La dulce mano de la rosa blanca. Davide Melini.
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Ficha técnica:
Título original: The Sweet Hand of the White Rose.
País: España.
Año: 2010.
Duración: 16 minutos.
Dirección: Davide Melini.
Guión: Davide Melini.
Direción de Fotografía y operador de cámara: José Antonio Crespillo.
Música.B.S.O.: Ivan Novelli; Christian Valente.
Montaje: Biktor Kero.
Directora de arte: María Cubiles.
Efectos visuales: Miguel Serón.
Jefa de Vestuario: Carmen Acosta.
Maquillaje y efectos especiales: María Acosta.
Peluquería: Carmen González.
Productor: Davide Melini,
Productora ejecutiva: Favel Aguilera,
Director de producción: Alessandro Fornari.
Financiación: Junta de Andalucía, Consejería para la Igualdady el Bienestar Social, Ayuntamiento de Casabermeja, Ayuntamiento de Málaga y Málaga Film Office. Black Diamond Productions.
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Intérpretes:
Carlos Bahos: Marcos,
Natasha Machuca: Rosa Blanca,
Leocricia Sabán: María,
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Sinopsis:
Esta es su sinopsis: “¿Cuántas veces has tenido un mal día? ¿Cuántas veces has pensado huir de todo y de todos? Eso es exactamente lo que le pasa a Marcos. Para olvidar una acalorada discusión con su novia, decide coger su coche y marcharse lo más lejos posible. Pero un pequeño despiste cambiará su existencia para siempre…”.
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Comentario:
Aquel joven que inició su carrera como asistente de dirección en la célebre serie, creada por John Millius y Bruno Heller, entre otros, para la HBO, 'Rome', una colaboración angloamericana, no tardaría en sorprender gratamente a quienes habían confiado en él . Tras dos cortos muy bien recibidos por la prensa y el público,"Extreme Love" (Amor Extremo) y 'The Screenplay ('El Guión'), ambos de 2006, que le abren las puertas de los festivales internacionales, especialmente el segundo que recibió incluso el premio 'Efata' en 2009, a la Segunda Mejor Película, y dos nominaciones, una en el “Joe d’Amato Horror Film Festival” (Italia, 2007) y la segunda en el “Certamen de Cortometrajes San Pedro de Alcántara” (España, 2008), comienza un viaje que le lleva hasta su última creación: Deep Shock, que verá la luz el próximo año. En 2006, Melini también colaboró como asistente de dirección en “Mother of Tears - The Third Mother” (La Terza Madre), película dirigida por el famoso director italiano de cine de terror Dario Argento. Este largometraje es, tras “Suspiria” (1977) e “Inferno” (1980), el tercer y último capítulo de la trilogía sobrenatural conocida como “Las Tres Madres”.
Tras este reconocimiento siguieron otras realizaciones con el mismo formato de relato corto, ahora ya instalado en España, como 'Puzzle', que le supuso el reconocimiento como cineasta de culto del género, y por el que obtuvo el tercer premio al mejor cortometraje en el “Rome International Film Festival”, además de ser seleccionado en 25 festivales internacionales de Italia, España, Estados Unidos, Escocia Dinamarca, México y Australia. El cortometraje se emitió en Italia en “Short Stories” (“Coming Soon Television”) y en “Terrore Indipendente” (“Channel 24”); en España, en “Málaga en Antena” (“PTV Málaga”); y, en Estados Unidos, en “The Darkest Hours” (“Monster Channel”) y en “Indie Horror TV”.
En este recorrido por su obra, hasta ahora centrada en el corto, Davide Melini escribió y dirigió la película que ahora vamos a comentar: “The sweet hand of the White Rose” (La dulce mano de la Rosa Blanca), un corto, que se emitió en Italia, España y Estados Unidos, fue finalista en numerosos festivales y ganó varios premios. De ellos, uno fue a la Mejor Pelicula en el festival “Underground Monster Carnival” (Estados Unidos); la Segunda Mejor Película Independiente del Año en el festival italiano “Indie Horror”; otro a la Mejor Fotografía en el festival español “Cesur en Corto”; y, el tercero, una Mención Especial en el “Tabloid Witch Awards”, de Estados Unidos.
