Si decido quedarme. R.J.Cutler
Título original: If I Stay
País: Estados Unidos.
Año: 2014.
Duración: 106 minutos.
Dirección: R.J.Cutler.
Guión: Shauna Cross, basado en la novela de Gayle Forman
Productores: Denisse Di Novi y Alison Greenspan
Compañías. Productora: New Line Cinema, Metro Goldwin Mayer; distribución Warner Bros.Pictures International Spain
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Intérpretes:
Chloë Grace Moretz: Mia Hall,
Mireille Enos : Kat Hall,
Jamie Blackley : Adam,
Liana Liberato : Kim Schein,
Stacy Keach : Abuelo,
Aisha Hinds : Enfermera Ramírez,
Chelah Horsdal: Liddy,
Jakob Davies : Teddy Hall
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Sinopsis:
Mia tiene diecisiete años, un hermano pequeño de ocho, un padre músico y el don de tocar el chelo como los ángeles. Muy pronto se examinará para entrar en la prestigiosa escuela Juilliard, en Nueva York, y, si la admiten, deberá dejarlo todo: su ciudad, su familia, su novio y sus amigas. Aunque el chelo es su pasión, la decisión la inquieta desde hace semanas. Una mañana de febrero, la ciudad se levanta con un manto de nieve y las escuelas cierran. La joven y su familia aprovechan el asueto inesperado para salir de excursión en coche. Es un día perfecto, están relajados, escuchando música y charlando. Pero en un instante todo cambia. Un terrible accidente deja a Mia malherida en la cama de un hospital. Mientras su cuerpo se debate entre la vida y la muerte, la joven tiene una experiencia extracorporal mientras está dormida y ella misma,como todos los que se encuentran en su situación, ha de elegir si desea seguir adelante. Y esa decisión es lo único que importa.
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Críticas y comentario:
La crítica norteamericana ha machacado la opera prima para la gran pantalla de R.J.Cutler, tratándola con gran desprecio y acusándola de pretensiones bergmanianas (por la reflexión, que aquí no existe, en torno a la muerte) y gran inmadurez. Lo que sí es cierto es que, si el joven director R.J.Cutler se arma un lío al narrar esta historia, los críticos acaban de enredar la madeja, porque no terminan de comprender un discurso, que creen que va dirigido a los adolescentes, entre otras cosas,por el hecho de que pasan por alto, deliberadamente (se repite en demasiadas ocasiones para no darse por enterado), la renuncia de unos padres a vivir de acuerdo con sus principios,y a los que etiquetan como 'roqueros', que es algo así como llamarlos 'chalados', 'inmaduros' y 'gente que se niega a crecer', especialmente si no han triunfado, aunque luego paguen lo que haga falta para ocupar un lugar privilegiado en un concierto de 'Sus Majestades Satánicas', los Rolling Stones, aunque su música les fastidie, solo para decir: "Yo también estuve allí." (Aconsejamos leer las crónicas de la reciente visita del grupo a Madrid; no sabemos si hay 'otros' como ellos en la actualidad; si nadie los conoce¡Qué importa!)
Oti R. Marchante (Diario ABC, 19 de setiembre de 2014) sentencia, respecto al primer trabajo para la gran pantalla de este productor de TV y director de teatro estadounidense que :"(...) el director, R.J. Cutler, consigue una rara mezcla de cursilerías y brutalidad (el argumento no se priva en propinarle unas buenas cuchilladas a la confianza del espectador, que se cree a salvo en un producto aparentemente suave). Y este punto que le da algo de consistencia y picante al rábano, se ve amplificado por la potencia de Bambi de su protagonista, Chloë Grace Moretz, que te agarra como agarra el chelo y rasca ahí lo que puede. ("Si decido quedarme": Bambi Chloe Gräze Moret).Y quizás de en el clavo de por qué no ha gustado a amplios sectores de la crítica, ya que el hombre se comporta con frecuencia con gran superficialidad; nos viene a la memoria lo que escribió García Lorca a su madre (Biografía del poeta de Ian Gibson), cuando discutían sobre su pasión por la poesía, -aunque hizo una carrera para aplacar a sus padres, murió poeta-: "dile a mi padre que si quiere hablar sobre mi autentica pasión que no lo haga con el médico, el cura o el boticario del pueblo, sino contigo y mis hermanos, que sois los únicos que me queréis de verdad".
