El destino de un principe (TV). Robert Dornhelm




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Ficha técnica:

Título original: Kronprinz Rudolf (Il destino di un principe)
País: Austria. Co-producción Austria/Francia/Alemania.
Año: 2006.
Duración: 160 minutos.

Dirección: Robert Dornhelm.
Guión: Didler Decoin, Klaus Lintschinger.
Casting: Cornelia Van Braumn.
Dirección de Fotografía: Michael Riebl.
Música: Ludwig Eckmann, Joerg Magnus Pfell.
Montaje: Ingrid Koller.
Puesta en escena: Florian Reichmann.

Diseño de Vestuario: Uli Fessler.

Productor: Kurt J. MrkWicka.
Productor RAI: Erica Pellegrin.
Productor ejeutivo: Andreas Kamm.
Producción: EOS  MR  Film.
Compañías:   RAI. Radio Televisión Italiana, EOS Entertainment/MR Filmproduktion.

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Intérpretes:

Klaus Maria Brandauer: Emperador Francisco-José I
Max Von Tuhn: Príncipe hereditario Rodolfo.
Vittoria Puccine: María Vetsera,
Alexandra Vandernoot: Helena Vetsera,
Francesca Thyssen -Bornemisza: Reina María Enriqueta de B´´elgica.
Sandra Ceccarelli: La Emperatriz Isabell, Sissi,
Joachim Krol: Moritz Szeps,
Chritian Clavier: Conde Taaffe
Julia Cencig: Daniela Golpashin,
Wolfgang Böck: Gabriel Barylli,
Nikolau Paryla: Heribert Sasse,
Robert Stadlober: Príncipe Wilhem de Prusia.
Birgit Minichmayr: Mizzi Caspar.
Julia Jentsh: Sarah.
Omar Sharis: Hans Cannon.
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Sinopsis:

Imperio Austro-húngaro, siglo XIX. Historia de amor imposible entre Rodolfo de Habsburgo (hijo de Francisco José y Sissi) y la joven Marie Veetzera, que tiene como telón de fondo la crisis del Imperio de los Habsburgo a causa de las tendencias separatistas de las diversas nacionalidades que lo integraban. Las ideas liberales y modernas de Rodolfo, el heredero del trono, contrastaban con el absolutismo de la Corte austríaca.

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Comentario.

El cineasta y director de TV  rumano, nacido en 1947, Robert Dornhelm, nos da una visión mucho más cercana y poética de la tragedia del príncipe heredero del imperio austro-húngaro, de ideales progresistas como su madre y absolutamente liberal en sus relaciones extra-matrimoniales, que no escondía en público, un príncipe reformista que llegó tarde y que pagó con creces su osadía, al morir, al parecer asesinado, según unos, y víctima de sus sentimientos en un suicidio al que arrastró, en un arrebato de locura, a su amante María Vetsera. En el film del rumano el estado de enajenación mental y la locura de los amantes se muestra de forma incontenible en  presencia no sólo de los padres de ambos, sino de la esposa de Rodolfo, `provocando el escándalo reprimido de la corte.

El film está estructurado de forma circular, de tal forma que au primera secuencia se repite al final, tras un inmenso flashback que nos hará comprender la tragedia de los jóvenes amantes: tres veces llama un paje a la puerta de un panteón, dando el nombre del príncipe; realizado este rito la cámara se eleva y nos muestra su féretro cubierto de rosas blancas; un corte directo nos lleva a una cámara en la que Omar Sharif, el Rodolfo de Terence Young, es ahora un  pintor que está realizando un retrato del joven príncipe, lleno de vida,; un amante irredento de todo tipo de mujeres, de cualquier extracción social, sin excluir mujeres cuyo oficio consistía en vender su cuerpo, una actitud alocada que le haría enfermar de gonorrea, que se sumaba a una tos perpetua que reducía su calidad de vida.

Sus contactos con los movimientos nacionalistas húngaros, su visión de las relaciones democráticas entre sus súbditos, le habían convertido en un representante de los monarcas reformistas que pensaban que 'era preciso que todo cambiara para que todo siguiera igual." Pero no hay que despreciar ningún avance por pequeño que sea, porque al fin todos acaban rebelándose como irreversibles. Pero, al mismo tiempo, tampoco podemos despreciar el poder de manipulación de las masas por las clases dominantes. La nueva clase ascendente, la burguesía, dividía a las gentes con los sentimientos nacionalistas y los ideales liberales que hacían y hacen creer a los ciudadanos más débiles económica y culturalmente que una mayor movilidad social es posible, aunque estos desclasamientos siempre se han producido con el tremendo esfuerzo de las clases trabajadoras para formarse en las Universidades y poder competir con los ricos con lo único que no se puede comprar con dinero.

Ésta es la situación en que se encontraba el imperio austro-húngaro, heredero del sacro imperio romano-germánico, que recibió un golpe mortal de Napoleón, cuando el nuevo emperador de la Europa moderna le quitó al Santo Padre de Roma, encargado de coronar a los emperadores, la corona de las manos y se la colocó el mismo, haciendo trizas todo un símbolo.





Autocoronación de Napoleón y coronación de Josefina de Jacquez-Louis David, pintor oficial del emperador.


