un portal en la zona para facilitar la entrada del maligno en Estados Unidos.¿Lo han conseguido los malhechores o lo han impedido los hijos de Dios?
Lo que verdaderamente hay que dilucidar es si la película representa una denuncia de lo que los norteamericanos hicieron en Iraq, algo improbable ya que en la realidad Ralph Sarchie, un policía auténtico, interpretado por Eric Bana, en cuyo libro se inspira la película, trabajó con diferentes exorcistas en la resolución de algunos casos, como a nadie se le escapa que hacen los agentes de diferente países que trabajan a menudo con videntes. Sandino, como muchos otros volvió de la guerra hundido, e intentaba abrir un portal, un punto de entrada, a un demonio para que fustigue a la sociedad norteamericana, y de este modo dominar el mundo. La dicha invocación, "Invocamus te ut ingrediar ab inferis-, se supone que la leyó por primera vez en el maldito país de oriente próximo y como consecuencia fue poseído por una entidad maligna, que ocupo su cuerpo de buen americano y lo empujó a hacer el mal. Ralph, un hombre agnóstico, también ha sido poseído y sólo puede salvar a su familia, humillándose ante Dios. ¿Qué les movía la fe o el deseo de venganza?
Pero el verdadero subtexto del film, que asocia Iraq, sexo extra-matrimonial, hijos ilegítimos, pederastas y otros males con la ausencia de fe, es esta mentalidad que muestran de forma objetiva las encuestas, y que puede suponer una seria amenaza para las libertades del pueblo americano, y como consecuencia para todos los demás. ¿Por qué el hombre busca hacer el bien, le pregunta el sacerdote Mendoza a Ralph, si no cree en Dios? Hay muchas razones: el instinto de supervivencia propio y de la familia; el deseo de dejar un buen recuerdo en los demás...La pregunta da pie a otra cuestión: ¿Por qué quienes creen en Dios defienden sistemas que conllevan hambre, miseria, muerte ...para otros hombres?. En el film de Derickson gana la batalla la religión, El incrédulo policía participa en un exorcismo, excesivamente largo y un tanto cansino, ya que el espectador conoce los rituales de tanto verlos en la pantalla.
Un buen testimonio de la idiosincrasia de los pueblos, que son muy responsables de su destino y no pueden cargar sus culpas a 'Otro',sea el demonio, los políticos o los funcionarios. Una crónica de un pueblo que carga ya sobre sus espaldas con demasiados complejos de culpabilidad, que siempre tienen traducción en su cine: la aniquilación de los indios, su reclusión en reservas, la violación de sus sagrados cementerios, las Guerras de Vietnam y Camboya, Afganistán y ahora la última, Iraq, ilegal y mortífera, que les ha arrebata el apoyo de su 'Dios' venerado en las más variadas y variopintas Iglesias; todos estos acontecimientos han dejado su huella en las creaciones artísticas de los norteamericanos, desde los cuadros de Hartung hasta películas como Poltergeist. Es necesario encontrar un chivo expiatorio rápido: la invasión de Iraq está justificada por la existencia de un portal en la zona para facilitar la entrada del maligno en Estados Unidos.¿Lo han conseguido los malhechores o lo han impedido los hijos de Dios?
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