Mariló García, se siente defraudada porque la película no entra con profundidad en el tema de la vida o de la muerte, ni se introduce en el género de la ciencia-ficción: "La película sí evita entrar en el debate de una manera profunda y se enreda en una historia de amor teenager. Es como ver a una Bella durmiente del siglo XXI preguntándose si desea el beso del príncipe. Pesa en todo más la metáfora que el desarrollo en sí. Tenía potencial Si decido quedarme, aunque no es difícil dejarse llevar por la historia mientras uno construye la suya propia." (Si decido quedarme. Cinemanía).
La crítica norteamericana conoce mejor el terreno en que se mueven las actuales tendencias cinematográficas de su país, con la moda actual, que llaman "El fallo en nuestros coches", de representar en las pantallas una muerte prematura provocada por los accidentes de tráfico. Justin Chang dice en Variety: "If I Stay" es una película de contrastes contundentes - no sólo la vida frente a la muerte, sino también la extraversión versus introversión, clásico vs rock - ambos ampliamente representados en (...) los gustos musicales totalmente divergentes de los personajes principales que proporcionan una metáfora, que repercuten en sus diferencias como individuos: Mia, pasa horas en solitario con Bach y Beethoven,lo que le hace sentirse socialmente torpe, y se esfuerza por encajar en el mundillo de Adam, un círculo de amigos, aficionados y grupies cada vez más amplio...(Justin Chang. Film Review: If I Stay. Variety).
Y es que de esto va este tearjerker (melodrama como lo llaman los norteamericanos), más o menos bien realizado, cuya comprensión dependerá de las experiencias e intuiciones extradiegéticas del espectador. La dedicación a la música no sólo es una opción 'profesional', sino una elección vital, que impone con frecuencia el alejamiento físico de la familia y la pareja, la inestabilidad económica y a veces emocional, que puede provocar desequilibrios en el 'otro', y que, como una bestia insaciable acabe devorando a quien le entrega su vida, desde edad muy temprana, haciéndole olvidarse de que, para bien o para mal 'la vida es lo que pasa mientras uno está haciendo otros planes'. Mia, atrapada en estas dudas internas, entre el amor y su pasión, la estabilidad y la aventura (de dejar a la familia e ir a The Juilliard School, un conservatorio muy prestigioso ubicado en New York) , le cuenta sus reflexiones en voz alta a su madre, una antigua roquera: "Si Adam y yo no fuéramos músicos podríamos ir a la Universidad, como hace la gente normal." Pero la madre, más mayor y experimentada sabe que eso es otra patraña, que no existe la gente normal, que las relaciones son complicadas y que la música no tiene la culpa de nada; "la vida es un gigantesco lío de mierda de que te cagas y el amor es una putada, si además lo complicas con otros sentimientos", concluye con un lenguaje informal y adolescente que le acerca a su hija. Y esto lo sabe todo el mundo, porque si no ha sentido la llamada de las artes, si ha sufrido los placeres y la desazón, que en ocasiones paraliza, del amor y del desamor.
Pero que nadie se engañe, Cutler no centra el tema en los jóvenes.El padre y la madre de Mia eran roqueros, es decir, músicos del siglo XX, que, como todos los que se dedicaron y se dedican a interpretar la misma forma artística de expresión, ya se trate de las creaciones propias o de la música que hicieron otros en siglos anteriores, llegado el momento en que tuvieron hijos y necesitaron darles una estabilidad económica y emocional, renunciaron a su pasión. dedicándose, Denny, el padre, a dar clase de lengua en un Instituto, algo que también le acabó gustando, y, Kat, la madre, a trabajar como agente de viajes y a cumplir como perfecta ama de casa, elección que supone una gran renuncia y un sacrificio, y que procuran llevar bien en beneficio de su prole. Pocos de nosotros hemos estado sometidos a un coma profundo, y, como consecuencia, pocos sabemos cómo se sale de él; debilitados por la ignorancia, unos, como el abuelo, que carga en su conciencia con el complejo de culpa de haber presionado a su hijo para que dejara la música, y que cree sinceramente que éste ha sido mejor padre que él, le pide a su nieta que decida si irse o quedarse en este mundo, perdida la familia feliz que había tenido y que tanto la había apoyado, Sólo Adam, sabe cómo devolver a la joven su amor a la vida, que no es dándole el beso del príncipe que la despierte,sino recordándole que el mayor aliciente que les une a ambos a este mundo sigue estando ahí: la música, y que no están solos porque se tienen el uno al otro para luchar juntos y contra la sociedad por vivir como ellos quieren. Si alguno duda de esto que se haga una pregunta:¿Cuántas veces habéis dicho o habéis oído a alguien decir a un un músico, algo así como ésto: "Si bueno, pero además qué haces?
