El resplandor. Stanley Kubrick








Ficha técnica:


Título original: Shining.
País: Estados Unidos.
Año: 1980.
Duración: 146 minutos.

Dirección: Stanley Kubrick.
Guión: Stanley Kubrick y Diane Johnson, basado en una novela de Stephen King.
Casting: James Liggat.
Dirección de Fotografía: John Alcott.
Música: Rachel Elkind.
Edición: Ray Lovejoy.
Dirección artística: Leslie Tomkins.

Diseño de Vestuario: Ken Lawton, Milena Canonero, Ron Beck.
Maquillaje: Barbara Daly, Leonard, Tom Smith.

Productor: Stanley Kubrick.
Productor ejecutivo: Jan Harlan.
Productor asociado: The Producer Cicle Organization: Martin Richars, Mary Lea Johnson, Robert Fryer.
Compañías: Warner Bros.Pictures, Producers Circle, Peregrine...


Intérpretes:



Jack Nicholson: Jack Torrance,
Shelley Duvall : Wendy Torrance.
Danny Lloyd : Danny Torrance,
Scatman Crothers : Dick Hallorann,
Barry Nelson: Stuart Ullman,
Philip Stone : Delbert Grady,
Joe Turkel : Lloyd,
Anne Jackson : Doctor,
Tony Burton : Larry Durkin,
Lia Beldam : Joven mujer de la bañera,
Billie Gibson : Mujer vieja en la bañera,
Barry Dennen : Bill Watson,
Imdb.



Sinopsis:


La película relata la historia de un hombre que, al poco de llegar a un solitario hotel de alta montaña al que se había trasladado con su familia para ocuparse de la vigilancia y el mantenimiento durante el invierno, empieza a sufrir inquietantes trastornos de personalidad. Paulatinamente, debido a la incomunicación, al insomnio, a sus propios fantasmas interiores y, tal vez, a la influencia maléfica del lugar, se verá inmerso en una espiral de violencia contra su mujer y su hijo, que a su vez parecen víctimas de espantosos fenómenos sobrenaturales. (Wikipedia)


Comentario:



Se comete un error al establecer comparaciones entre una obra literaria, que puede servir de base o de excusa a un cineasta, y un producto cinematográfico que en la construcción de la diégesis utiliza recursos necesariamente distintos por las diferencias obvias entre el texto y la imagen, cuestión que comprendió muy pronto el gran cineasta Buñuel al tachar el ojo de una mujer, (El perro andaluz), y sustituirlo por el de la cámara. Por esta razón hay que centrarse en el análisis del film, aunque se puede aceptar que la sobreactuación histriónica que caracteriza a Jack Nicholson se impone desde la primera secuencia a las posibles lecturas de la película, sugeridas en su desarrollo. Stanley Kubrick, con mejor o peor fortuna, ha logrado despertar los monstruos que habitan en muchos espectadores: la terrible sensación de claustrofobia e impotencia que produce un lugar aislado, en el que los seres humanos quedan recluidos sin posibilidad de escapar, sentimiento que conoce quien se adentra en relieves montañosos. El hotel, que, con sus largos y tortuosos pasillos, recorridos un día y otro, sin posibilidad de escapar , captados con leves contrapicados que aumentan la sensación de agobio y que tienen su réplica en el exterior, en el laberinto, simbolizan esta pesadilla. Protagonistas principales son también la música (Bartok, Penderecki), que nos introduce en un clima siniestro con el Dies Irae que acompaña al vehículo de Jack, filmado desde un helicóptero, imagen recurrente en cineastas posteriores ; la estridente decoración de las moquetas, racionales en su diseño, emocionales en su desquiciante colorido; la steady-cam técnica inventada y aplicada al film por Garret Brown, que la utilizó sobre un sillón Ron Ford con ruedas, que no se sabe por qué el making off muestra adornado con macetas. Pero lo que para Wendy (Shelley Duvalls) y Danny (Danny Lloyd) es laberíntico y claustrofóbico, para Jack Torrance (Jack Nicholson) es sinónimo de tranquilidad y fuente de inspiración. Inquietante y profética imagen en la que Jack ve moverse a su hijo y su mujer en miniatura (en el libro son otros personajes) en la maqueta del  citado laberinto situado en el hall del hotel.