Aunque Davide se reivindica a sí mismo como representante del cine independiente, que no indie como revelan la fuerza de sus imágenes, traduce en su estilo la herencia del cine de género que se inició en su país y que ejerció una gran influencia en los Estados Unidos, en directores como Carpenter, Craven o Cronenberg y el subgénero slasher, que fue derivando poco a poco hacia el gore o splatter en el que abunda la salsa de tomate y todo tipo de cremas sugerentes del desparrame de visceras y otros órganos vitales. En 'La dulce mano de la rosa blanca', un título muy largo que evoca a Argento y a otros representantes del giallo, apenas vamos a ver sangre, y desde luego ningún cuchillo enorme de cocina.
Estamos ante un film ecléctico, en el que se combina el drama, la tragedia y el terror, que circulan paralelos, como en el 'Sexto sentido' de M.Night Shyamalan, hasta que acaban encontrándose de forma inexorable, empujados por el destino, apoyado en la obnubilación de un hombre ofuscado por una obsesión perversa: su novia es la única persona que lo coloca en esta situación, dice. El personaje de Marcos (Carlos Bahos) está muy bien diseñado e interpretado y es perfectamente homologable a tantos ejemplos de 'mal amor' que está dando el cine europeo (La pianista de Haneke, 2001, Perdida de David Fincher, 2014, La Venus de las pieles de Polansky, 2013), aunque aquí sólo aparece apuntado, debido a la escasa duración de la película.
Marcos es un joven que huye y a la vez desea a una compañera dominante y agresiva,con la que no quiere convivir (o sí), y a la que no atiende ni siquiera las llamadas del móvil, actitud que provoca un enfrentamiento duro en la que ella reprocha y él calla. En esta situación de ofuscación y violencia reprimida, el joven coge el coche, para dormir en casa ¿de sus padres?, pero va mirando el teléfono obsesivamente, lo que le impide estar pendiente de la carretera, que ondea por la ladera de una montaña, sin percatarse de que alguien circula unos metros más hacia abajo en dirección contraria. Son muchos los que afirman que la diégesis cinematográfica se construye entre el creador y su público, por lo que ni todos ven la misma película, ni tu mismo la percibes siempre igual, ni tan siquiera sabes en qué pensaba el director cuando imaginaba a este personaje, víctima y verdugo involuntario a causa de una pasión. El film está dedicado a un joven, probablemente víctima de un accidente de tráfico, y un lema advirtiendo a los conductores pone fin a la historia . ¿Pensaba en estos accidentes Davide cuando hizo su película?
El film de nombre tan largo y tan escasa duración tiene potencial para una película más extensa, en la que se pudiera contar esta terrible historia, ampliando el contexto y dotándola de un background más sólido. Davide ha utilizado los tropos y recursos estilísticos disponibles de forma elegante y sólida, semantizando el color, avanzando y retrocediendo en el tiempo según su propia conveniencia para sorprender al espectador, y alternando de forma inteligente las secuencias. Esto explica por qué público y jurados se fijaron en una cinta que dura 16 minutos.
Podéis ver la película entera en YOUTUBE.
Tras este reconocimiento siguieron otras realizaciones con el mismo formato de relato corto, ahora ya instalado en España, como 'Puzzle', que le supuso el reconocimiento como cineasta de culto del género, y por el que obtuvo el tercer premio al mejor cortometraje en el “Rome International Film Festival”, además de ser seleccionado en 25 festivales internacionales de Italia, España, Estados Unidos, Escocia Dinamarca, México y Australia. El cortometraje se emitió en Italia en “Short Stories” (“Coming Soon Television”) y en “Terrore Indipendente” (“Channel 24”); en España, en “Málaga en Antena” (“PTV Málaga”); y, en Estados Unidos, en “The Darkest Hours” (“Monster Channel”) y en “Indie Horror TV”.