Vivimos en un mundo cada vez más urbano, en el se reducen progresivamente las zonas rurales, y en el que se necesita un salario para tener un techo, pagar los suministros, vestir y comer Carecer de él puede provocar una angustia mucho más profunda que el melodrama que presenta el film, especialmente si tienes siempre a tu lado al 'abogado del diablo' que te recuerda que has equivocado el camino, y si padeces la culpa es exclusivamente tuya y de tu soberbia. Como dice Justin Chang el film trata muchos temas: los accidentes de tráfico que truncan muchas vidas jóvenes, la coexistencia de lenguajes musicales distintos, el choque generacional, que empuja (o no) a la hija de unos roqueros, enamorada de otro joven, que hace también la música de su tiempo, a volver la mirada al clasicismo, la dificultad de cualquier artista de encontrar un lugar entre la gente 'normal', que, de alguna manera lo discrimina basándose en su inadaptación a la vida corriente, pero que acaba víctima de su incapacidad para vivir feliz, etc. Otra cuestión es que R.J.Cutler haya acertado al elegir la estructura del texto cinematográfico, las texturas, el punto de vista o se haya mostrado más o menos diestro en el manejo de los materiales literarios y su adaptación al cine, dejando entrever en exceso sus orígenes televisivos. En cierta medida adopta el esquema de Alejandro Amenabar en 'Mar adentro', que trata la historia de un tetrapléjico, inmovilizado en una cama, de la que se escapa constantemente hacia el mar, hacia sus recuerdos sus recuerdos de los tiempos en los que era un hombre joven que podía andar.La diferencia radica en que el cineasta español es un realizador consagrado, poco prolífico y con películas muy bien elaboradas, y ésta es la ópera prima de un hombre que procede de la televisión, lo que no debe ser un argumento para machacarlo de la forma que lo han hecho. Nos hace llorar, es cierto, pero a veces es conveniente reflexionar sobre la condición humana y el dolor que produce, y sentir un poco de pena y, si es posible, arrepentimiento, como el que siente el padre de Denny.
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Críticas y comentario:
La crítica norteamericana ha machacado la opera prima para la gran pantalla de R.J.Cutler, tratándola con gran desprecio y acusándola de pretensiones bergmanianas (por la reflexión, que aquí no existe, en torno a la muerte) y gran inmadurez. Lo que sí es cierto es que, si el joven director R.J.Cutler se arma un lío al narrar esta historia, los críticos acaban de enredar la madeja, porque no terminan de comprender un discurso, que creen que va dirigido a los adolescentes, entre otras cosas,por el hecho de que pasan por alto, deliberadamente (se repite en demasiadas ocasiones para no darse por enterado), la renuncia de unos padres a vivir de acuerdo con sus principios,y a los que etiquetan como 'roqueros', que es algo así como llamarlos 'chalados', 'inmaduros' y 'gente que se niega a crecer', especialmente si no han triunfado, aunque luego paguen lo que haga falta para ocupar un lugar privilegiado en un concierto de 'Sus Majestades Satánicas', los Rolling Stones, aunque su música les fastidie, solo para decir: "Yo también estuve allí." (Aconsejamos leer las crónicas de la reciente visita del grupo a Madrid; no sabemos si hay 'otros' como ellos en la actualidad; si nadie los conoce¡Qué importa!)