Stanley Kubrick nos sumerge desde el primer momento en una esfera sobrenatural, al introducir en sus diálogos la historia de la expedición de Donner, un grupo de colonos de la época de la conquista del oeste, que quedaron atrapados por la nieve en las montañas y tuvieron que recurrir al canibalismo para sobrevivir. La prevención del espectador se sustancia además con la información de que el Hotel Overlook (Más allá de la mirada), había sido construido entre 1907 y 1909 sobre un cementerio indio, con las connotaciones extradiegéticas que el hecho tiene para el amante del western. El lenguaje fílmico, ficticio, se confronta con el televisivo, transmisor de lo 'real', en dos ocasiones: cuando Wendy se preocupa por las explicaciones que Jack da a su hijo sobre el canibalismo, que el niño afirma conocer por la 'tele', lo que debe traer tranquilidad a la madre, y las informaciones meteorológicas que hablan de tres muertos a causa de las nevadas en Colorado. ¿Tres? ¿A quién se refiere? Las facultades que poseen Danny (Danny Lloyd), Jack o el Halloran, el camarero negro, el resplandor (The shining), de comunicarse sin palabras, conocer el pasado o incluso el futuro, forman parte de la parapsicología y lo extrasensorial.

El film está estructurado en partes precedidas de títulos (La entrevista, El día del cierre, martes...) y diferentes niveles, en un entramado en el que es difícil priorizar unos sobre otros. Jack Torrance es un escritor que ha perdido la inspiración y culpa a la familia, como oponente a la creación, que le presiona para obtener un trabajo remunerado (albañil, limpiacoches...). El tránsito desde esta realidad a otras esferas se inicia con su entrada en The Gold Room del hotel  y la inquietante aparición, en primer lugar de Lloyd, y su choque casual después(inspirado en el capítulo 13 The Twilight Zone, 'De regreso allí'/Back There), en el mismo salón lleno de clientes engalanados para una fiesta, con Delbert Grady, que en 1970, enloquecido por el aislamiento mató a su mujer y sus dos hijas, que creará una serie de enigmas sin resolución en el film. ¿ Qué había pasado tres años antes en la familia, cuando Torrance no calculó bien su coordinación muscular y agredió a su hijo, que momentos antes presentaba unas marcas moradas en el cuello? El diálogo entre ambos personajes en unos baños más rojos que la propia sangre que invade recurrentemente el ascensor e inspirados en un diseño de Wright, recoge, mediante un salto de eje muy significativo, las acusaciones recíprocas de ambos personajes de ser los vigilantes asesinos. Delbert Gray advierte a Jack de que su hijo trata de introducir un elemento extraño en ese mundo, un camarero negro (Scatman Crothers) ¿Un medium?

Inquietante ambientación con una música de principios de siglo, Midnight, que acompaña a hombres ya muertos. Si al principio sólo Jack y Dany ven a estos ectoplasmas, al final también los verá Wendy. Otra incógnita. Niño con dos o tres personalidades, Tony, Danny, Doc, padre reflejado en el espejo, del que sólo vemos su imagen invertida, madre temerosa y sencilla que defiende a muerte a su hijo en la célebre secuencia del hacha, puertas que se abren y permiten el tránsito de la realidad a lo sobrenatural...Todo contribuye a la confusión de ambas esferas. Terminado el conflicto, aparentemente liberados madre e hijo, la stadicam entra en el hotel vació y se detiene ante una fotografía de una fiesta celebrada en el hotel en 1921, cuyo centro lo preside Jack Torrance, en un homenaje al travelling final de Ciudadano Kane. Un detalle muy inquietante es que el niño lleve un jersey con un dibujo bordado en el que unas letras forman la imagen del Apollo 11, primera misión tripulada que llegó a la Luna en 1969, un año antes de los cruentos hechos acontecidos en el Overlook. ¿Llevaría el niño un jersey así diez años después ? ¿Fiebre de las cabañas causada por el aislamiento o retorno de los muertos y sus tragedias, que tanto gusta a Stephen King? Secuencias relevantes son las del terrible descubrimiento de Wendy de que su marido escribe cientos de folios con la misma frase, que en castellano se ha reflejado con el famoso dicho de que 'No por mucho madrugar amanece más temprano'; la estrategia del niño en el laberinto para despistar a su padre, reproduce la famosa escena de Mankiewicz en un escenario idéntico en La huella. La imagen de las niñas, de la sangre en el ascensor o el niño en su cochecito filmado por la espalda recorriendo los inmensos pasillos, han sido fuente de inspiración de otros cineastas y han presidido certámenes de Cine, como el de Sitges. A mí este film me da mucho miedo; lo peor el doblaje de Verónica Forqué.



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