Maradona by Kusturika

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Ficha técnica:

Título original  Maradona by Kusturica.
País: co-producción Francia-España.
Año:2008.
Duración: 90 minutos

Dirección: Emir Kusturica.
Director de Fotografía: Diego Pulpeiro.
Música: Stribor Kusturica. Manu Chao
Sonido: Raúl Martínez Ávila, Emmanuel Angrand, Rémi Clément, Bruno Tarrière.
Edición: Svetolik Zajc.

Productor: José Ibañez.
Co-`productores: Belén Atienza, Alvaro Augustín, Olivier Delbosc, Marc Missonier, Gaël Nouaille, Vincent Maraval.
Productores asociados: Maja Kusturica, Christian Valsamidis

Jefe de Producción: Paula Álvarez Vaccaro
Compañías. Productoras: Pentagrama Films, Telecinco Cinema, Wild Bunch, Fidélité

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Intérpretes:  documental, en el que destaca la constante permanencia en pantalla de Diego Armando Maradona y el gran demiurgo, su hacedor: Emir Kusturica para quien el futbolista es la excusa que mueve su  proyecto.

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Sinopsis:

Documental elegiaco del famoso futbolista Diego Armando Maradona

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Comentario:

Emir Kusturika realiza una película clave para entender alguno de los aspectos de su filmografía: "Dios es el único ser que para reinar no tuvo ni tan siquiera necesidad de  existir". Charles Baudelaire. Antes de comenzar a analizar el film creo que es necesario realizar una pequeña reflexión, que no puede ser demasiado extensa aquí y ahora, lo que puede provocar más de una simplificación deformante. No obstante, allá vamos. Desde el nacimiento del movimiento obrero el individualismo de los hombre se manifestó como una barrera de incomprensión entre ellos, que siempre ha favorecido a los dueños del capital, propietarios de los medios de producción; esta diferente forma de contemplar la realidad de los distintos grupos, que no tienen otro modo de subsistir que el producto de su trabajo,  favoreció el nacimiento de diferentes estrategias para tomar el poder y dar lugar a un mundo más justo, con una riqueza mejor repartida, del que cada vez estamos más lejos: los comunistas, que creían que la única forma de llegar a una sociedad sin clases era mediante una dictadura transitoria de los trabajadores, que acabó siendo definitiva, entre otras cosas porque los procesos de transición son muy largos, y la comparación con lo que sucedía en otros lugares del mundo era inevitable; la participación en la democracia sin apellidos (burguesa, orgánica o popular) , que impulsó el renegado Kautsky y que favoreció el nacimiento de la socialdemocracia europea, impulsora del estado de bienestar; el anarquismo, que en estos momentos avanza a marchas agigantadas y que encuentra su cobertura en las democracias de los países sudamericanos...

Cuando todos estos sistemas fallan, el nacionalismo, tradicionalmente llamado de liberación, o el que sueña con naciones grandes y poderosas, comienza a penetrar en los corazones de los hombres y, como la historia demuestra, crea el caldo de cultivo para las guerras más sangrientas. Giulio Carlo Argan nos advertía en su 'Historia del arte moderno y contemporáneo', que la historia del hombre está formada por breves periodos clásicos, en los que este alcanza sus objetivos y se siente satisfecho consigo mismo ( Revolución Francesa), insertos entre grandes periodos románticos, en los que predominan las sensaciones, las emociones o los sentimientos a costa de la razón. Este es el lugar en el que se encuentra Emir Kusturica que jamás aceptó la desmembración de Yugoeslavia, de la que culpa a Javier Solana, a la sazón Mr. Peck, que, como una especie de Ministro de Asuntos Exteriores encabezaba la política liberal europea que quería debilitar la fuerza de un estado del área comunista, para socavar los cimientos de la Rusia de Putin,  De aquellos barros estos lodos; pero si supeditamos nuestros criterios ala razón podemos observar que el muro de Berlín lo derribaron los alemanes del este, y que los gobiernos liberales en lo económico, los eligen libremente los mismos ciudadanos que luego no aceptan sus medidas, con frecuencia más anunciadas que la muerte de los protagonistas de la 'Crónica de una muerte anunciada' de Gabriel García Marquez.

En un ejercicio, apenas sé como llamarlo, si de cinismo, sarcasmo, escarmiento de los ciudadanos cultos occidentales, que se sienten cultos y cultivados,  Emir Kusturica, que habla de From, de Freud, de Jung o de Baudelaire, elige a Maradona como líder mundial, un ex-jugador cocainomano, cuyo mayor mérito, independientemente de lo buen o mal jugador que sea, fue meter un gol a Inglaterra en pleno conflicto de las Malvinas, que curó el orgullo dañado de unos argentinos sometidos a una dictadura militar sanguinaria desde 1976, que lleva dos relojes, uno en cada muñeca, brillantes en las orejas y una inmensa cruz de piedras preciosas talladas, que pende de una gruesa cadena de su pecho; sometido a una serie de causas penales por agredir a periodistas, a una mujer en Italia, atropellar a una pareja en una cabina telefónica con su coche, no querer reconocer hijos naturales y un largo etc., que culpa a los norteamericanos de la producción de droga en Colombia, porque ellos son los consumidores, sin darse cuenta, cuando habla, de que él ha arruinado su vida con la cocaina. Muchos conciudadanos suyos, cuyas madres, reunidas en la Plaza de Mayo, siguen buscando, dieron su vida mientras él estaba en otra cosa, no siempre al servicio de su país.

Pero Kusturica es un intelectual, un buen guitarrista, y no actúa sin pensar, y hace un llamamiento a la emoción: "La gente adora a Maradona. Todos quieren más, mucho más, ya que la normalidad no es una presuposición para el amor y la veneración. Cuando alguien se resigna a la muerte y habla con el corazón como Diego tiene el camino allanado hacia la 'santidad'. La gente necesita un guía, hoy que los líderes no están a la altura; este guía es Maradona y su iglesia maradoniana. Cuando metió el gol a Inglaterra, como todavía no había llegado el momento de convertirse en santo se hizo toxico-dependiente." (literal)

El film está concebido como un show, de aquellos en los que participaba el futbolista.Tras una introducción en la que el propio Kusturica participa como guitarrista en  un concierto con música de Ennio Morricone, interpretando 'El feo, el bueno y el malo', que da comienzo al espectáculo, entra en acción la iglesia maradoniana, la rayada más bizarra que cabe imaginar . El show/película termina con todos cantando 'Caravana', tras hacer un recorrido por la vida y milagros del héroe, el tango, música de macarras y de burdeles, a la que Borges llamó 'el baile de los maridos afligidos', que dota de solemnidad a este inframundo en el que se mueve la película, y los viajes en uno de sus símbolos preferidos, el tren, que ha llevado a tantos hombres a los campos de exterminio nazi, las zonas de trabajos forzados siberianas, y  al exilio  a los españoles que huían de Franco o salían a Europa a trabajar, empujados por la miseria a países cuyo idioma desconocían, pero que también traían de vuelta a los seres queridos y los arrojaban en brazos de sus esposas e hijos.