Bajo amenaza . Joel Schumacher

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Ficha técnica:

Título original: Trespass.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Duración:  86 minutos.

Dirección: Joel Schumacher.
Guión: Karl Gajdusek.
Casting: Jessica Kelly y Suzanne Smith Crowley.
Dirección de Fotografía:Andrzej Bartowiak
Música: David Buckley.
Edición: Bill Pankow, a.c.e.
Coordinador de especialistas: Noon Orsatti.
Director artístico: William Rudge XVI.
Diseñador del set: Patricia Klawonn, WM.Law.III
Decorador del set: Kristin Dicksler.


Diseño de Vestuario: Judianna Makovsky.
Jefe de Departamento de maquillaje: VC Neill.
Jefe de Departamento de Peluquería: Candace Neal.

Productores: Irwin Winkler y David Winkler, Renné Besson.
Productores ejecutivos: Avi Lerner, Danny Dimbort, Trevort Short, Boaz Davidson, John Thompson.
Diseño de producción: Nathan Amondson.
Compañías: Millenium Films, Saturn Films, presentan a Nu Image Production y a Winkler Films


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Intérpretes:

Nicolas Cage: Kile Miller,
Nicole Kidman: Sarah Miller,
Ben Mendelsohn:  Elias,
Cam Gigandet: Jonah,
Liana Liberato: Avery Miller,
Jordana Spiro: Petal
Dash Mihoc: Ty,
Emily Meade: Kenora,
Nico Tortorella: Jake,
...

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Sinopsis:

Kyle (Nicolas Cage) y su mujer Sarah (Nicole Kidman) tienen una hija adolescente (Liana Liberato) y una posición económica envidiable. Una noche dos agentes uniformados se presentan en su casa; los Miller, confiados, los dejan entrar. Comienza entonces una auténtica pesadilla.

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Comentario:

Joel Schumacher ha sido vapuleado por este film, un thriller de manual, de encargo, sin rastros de autoría, sin alma, y con la penitencia de tener que cargar con dos premios Razzie  para sus dos protagonistas; lo cierto es que ha fallado al insertar la historia de un tremendo crimen en una mansión aislada, muy protegida en apariencia, pero nunca invulnerable, en una época de depresión global, en la que muchos altos y medios ejecutivos de la construcción y todos los sectores que arrastra esta actividad en su caída, perdieron su modus vivendi y tuvieron que entrar precipitadamente en otros mercados que no dominaban, como la compra-venta de diamantes, actividad en la que tenían que combatir con los cuervos que estaban a la expectativa, intentando devorar al que caía en este combate.

Pero, aunque los comienzos son buenos, rápidamente el thriller deriva hacia su planteamiento más convencional: no será de estos depredadores de donde le vendrán los dolores de cabeza a Kile (Nicolas Cage), sino de los chorizos de baja extracción social de siempre: un joven psicópata, un enfermo que trabaja para la compañía que cuida de la seguridad de la lujosa vivienda, y sus familiares, inmersos en el mundo de la droga, procedentes de familias desestructuradas, que buscan a la desesperada una solución para sus miserables vidas.

El film es una pequeña muestra de cómo afecta a todos la crisis que comenzó el año 2008. No es que las carreras de Nicolas Cage o Nicole Kidman, junto con la de Joel Schumacher, estén en franca decadencia, sino que hacen películas que les permiten subsistir y que, al adaptarse al canon del género, tienen garantizado un amplio sector de público, aunque defrauden a quien espera más de ellos. Es lo que hay; de tanto despreciar a los que se esfuerzan por mejorarse a sí mismos y mejorar el mundo, nos vamos a quedar sin nada.