Oti R. Marchante (Diario ABC, 19 de setiembre de 2014) sentencia, respecto al primer trabajo para la gran pantalla de este productor de TV y director de teatro estadounidense que :"(...) el director, R.J. Cutler, consigue una rara mezcla de cursilerías y brutalidad (el argumento no se priva en propinarle unas buenas cuchilladas a la confianza del espectador, que se cree a salvo en un producto aparentemente suave). Y este punto que le da algo de consistencia y picante al rábano, se ve amplificado por la potencia de Bambi de su protagonista, Chloë Grace Moretz, que te agarra como agarra el chelo y rasca ahí lo que puede. ("Si decido quedarme": Bambi Chloe Gräze Moret).Y quizás de en el clavo de por qué no ha gustado a amplios sectores de la crítica, ya que el hombre se comporta con frecuencia con gran superficialidad; nos viene a la memoria lo que escribió García Lorca a su madre (Biografía del poeta de Ian Gibson), cuando discutían sobre su pasión por la poesía, -aunque hizo una carrera para aplacar a sus padres, murió poeta-: "dile a mi padre que si quiere hablar sobre mi autentica pasión que no lo haga con el médico, el cura o el boticario del pueblo, sino contigo y mis hermanos, que sois los únicos que me queréis de verdad".
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| Este fotograma, absolutamente intrascendente y que no incide en nada, puede despistar sobre el contenido delfilm y atraer a unos espectadores, espantar a otros t decepcionar a todos. (En Cinemanía) |
Mariló García, se siente defraudada porque la película no entra con profundidad en el tema de la vida o de la muerte, ni se introduce en el género de la ciencia-ficción: "La película sí evita entrar en el debate de una manera profunda y se enreda en una historia de amor teenager. Es como ver a una Bella durmiente del siglo XXI preguntándose si desea el beso del príncipe. Pesa en todo más la metáfora que el desarrollo en sí. Tenía potencial Si decido quedarme, aunque no es difícil dejarse llevar por la historia mientras uno construye la suya propia." (Si decido quedarme. Cinemanía).
La crítica norteamericana conoce mejor el terreno en que se mueven las actuales tendencias cinematográficas de su país, con la moda actual, que llaman "El fallo en nuestros coches", de representar en las pantallas una muerte prematura provocada por los accidentes de tráfico. Justin Chang dice en Variety: "If I Stay" es una película de contrastes contundentes - no sólo la vida frente a la muerte, sino también la extraversión versus introversión, clásico vs rock - ambos ampliamente representados en (...) los gustos musicales totalmente divergentes de los personajes principales que proporcionan una metáfora, que repercuten en sus diferencias como individuos: Mia, pasa horas en solitario con Bach y Beethoven,lo que le hace sentirse socialmente torpe, y se esfuerza por encajar en el mundillo de Adam, un círculo de amigos, aficionados y grupies cada vez más amplio...(Justin Chang. Film Review: If I Stay. Variety).
Y es que de esto va este tearjerker (melodrama como lo llaman los norteamericanos), más o menos bien realizado, cuya comprensión dependerá de las experiencias e intuiciones extradiegéticas del espectador. La dedicación a la música no sólo es una opción 'profesional', sino una elección vital, que impone con frecuencia el alejamiento físico de la familia y la pareja, la inestabilidad económica y a veces emocional, que puede provocar desequilibrios en el 'otro', y que, como una bestia insaciable acabe devorando a quien le entrega su vida, desde edad muy temprana, haciéndole olvidarse de que, para bien o para mal 'la vida es lo que pasa mientras uno está haciendo otros planes'. Mia, atrapada en estas dudas internas, entre el amor y su pasión, la estabilidad y la aventura (de dejar a la familia e ir a The Juilliard School, un conservatorio muy prestigioso ubicado en New York) , le cuenta sus reflexiones en voz alta a su madre, una antigua roquera: "Si Adam y yo no fuéramos músicos podríamos ir a la Universidad, como hace la gente normal." Pero la madre, más mayor y experimentada sabe que eso es otra patraña, que no existe la gente normal, que las relaciones son complicadas y que la música no tiene la culpa de nada; "la vida es un gigantesco lío de mierda de que te cagas y el amor es una putada, si además lo complicas con otros sentimientos", concluye con un lenguaje informal y adolescente que le acerca a su hija. Y esto lo sabe todo el mundo, porque si no ha sentido la llamada de las artes, si ha sufrido los placeres y la desazón, que en ocasiones paraliza, del amor y del desamor.