En este recorrido por su obra, hasta ahora centrada en el corto, Davide Melini escribió y dirigió la película que ahora vamos a comentar: “The sweet hand of the White Rose” (La dulce mano de la Rosa Blanca), un corto, que se emitió en Italia, España y Estados Unidos, fue finalista en numerosos festivales y ganó varios premios. De ellos, uno fue a la Mejor Pelicula en el festival “Underground Monster Carnival” (Estados Unidos); la Segunda Mejor Película Independiente del Año en el festival italiano “Indie Horror”; otro a la Mejor Fotografía en el festival español “Cesur en Corto”; y, el tercero, una Mención Especial en el “Tabloid Witch Awards”, de Estados Unidos.
Aunque Davide se reivindica a sí mismo como representante del cine independiente, que no indie como revelan la fuerza de sus imágenes, traduce en su estilo la herencia del cine de género que se inició en su país y que ejerció una gran influencia en los Estados Unidos, en directores como Carpenter, Craven o Cronenberg y el subgénero slasher, que fue derivando poco a poco hacia el gore o splatter en el que abunda la salsa de tomate y todo tipo de cremas sugerentes del desparrame de visceras y otros órganos vitales. En 'La dulce mano de la rosa blanca', un título muy largo que evoca a Argento y a otros representantes del giallo, apenas vamos a ver sangre, y desde luego ningún cuchillo enorme de cocina.
Estamos ante un film ecléctico, en el que se combina el drama, la tragedia y el terror, que circulan paralelos, como en el 'Sexto sentido' de M.Night Shyamalan, hasta que acaban encontrándose de forma inexorable, empujados por el destino, apoyado en la obnubilación de un hombre ofuscado por una obsesión perversa: su novia es la única persona que lo coloca en esta situación, dice. El personaje de Marcos (Carlos Bahos) está muy bien diseñado e interpretado y es perfectamente homologable a tantos ejemplos de 'mal amor' que está dando el cine europeo (La pianista de Haneke, 2001, Perdida de David Fincher, 2014, La Venus de las pieles de Polansky, 2013), aunque aquí sólo aparece apuntado, debido a la escasa duración de la película.
Marcos es un joven que huye y a la vez desea a una compañera dominante y agresiva,con la que no quiere convivir (o sí), y a la que no atiende ni siquiera las llamadas del móvil, actitud que provoca un enfrentamiento duro en la que ella reprocha y él calla. En esta situación de ofuscación y violencia reprimida, el joven coge el coche, para dormir en casa ¿de sus padres?, pero va mirando el teléfono obsesivamente, lo que le impide estar pendiente de la carretera, que ondea por la ladera de una montaña, sin percatarse de que alguien circula unos metros más hacia abajo en dirección contraria. Son muchos los que afirman que la diégesis cinematográfica se construye entre el creador y su público, por lo que ni todos ven la misma película, ni tu mismo la percibes siempre igual, ni tan siquiera sabes en qué pensaba el director cuando imaginaba a este personaje, víctima y verdugo involuntario a causa de una pasión. El film está dedicado a un joven, probablemente víctima de un accidente de tráfico, y un lema advirtiendo a los conductores pone fin a la historia . ¿Pensaba en estos accidentes Davide cuando hizo su película?
El film de nombre tan largo y tan escasa duración tiene potencial para una película más extensa, en la que se pudiera contar esta terrible historia, ampliando el contexto y dotándola de un background más sólido. Davide ha utilizado los tropos y recursos estilísticos disponibles de forma elegante y sólida, semantizando el color, avanzando y retrocediendo en el tiempo según su propia conveniencia para sorprender al espectador, y alternando de forma inteligente las secuencias. Esto explica por qué público y jurados se fijaron en una cinta que dura 16 minutos.
Podéis ver la película entera en YOUTUBE.
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