Los violentos años 20. Raoul Walsh






Ficha técnica:

Título original: The roaring Twentie
País: Estados Unidos.
Año: 1939
Duración: 105 minutos.

Dirección: Raoul Walsh.
Guión: Mark Hellinger, Jerry Wald, Robert Maccauly, Robert Rossen.
Dirección de Fotografía:Ernest Haller,
Música: Heinz Roemheld, Ray Heindford.
Montaje: Jack Killifer.
Dirección artística: Max Parker.

Diseño de Vestuario: Milo Anderson.

Productor asociado: Samuel Bischoff.
Productor ejecutivo: Hal B.Ballis.
Compañías.Productora:  Warner Bros.Pictures; distribuidora: Warner Bros.Pictures.


Intérpretes:

James Gagney: Eddie Bartlett,
Priscila Lane: Jean Sherman,
Humphrey Bogart: George Hally,
Gladys George: Panama Smith
Jeffrey Lynn: Lloyd Hart,
Frank McHugh: Danny Green,
Paul Kelly: Nick Brown,
Elizabeth Risdon: Mrs.Sherman
John Dering: Narración.


Sinopsis:

Tres veteranos de la Primera Guerra Mundial se asocian, al regreso de la contienda, en un negocio de contrabando de licor. El film narra la historia de Eddie Bartlett, y abarca desde el final de la primera gran contienda desarrollada en suelo europeo hasta el crack del viernes negro de 1929 en Wall Street, la bolsa de New York y la elección de Roosvelt como presidente de los Estados Unidos.


Comentario:

Una voz en off ( John Dering) ubica al espectador en el contexto histórico, económico y social en el que se desarrolla este capítulo del crimen organizado, que protagoniza Eddie Bartlett: " Año 1924. América ha entrado en una época de locura asombrosa. El  Contrabando  ha pasado de ser algo pequeño, individual y se ha convertido en un gran negocio que agrupa a grandes coaliciones (de fondo la Corte de Justicia) y combinaciones. La persecución del beneficio va acompañada de sus socios inevitables: la corrupción, la violencia y el asesinato, y ha aparecido una nueva herramienta ligera, mortífera, la Tommy, una metralleta ligera, que se oye por toda la ciudad. " (plano de detalle del arma). Para introducir al espectador, se apoya el relato del  narrador con " hábiles efectos de montaje, utilizando en ocasiones material de archivo grabado en la época. Este hecho, unido a la utilización de titulares de periódico y a la voz en off que va comentando la historia  (...) confiere a la película un tono cercano al del documental. En la película se critica sin tapujos la Ley Seca y su indudable efecto en el incremento de la criminalidad, así como la corrupción policial imperante (un agente de policía entra en un bar clandestino ante la indiferencia general y se limita a reprochar a un parroquiano que haya dejado el vehículo mal aparcado)." (Wikipedia)

Estos gángsters viven del contrabando e incluso del robo de  wisky requisado por el gobierno, guardado  en sus propios almacenes (guardas y ladrones son, en muchas ocasiones ex-combatientes que hicieron la guerra juntos y, en algún caso, acumularon rencores). El film muestra las consecuencias de las guerras en los soldados, que se reintegran en la sociedad en edad ya madura, tras haber perdido oportunidades de desarrollo personal y profesional, pero con un componente psicológico muy poderoso que moldea su personalidad: durante años han tenido en sus manos todos los poderes que les otorgaba la sociedad con el objetivo de la defendieran, incluido el de decidir sobre la vida o la muerte de otras personas, siendo imposible dilucidar si sus actos habían respondido al terrible hecho de mermar las fuerzas del enemigo, la defensa personal o el simple rencor hacia otras personas. Cuando vuelven a sus pueblos y ciudades no encuentran el respaldo a sus acciones que ellos esperan, y el resultado, en elevadas proporciones es nefasto. Así lo recoge el cine negro clásico de los años 40, en películas como ésta, y el de la década de los 80 con franquicias como la de Rambo, un soldado que participó en la guerra de  Vietnam.

