Los crímenes de Oxford. Alex de la Iglesia




Ficha técnica:

Oxford Murders
País: España.
Año: 2008.
Duración: 110 minutos.

Dirección: Alex de la Iglesia.
Guión: Alex de la Iglesia, Jorge Gerricoechevarria, basado en una novela de Guillermo Martínez.
Director de Fotografía: Kiko de la Rica.
Música: Roque Baños.
Director artístico: María Chryssikos.
Decorador del set: Marshall Aver.
Supervisor efectos visuales: Rafael Solórzano

Maquillaje y peluquería: Ñesñey Smith, Xanthia White, Karen Cohen, Sidonay Jackson, Ely Jim.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Intérpretes:

Elijah Wood: Martin
John Hurt: Arthur Seldom
Leonor Watling: Lorna,
Julie Cox: Reth,
Jim Carter: Petersen,
Alex Cox: Kalman,
Burn Corman: ^pdprpv,
Dominiqye Pinon: Frank,
Anna Massey: Mrs. Flageton.
Danny Sapany: ScottAlan David: Mr. Higgins.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Sinopsis:


Martin es un estudiante  americano, Martin (Elijah Wood),  que llega a la Universidad de Oxford para que un profesor de lógica, John Hurt (Arthur Seldom), dirija su tesis. Ambos deberán descifrar una serie de crímenes con inquietantes puntos en común. Cuando Martin descubre el cuerpo sin vida de su casera, una mujer que en su juventud había formado parte del equipo que descifró el Código Enigma de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y el profesor  recibe una nota en la que se advierte que ése es el primero de una serie de asesinatos, ambos deciden investigar el caso, utilizando códigos matemáticos, para encontrar el patrón que sigue este asesino en serie. Basada en el libro "Oxford Murders" (Crímenes Imperceptibles), de Guillermo Martínez.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Comentario:


Formalmente, (filmación, tratamiento del color, edición...) la cinta, impersonal y prescindible, no es indigna, aunque  ha perdido  los toques de humor bizarro y castizo que caracterizan al  autor, al enfant terrible  que es Alex de la Iglesia, lo que, como afirmaba Carlos Boyero cuando se estrenó la película, no se sabe si es bueno o es malo. El resultado es una película tan embarullada, enmarañada y confusa que es difícil de seguir y acaba por producir un aburrimiento mortal; hay quien intenta justificar la reflexión intelectual y epistemológica, como queriendo dar a entender que ellos sí se han enterado, y no es esa la cuestión, sino que la puesta en escena de ese planteamiento tan pretencioso es a la vez  tan desafortunada que coloca al director español al nivel de un novato. Por otra parte, Leonor Watiling se come, literalmente,  a un Eliaj Wood que parece su hijo, y llega al ridículo total cuando está guisando unos espaguetis vestida únicamente con un delantal. Da la impresión de que va a tragarse  al  indefenso joven interpretado por un actor que apenas ha crecido desde que interpretara a Frodo en la saga de 'El Señor de los Anillos',  y que ahora se enfrenta a una peligrosa hydra a punto de devorarlo.

Hay unanimidad en la crítica de los espectadores, alguna que otra con bastante salero, los blogs y los críticos de oficio de los periódicos, un poco más condescendientes por razones obvias. Ahora se vuelve a hablar de ella porque una cadena de cine privada la emite estos días y va recogiendo a quienes no la vieron en su momento en una sala de proyecciones. Sentada en una butaca de casa el film de Alex de la Iglesia, un director muy admirado por ciertos sectores, que llegan a considerarlo el mejor del país, observas cómo, se hunde cuando intenta hacer un cine menos castizo y  lo que muchos entienden por europeo. El sentimiento que te invade a medida que avanza la película es el de la satisfacción de  no haber cedido a los llmamiento de la propaganda y haber acudido a una sala de proyecciones de la que hubieras salido absolutamente insatisfecho@ y enfadad@.

En Fotogramas escribieron Jordi Costa y Fausto Fernández, uno en contra y otro a favor, incidiendo casi en los mismo aspectos, que sin embargo dan lugar a una valoración muy diferente:

Jordi Costa se posiciona en contra con estos argumentos: "Su película se cierra con una soberbia escena de transferencia de culpa y se plantea como insólita indagación sobre la epistemología del género (criminal): también contiene un (falso) plano secuencia que es toda una exhibición de fuerza de un cineasta que podría ser capaz de todo. El problema es, prácticamente, todo lo demás, y que Los Crímenes de Oxford siga siendo lo que fue sobre el papel. El cambio de registro no es tan radical como parece, y el viejo estilo vehemente del director emerge a veces como pura sobreactuación. Y hay, asimismo, algún posibilismo de producción (ese accidente climático) y notas de humor (el contraplano que alude a una posible lectura homoerótica) que este crítico preferiría no haber visto."

Fausto Fernández ve las  mismas cosas de otra manera: "Obsesión, (im)perfección y caos son los mecanismos de precisión mediante los cuales Álex de la Iglesia ejecuta, con virtuoso brazo de hierro, un brioso y calculado enigma que revela que las matemáticas son más cuestión de actitud (creativa) que de rectitud (formal). Un impresionante plano secuencia plantea el problema clave del film: sospechosos, culpables, víctimas y pistas varias se mueven coreográficamente al ritmo de un elaborado azar en donde el director demuestra que su acercamiento a la cuadriculada novela que adapta es, por encima de todo, juguetón. El final, en un museo lleno de impecables falsificaciones arqueológicas, reivindica la armonía del engaño."
  ...

Comentarios

Entradas populares