Pero que nadie se engañe, Cutler no centra el tema en los jóvenes.El padre y la madre de Mia eran roqueros, es decir, músicos del siglo XX, que, como todos los que se dedicaron y se dedican a interpretar la misma forma artística de expresión, ya se trate de las creaciones propias o de la música que hicieron otros en siglos anteriores, llegado el momento en que tuvieron hijos y necesitaron darles una estabilidad económica y emocional, renunciaron a su pasión. dedicándose, Denny, el padre, a dar clase de lengua en un Instituto, algo que también le acabó gustando, y, Kat, la madre, a trabajar como agente de viajes y a cumplir como perfecta ama de casa, elección que supone una gran renuncia y un sacrificio, y que procuran llevar bien en beneficio de su prole. Pocos de nosotros hemos estado sometidos a un coma profundo, y, como consecuencia, pocos sabemos cómo se sale de él; debilitados por la ignorancia, unos, como el abuelo, que carga en su conciencia con el complejo de culpa de haber presionado a su hijo para que dejara la música, y que cree sinceramente que éste ha sido mejor padre que él, le pide a su nieta que decida si irse o quedarse en este mundo, perdida la familia feliz que había tenido y que tanto la había apoyado, Sólo Adam, sabe cómo devolver a la joven su amor a la vida, que no es dándole el beso del príncipe que la despierte,sino recordándole que el mayor aliciente que les une a ambos a este mundo sigue estando ahí: la música, y que no están solos porque se tienen el uno al otro para luchar juntos y contra la sociedad por vivir como ellos quieren. Si alguno duda de esto que se haga una pregunta:¿Cuántas veces habéis dicho o habéis oído a alguien decir a un un músico, algo así como ésto: "Si bueno, pero además qué haces?
Vivimos en un mundo cada vez más urbano, en el se reducen progresivamente las zonas rurales, y en el que se necesita un salario para tener un techo, pagar los suministros, vestir y comer Carecer de él puede provocar una angustia mucho más profunda que el melodrama que presenta el film, especialmente si tienes siempre a tu lado al 'abogado del diablo' que te recuerda que has equivocado el camino, y si padeces la culpa es exclusivamente tuya y de tu soberbia. Como dice Justin Chang el film trata muchos temas: los accidentes de tráfico que truncan muchas vidas jóvenes, la coexistencia de lenguajes musicales distintos, el choque generacional, que empuja (o no) a la hija de unos roqueros, enamorada de otro joven, que hace también la música de su tiempo, a volver la mirada al clasicismo, la dificultad de cualquier artista de encontrar un lugar entre la gente 'normal', que, de alguna manera lo discrimina basándose en su inadaptación a la vida corriente, pero que acaba víctima de su incapacidad para vivir feliz, etc. Otra cuestión es que R.J.Cutler haya acertado al elegir la estructura del texto cinematográfico, las texturas, el punto de vista o se haya mostrado más o menos diestro en el manejo de los materiales literarios y su adaptación al cine, dejando entrever en exceso sus orígenes televisivos. En cierta medida adopta el esquema de Alejandro Amenabar en 'Mar adentro', que trata la historia de un tetrapléjico, inmovilizado en una cama, de la que se escapa constantemente hacia el mar, hacia sus recuerdos sus recuerdos de los tiempos en los que era un hombre joven que podía andar.La diferencia radica en que el cineasta español es un realizador consagrado, poco prolífico y con películas muy bien elaboradas, y ésta es la ópera prima de un hombre que procede de la televisión, lo que no debe ser un argumento para machacarlo de la forma que lo han hecho. Nos hace llorar, es cierto, pero a veces es conveniente reflexionar sobre la condición humana y el dolor que produce, y sentir un poco de pena y, si es posible, arrepentimiento, como el que siente el padre de Denny.
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