Pero desde que se produjo este acontecimiento y tras una serie de fracasos militares se echó del poder a Bonaparte, reduciéndolo a la Isla de Elba, en la costa italiana, hasta que murió, habían ocurrido demasiadas cosas, entre otras el desencanto por los abusos de la burguesía, que ahora actuaba contra sus antiguos compañeros descamisados de viaje, que se habían equivocado de revolución, siguiendo el lema de la libertad, igualdad y fraternidad. Los sometieron a penosas jornadas laborales y sueldos de miseria, situación que los empujó a integrarse en partidos y sindicatos de clase que pusieron en marcha el movimiento obrero, que estalló en la revolución de 1848, la primera en la que participaron Marx y Engels. Estos movimientos fueron aplastados y la monarquía afianzó su posición absoluta, que llevaría a su desaparición definitiva y con ella a la caída del imperio austro-hungaro  y a dos terribles guerras mundiales que desangraron Europa en el siglo XX. Robert Dornhelm cuida  este contexto, y su narración se hace perfectamente compatible con el relato del amor fu de Rodolfo y María Vetsers. una joven prendada del  príncipe desde  niña, que, una vez conseguido su objetivo de atraer la atención del joven e inflamar su corazón de amor por ella, estaba dispuesta a cualquier cosa, incluida la muerte, para no perderlo. La anécdota del anillo con un lema, que se toman como un juramento mutuo de amor, de que se querrán hasta la muerte, está presente en todas las versiones de esta historia

Culminada la tragedia que el destino había reservado al joven y muy amado hijo de Sissi, -algunas versiones la muestran como una madre poco entregada a la educación de sus hijos, acusación que puede atender a un hecho real o , por el contrario, ser producto de la ideología del que juzga -, se repite la escena inicial en la que un funcionario real llama a la puerta del panteón nombrando a Rodolfo, hasta que. realizado este rito. una grúa eleva la cámara. vuelve a mostrar su féretro cubierto de flores y se dirige hacia el cementerio, donde yacen los cuerpos del resto de los mortales, mientras una voz en off nos recuerda que ella no fue enterrada con los mismos honores, sino de forma pobre y semi-clandestina. La nobleza ofendida se cobraba en su cadáver las ofensas con las que ella los había agraviado.

Mucho han cambiado los tiempos desde entonces, pero de nuevo estamos ante un cambio de ciclo que se está cebando con la clase trabajadora, por medio de jornadas abusivas y sueldos de miseria, precisamente cuando se inicia una nueva sociedad tecnológica que promete la vida eterna, la curación de todas las enfermedades mediante la manipulación genética, el avance de las comunicaciones...Quizás al final va a tener razón Stanley Kubrick cuando, en 2001: Una Odisea del Espacio, advertía de que lo único que sobraban eran los hombres, mientras que la visión amable y comprensiva con los avances científicos,  que mantienen cineastas como George Lucas (C3PO y R2D2) quedará relegada al terreno de las utopías que defendían los socialistas, llamados por esta razón utópicos,  como Owen, y Fourier o escritores como Charles Dickens. Hoy, en que los tres o cuatro reyes que quedan en Europa desempeñan un papel puramente decorativo, son los políticos tradicionales los que se encuentran en primera línea de tiro de las masas, el problema es que ahora nadie sabe quién forma parte de la nueva clase social emergente ¿Ese 1% de que habla Andy Robinson en 'Un reportero en la Montaña Mágica', que se reúne una vez al año en Davos, con gente como Bill Gates?  ¿De qué ejércitos disponen para derrocar al ancien régime actual? ¿Los clones que inundan todas las películas de los realizadores más destacados?

El film de Robert Dornhelm nos muestra con claridad que el único movimiento de reivindicación que ha avanzado en este tiempo es el de la mujer, si comparamos a la esposa de Rodolfo, o a Maria Vetsera y su madre con las mujeres de hoy. Sissi era otra historia, porque si bien es verdad que era ilustrada y liberal, se vio favorecida por una suegra que la quería lejos de su hijo, al que ella misma buscó una amante que se llevara la peor parte de la esposa: en este film la emperatriz muestra a su hijo el tatuaje de un ancla que se ha hecho en el hombro, con todas las connotación que el oficio del pirata tiene de libertad individual y ausencia de raíces. El hijo le tapa el hombro escandalizado.

Con este film terminamos nuestro recorrido por esta etapa del imperio austro´húngaro en el que una nobleza desquiciada no supo  ver que caminaba hacia su destrucción definitiva, aunque en su caída arrastró a millones de inocentes, especialmente marxistas, teóricos de las universidades, judíos y líderes del naciente movimiento obrero. La burguesía ascendente, dueña de la riqueza y de los medios de producción, y gestora del capital financiero se mantuvo en la otra orilla y colaboró  con judíos y comunistas para la caída de todo tipo de tiranías, ya fueran monarquías absolutas, fascismos o nazismos.  Pero eso fue en el siglo pasado, no sabemos  de qué lado estaría. Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de Hitler mostraba una profunda admiración por el poderoso productor americano de la época, David O'Selznick, de cuyo despacho se hizo una réplica; todo el mundo sabe que la intervención americana fue decisiva para decantar la victoria del bando de los países aliados frente a los del Eje (Alemania, Japón e Italia). El film permite muchos más análisis  sobre el contexto y el amor de Maria Veretsa y Rodolfo en una Europa que leía a Goethe y Stendhal, cuyo legado sigue impresionando al viajero, al  lector o al amante de la ópera.




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