Sissi emperatriz.Ernst Marischka



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Ficha técnica:

Título original: Sissi die Junge Kaiserin
País: Austria.
Año: 1956.
Duración: 107 minutos.

Dirección: Ernst Marischka.
Guión: Ernst Marischka.
Dirección de Fotografía: Bruno Mondi.
Cámara: Herbert Geier.
Música: Anton Profess.
Edición: Alfred Srp.
Dirección artística: Fritz Juptner-Jonstorff.

Diseño de Vestuario: Gerdago y Leo Bei.

Productor: Karl Ehrlich. Productores ejecutivos: Fritz Andraschko y Kurt Miksch Compañías. Productora: Herzog Filmverleih (Münchem).

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Intérpretes:

Romy Schneider: Emperatriz Sissi,
Karlheinz Böhm: Emperador Francisco José,
Magda Schneider: Duquesa Ludovica de Baviera, madre de Sissi.
Gustav Knuth: Duque Max de Baviera, padre de Sissi,
Uta Franz: Princesa Elena de Baviera, Nene,
Vilma Degisher: Archiduquesa Sofía,
Walther Reyer: Conde Andrássy,
Senta Wengraf:  Condesa Bellegarde,
Joseph Meinrahd: Mayor de la gendarmería,
Ivan Petrovich: Dr. Max Falk,
Helene Lautenböch: Condesa Esterhazy,
Richard Eybner : administrador de correos.
Hans Ziegler: Dr. Seeburger,
Egon Von Jordan: Primer ministro,
Josef Egger: Maestro de ceremonias Nepalek,
Erik Nikovitz: Archiduque Carlos Francisco,
Karl Fochler:  Conde Grünne,
Franz Böheim: Johann Petzmacher,
Peter Weck: Archiduque Carl-Ludwig,
Hilde Wagener: Baronesa Wulffen,
Egon Von Jordan: Primer ministro Graf Arco,
Otto Tressler : Mariscal de campo Radetzky,
Ulrich Bettac...

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Sinopsis:

Sissi, una vez casada con el emperador Francisco José I, empieza su nueva vida como Emperatriz de Austria. Su corta edad, su liberalidad de costumbres y su afición viajera chocarán pronto con la rigidez del protocolo de la corte austriaca, creándose un fricción profunda entre ella y Sofia, la madre del emperador, su suegra, que fomentará el nacimiento de un profundo rencor que estalla en el cumpleaños de Sofia, la hija de Sissi, apelando a una antigua tradición de la Corte, (aunque parece que las razones fueran otras) se opone a que la niña sea criada por su madre. Al final se llega a un acuerdo de compromiso, por el que la emperatriz podrá educar a su hija si se compromete a cumplir sus obligaciones cortesanas. Esta niña, Sofía-Federica  de Habsburgo-Lorena falleció a los dos años. afectada de fiebres tifoideas como su hermana, que afortunadamente salvó la vida, en un viaje al parecer imprudente  en compañia de su madre a Hungría, al que se oponía abiertamente la madre de Francisco.

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Premios:

El film siguió embelesando a público, prensa y jurados de festivales, y  fue nominado a la Palma de Oro a la Mejor Película  en el Festival de Cannes de 1957.

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Comentario:

Superada la revolución de 1848, surgida en París y extendida rápidamente por toda Europa Central (Alemania, Austria, Hungría), y sofocada por los realistas, la nueva situación creada por este fracaso favoreció la llegada de las monarquías absolutas, -Francisco José I firmó ocho sentencias de muerte de estudiantes, escritores y otros artistas italianos-, y consolidado el imperio austro-húngaro, con la colaboración del conde Gyula Andrássy, al que se le atribuye la última hija de Sissi, María Valeria, a la que ella llamaba 'mi hija húngara', la situación por la que atravesaba la vieja Europa caminaba de forma irreductible hacia el nacimiento de sus dos últimos grandes estados, Italia y Alemania, aliados en las dos grandes contiendad que asolaron al viejo continente-, y a la Primera Guerra Mundial, que todavía tuvo la desgracia de ver el emperador. sólo, tras el fallecimiento de su heredero, Rodolfo, y de su esposa Sissi.

