Dos tontos todavía más tontos. Comentario.

Comentario:

Han pasado veinte años desde que los Hermanos Farrelli, Peter y Bob, hicieran 'Dos tontos muy tontos', y actores y personajes han crecido y se han hecho adultos, tanto como para que sea posible que uno de ellos tenga una hija de veintidós años, pero su cerebro probablemente se ha reducido. Las bromas cada vez más extremas y gamberras, escatológicas, bizarras y cutres invaden cualquier rincón de los miles de fotogramas, y no sienten respeto por nada ni por nadie. Son sexistas, edadistas, vagos, desaprensivos y muy guarros, lo que les garantiza un éxito de público adolescente con ganas de provocar a sus mayores. Lo peor de todo es que ya no escandalizan a un público acostumbrado a ver cosas peores, y además, en serio.

Pero también se ríen de los jóvenes que les aplauden las gracias y  de sus  deseos de romper el cordón umbilical con los padres, y especialmente de los que van más de listos. Cuando  Harry, interpretado por Jeff Daniels,  le dice a Lloyd  (Jim Carrey), que le van a extirpar un riñón y que cree que tiene una hija, por la mente del amigo pasa pedirle un riñón a la descendiente, ya que al no haberse relacionado nunca con ella, tampoco le tienen especial cariño, con argumentos que funcionan como una bofetada en todos los morros de su propio público: "Estará agradecida contigo porque le has dado independencia y eso los jóvenes lo valoran mucho." " Claro, -responde Harry -, no quería ser un padre sobreprotector ". "Además lo has llenado de preguntas: ¿Donde estará el cabrón que me abandonó?" . Cuando por fin  el supuesto enfermo decide asumir el fin que el destino le  ha deparado, se conforma con una reflexión autoindulgente consigo mismo: " He tenido una vida plena: he trabajado una semana vendiendo periódicos, he visto todos los capítulos de una serie, 'Padres forzosos ' y he sido padre."

La  crítica a ambos lados del Océano les ha dado de pleno en los  carrillos. Un ejemplo es la opinión de Javier Ocaña :"(...) Dos tontos todavía más tontos: los personajes principales siguen igual, pero no sus directores, que tras la cima de Algo pasa con Mary (1998) se han visto empequeñecidos por las expectativas creadas, mientras los fanáticos quizá hayan dejado atrás ciertas actitudes, y la comedia irreverente y gamberra hace tiempo que desterró tabúes de representación, hasta el punto de que en estos años hemos podido ver incluso a una estrella mainstream como Hugh Jackman con unos testículos de pega en su garganta en la verdaderamente descarada Movie 43 (2013)." (Reincidencia idiota. Diario 'El País 14 de Noviembre de 2014).