El contexto en que se inscribe Los violentos años veinte  favorece las acciones de estos gángsters al margen de la Ley. Entre el jueves y el viernes negro del 24 de octubre de 1929 se produce la caída de la bolsa, pero el lunes y martes, también llamados negros, siguientes, los días 28 y 29 de octubre, se precipita sobre la sociedad mundial el pánico, de terribles consecuencias, tan tremendas para las capas más desfavorecidas, - aunque en estos momentos los empresarios se suicidaban al verse arrastrados a la ruina y la miseria -, que se buscaron mecanismos para que tales hechos no se volvieran a dar en la misma magnitud  . Hoy los estados han acudido a salvar a las grandes entidades financieras, de tal modo que la han pagado no sólo los sectores implicados en el negocio financiero, es decir los accionistas grandes o pequeños, sino la sociedad en su conjunto, y la crisis económica no se asocia a la bolsa en general, sino a ciertas empresas como Lehman Brothers, City Group..., a pesar de que sus productos envenenados han hecho caer la economía mundial. Cuando se salga de la crisis actual sus efectos se revelarán tan destructivos como las propias guerras: caídas de salarios a nivel de subsistencia y retroceso en las conquistas de los trabajadores de todos los tiempos, llegando, en algunos casos, a situaciones cercanas a la servidumbre medieval.

En el relato de Walsh todo es más pequeño, más controlable. "El poderoso y el humilde, dice la voz en off, el empresario y el trabajador, el ama de casa y su criada...todos han comprado acciones (capitalismo popular; ahora preferentes) y todos parecían ganar, y, de repente, como una bomba, aparece el día que no será olvidado: el martes más negro de la historia, el 29 de octubre. La confusión se extiende por la ciudad y los distritos financieros (...) Más de 26.5 millones de acciones cambian de mano en un sólo día, y las 'fortunas de papel' que se habían construido durante años se derrumban y caen en un solo día y afectan a cada hombre cada mujer, cada niño...(imagen de los grandes rascacielos de New  York derritiéndose) ". Los primeros en sufrir las consecuencias fueron los locales de ocio nocturnos, a los que los clientes acudían en busca de una copa de licor clandestino, a causa de la Ley Seca, (Ley Volstead o Acta de Prohibición ) de 1919; la caída de beneficios dificultó la contratación de seguridad, hecho que  incrementó la inseguridad.

Roosvelt fue elegido gracias a la promesa de acabar con la Ley Seca, exigencia de la ciudadanía, que la culpaba de todos sus males y de la presencia de criminales en las calles, que se hizo patente en la gran manifestación de la cerveza, en la que los estadounidenses, cansados de años de corrupción, violencia e inseguridad, exigen a su gobierno que acabe con las leyes que prohíben consumir alcohol. Tras treinta años el Acta de Prohibición forma parte del pasado, dejando a los gángsters, acostumbrados al poder y la riqueza, en una situación de desamparo y marginación. Ante la imagen de Eddie muerto un policía se lamenta de su triste estado y la apariencia de pobreza que presenta este ciudadano indefenso y vestido con harapos; su amiga le informa de que, en otros tiempos fue un hombre importante.

Filmada en blanco y negro tiene una gran virtud, que comparte con el cine y la novela negra americana de la época. Ambos se erigen como narraciones que permiten revivir al espectador de todos los tiempos los momentos de miseria, desgracia, violencia y muerte que trajo consigo una decisión económica,, según algunas interpretaciones de la Historia : la decisión del Congreso americano, que, debido a la fuerte presión republicana,  apoyada en sus votos, obligó al Presidente demócrata  Woodrov Wilson (1913/1914) a aceptar la intervención privada en la reserva federal, una especie de banco central que él creo y que tomó la decisión de  de abandonar el patrón oro. Las razones de los movimientos financieros de las bolsas son demasiado oscuras para poder ser interpretadas por el vulgo; hoy el cine norteamericano, con más recursos que en los años 30 y 40, y apoyado en expertos brokers busca aproximaciones, alabadas por la prensa salmón.

Películas importantes que nos abren ventanas al mundo, (Godard), incorporando una narración que hace más llevadera la transmisión del mensaje. Unos se fijaran en la forma poética, en la maestría en el uso del lenguaje cinematográfico, en el trabajo de los actores, etc., despreciando el contexto  en el que se ubican estas historias, sin percatarse de que, transcurridos los años, es precisamente la información que aportan la que las dota de gran valor y muestran la capacidad intelectual y el genio de aquellos que se pusieron al frente de estos proyectos y detrás de las cámaras.



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