Tan pronto como la pareja imperial tuvo su primera hija comenzaron las escapadas de la emperatriz de la Corte de Viena, bien a Baviera, al castillo de Possenhofen, y a otros paíes, en especial a Hungría, donde pasaba largas temporadas, alejadas de un marido que no se lo tomaba tan bien como muestra el film, sino que tuvo una amante durante todo el tiempo que estuvo casado con Sissi, una sustituta de su esposa impuesta por su madre, que no aceptaba más hijos de los jóvenes monarcas,  y tolerada por la emperatriz. A partir del nacimiento de su hija comenzaron estos viajes de la emperatriz, que no sólo suponían una relax necesario para su estrés que  somatizaba con frecuentes cefaleas y depresión nerviosa, sino que utilizando sus dotes de mujer culta, (hablaba varios idiomas), bella y sensible, utilizaba como la mejor embajadora de su país,-capacidad reconocida por todos de aunar a las partes en conflicto-,  logrando que proclamaran a su marido Rey de Hungría. Pero los tiempos no sólo eran difíciles por el desarrollo de un movimiento obrero, cada vez más sólido,  sino que las fricciones por la fijación de fronteras entre Francia, Italia, Hungria, Alemania y Austria, provocaron una carrera armamentística que provocó la ruina de esta familia imperial: su único hijo varón, Rodolfo fue asesinado en 1889 por defender la creación de  una Europa unida por medio de la paz, muriendo apaleado y tiroteado junto con su amante Maria Vetsera, y el asesinato de la propia Sissi, diez años más tarde, mientras paseaba por el Lago Lemán de Ginebra. a manos de un anarquista italiano, Luigi Lucheni.

Ernst Marischka deja entrever algunos antecedentes del destino macabro de la que aparece en la película como una hermosa y feliz pareja, con detalles románticos como el riesgo que corre el joven emperador enamorado para coger dos flores Edelvay (flor de la nieve o schneeblümchen ), de gran valor sentimental para los amantes de las montañas, como su esposa. Los excelentes oficios de esta emperatriz consiguen la coronación de Francisco como Rey de Hungría, lo que  convierte a la Casa de Habsburgo en la cabeza del imperio austro-húngaro. Pero con el tiempo las intrusiones de la Reina Sofia en la vida íntima de su hijo, tuvieron como resultado, primero, la marginación de los miembros más progresistas y adaptados a los nuevos tiempos de la familia real y el aislamiento de su propio hijo que, al ser asesinado su único descendiente varón, el príncipe Rodolfo, murió sin dejar herederos. No obstante, anque todo está dicho en el film, el interés de Ernst Marischka por aligerar el relato y descontextualizarlo lo más posible, ha dejado la película reducida a una narración hagiográfica de la emblemática princesa Sissi, muy querida por los austriacos, y el relato de un amor romántico tan angelical y en ocasiones bobalicón que sólo lo salvan del naufragio la belleza de los paisajes en que se inscribe la historia y la de la actriz, Romy Schneider, que   el gran Visconti eligió para desempeñar de nuevo el papel de la Emperatriz Isabel en su biografía de Luís II, el culto e idealista rey de Baviera entre 1864-1886, bajo cuyo mecenazgo escribió Richard Wagner sus grandes y excelsas operas.

Muchos jóvenes españoles, bien formados en nuestras universidades, están hoy auto-exiliados, en busca de un buen empleo en países del área germana y austriaca, y pueden entender mejor el contexto en el que se inscribe la historia de esta mujer progresista, liberal, culta, bella y atenta al cuidado de su cuerpo. El final de la princesa y de la actriz que la representaba fue igualmente trágico, aunque Romy Schneider, fallecida a los 43 años, tuvo tiempo para trabajador con los mejores directores de su época, que algo debieron ver en esa niña que se paseaba por la corte vienesa con enormes miriñaques y un talle de espasmo. Aunque el film sea bastante kitsch, estamos en las fiestas más horteras del año, en las que uno se puede llenar el cuerpo de falsos diamantes, beber champagne barato y creerse Charlize Theron, y calarse gorros rojos y barbas blancas, propias de los 'Santas' de turno. Luego uno llega a casa se tumba en el sofá y puede elegir entre ver 'Un vecino con pocas luces' o 'Sissi emperatriz'. Como dice nuestro amigo juan Roures (La estación del fotograma perdido) hay una película navideña para cada momento: entusiasta, animado, mágico, cínico e incluso deprimido. Si todo esto nos falla, siempre nos quedará Sissi.


Película completa en Youtube.

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