Di que sí. Peyton Reed

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Ficha técnica:

Título original: Yes Man.
País: Estados Unidos.
Año: 2008.
Duración: 104 minutos.

Dirección: Peyton Reed.
Guión: Nicholas Stoller, Jarrad  Paul, Andrew Mogel, basado en el libro de Danny Wallace.
Dirección de Fotografía: Robert  D.Yeoman.
Música: Mark Everett, Lyle Workman.
Montaje: Craig Alpert.

Diseño de Vestuario: Mark Bridges.

Diseño de producción: Andrews Laws.
Compañías: Warner Bros. Pictures / Village Roadshow Pictures / The Zanuck Company / Heyday Films.

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Intérpretes:

Jim Carrey : Carl Allen,
Zooey Deschanel :Allison,
Bradley Cooper :Peter,
John Michael Higgins :Nick,
Terence Stamp : Bundley,
Sasha Alexander :Lucy,
Rhys Darby : Norman,
Danny Masterson : Rooney,
Fionnula Flanagan :Tillie,
Molly Sims :Stephanie.

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Sinopsis:

Carl Allen (Jim Carrey) se ha incrito en un programa de autoayuda cuyo principio básico consiste en decir "sí" a todo, sea lo que sea. Gracias a este método, la vida de Carl se transforma de modo inesperado y emocionante; pero pronto descubre que abrir su existencia a un sin fin de posibilidades también puede implicar ciertos riesgos.

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Comentario:

Es la película más tramposa, complaciente y demagógica que se puede concebir en los inicios de la gran depresión, de la que parece desprenderse que los vecinos de Wall Street no parecían percatarse de lo que se estaba gestando en el núcleo de las finanzas globales. Peyton Reed realiza un intento de reproducir 'Mentiroso compulsivo', pero, ahora, en lugar de  no poder mentir, Jim Carrey no puede decir que no a nada, pero hay un cambio sustancial: el actor tiene diez años más, superados con creces los cuarenta y flirtea con una joven en torno a los 20, una chica que hace cosas propias de su edad: música electrónica, footing, circula en moto... El amor no tiene razones ni límites, es absolutamente aleatorio, pero si un hombretón maduro debe comportarse como un joven inmaduro para captar la atención de la chica algo va mal, salvo que a ella le gusten los seres disfuncionales y  sin formar, y que conste que los inmaduros nos encantan, pero no los 'moñas' como el que interpreta el actor físico e hiperactivo.

Su modernidad viene de la mano de la tecnología más elemental y los microcréditos. Allison es muy feliz e imaginativa y  se gana la vida haciendo fotografooting con corredores armados con su móvil, que se hacen selfies mientras practican este deporte. Los gags de Jim Carrey dan más pena que risa, y las situaciones son invendibles y estrafalarias, porque no parece haber avanzado mucho en ningún aspecto de su vida, a pesar de haber estado incluso casado. Así pues, pasados siete años, en los que parece que el retroceso de la población mundial en lo que se refiere a su nivel de vida, es brutal, lo único que queda es un discurso rancio, unos gags sin 'garra', y un final más que previsible, que te invita constantemente a abandonar el visionado del film ante la reiteración de situaciones.