Into the Woods. Comentario.

Ficha técnica (Pinchad aquí)


Comentario:

Cuidado con lo que deseas. Los deseos son niños. Cuidado con el camino que toman...Los deseos se hacen realidad. Pero no gratis. Cuidado con los hechizos que lanzas. Cuidado con los cuentos que cuentas. No sólo a los niños. A veces los hechizos pueden durar. Los niños escucharán.Los deseos son niños...

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Rob Marshall, apoyado en el característico e inconfundible score, compuesto por Stephen Sondheim, que evoca otros trabajos suyos, como el que realizó para Tim Burton en Sweene Todd (1979), mete en su batidora personal una serie de cuentos tradicionales (Cenicienta, Rapunzel, Caperucita...) y salen otros personajes individuales cuyas características apenas tienen que ver con los originales, ya procedan de cuentos populares de transmisión oral o de la pluma de ilustres escritores. Las princesas ya no son las muchachas bellas a las que todas las niñas quieren imitar; los príncipes son unos golfos o Caperucita una 'zampabollos', incluso la bruja, que pierde sus poderes cuando recupera su belleza, es heterodoxa.

David Rooney (The Hollywood Reporter) se felicita por el hecho de que el nuevo trabajo de Rob Marshall se ajuste más a la narrativa tradicional que sus predecesoras 'Chicago' y 'Nine', cuya esencia está condensada en la advertencia con la que abríamos este comentario, "Ten cuidado con lo que deseas", en la que, según el crítico reside lo que esta historia, una adaptación de un cuento de hadas que triunfa en Broadway,  en el que participan todas las estrellas de la pantalla, nos quiere transmitir.

El bosque, de aspecto más gótico que mágico, es el personaje principal de este cuento, el que unifica todas las historias, el que condiciona a los personajes y sus reacciones, el lugar donde aprenden a distinguir el bien del mal, la sabiduría de la ignorancia, el valor del oro frente a una vaca vieja, las pesadillas de los sueños eternos. Pero, a diferencia de sus anteriores musicales, Marshall opta por texturas de grano grueso, en ocasiones imágenes borrosas, luz empobrecida, y el clásico filtrado azul. Desecha las posibilidades que le ofrecen las nuevas tecnologías para la representación de los gigantes y prefiere mostrarlos a medias, entre el follaje, sugeridos más que exhibidos en su totalidad, lo que le habrá congraciado con parte del público hostil a la aplicación de los recursos informáticos. Para Peter Traver (Rolling Stone) es la partitura de Sondheim la que define y da personalidad a este bosque, mientras que para Catherine Shoard (The Guardian) los árboles que caen al paso de la gigante convierten el bosque en un infierno.

En el nuevo cuento nacido del conflicto de todos los anteriores, los personajes quedan huérfanos, viudos, y deciden vivir una vida diferente, juntos, sin príncipes ni castillos, pero también sin prejuicios ni limitaciones. Una nueva familia que se parece más a la de la vida real, que gustará a unos más que a otros, protagonista de un cuento en torno al panadero y su esposa infértil que  tiene ya un largo recorrido.Hace 20 años se llevó al cine con Robin Williams y Goldie Hawn como protagonistas, acompañados por Danny DeVito como el Gigante, Steve Martin como el lobo feroz,ahora personaje encarnado por Johnny Depp...