El rey de la comedia.Ficha técnica y sinopsis ampliada.







Ficha técnica:

Título original: The King Comedy/The Jerry Langford Show.
País: EE.UU.
Año: 1983.
Duración: 109 minutos.

Director: Martin Scorsese.
Director de Fotografía: Fred Schuler.
Casting:Casting: Cis Corman.
Música: Robbir Robertson.
Editor y productor supervisor: Thelma Schoonmaker.
Directores artísticos: Edward Pisoni, Lawrence Miller.
Decoradores del set: George De Titta, Sr., Daniel Robert

Diseño de Vestuario: Richard Bruno
Diseño de Peluquería: Lyn Quiyou.
Diseño de maquillaje: Philip Goldblatt.

Productor: Arnon Milchan.
Productor asociado: Robert F. Colesberry.
Productor ejecutivo: Robert Greenhut.
Productor musical: Robbie Robertson.
Diseño de Producción: Boris Leven.
20th Century Fox, Arnon Milchan




Intérpretes:

Robert De Niro: Rupert Pupkin,
Jerry Lewis: Jerry Langford,
Diahnne Abbott :Rita,
Sandra Bernhard: Marsha,
Ed Herlihy: Ed Herlihy,
Lou Brown: Band Leader,
Loretta Tupper, Peter Potulsky, Vinnie Gonzales: Fans,
Cathy Scorsese: Dolores,
Especial aparición de Tony Randall, Lou Brown, Victor Borge, Dr.Joyce Brothers.


Sinopsis:


Amarga comedia que narra la historia de Rupert Pupkin, un  don nadie que vive con su madre, a la que nunca vemos, sólo oímos (su voz es la de la madre de Scorsese), un  cómico obsesionado en convertirse en una gran estrella de la televisión, protagonizando su propio Show de humor, tomando como modelo a su ídolo Jerry Langford, (Jerry Lewis), cuyo programa es uno de los de mayor audiencia, Aprovechando un tumulto de admiradores del prestigioso cómico, Pupkin, con la ayuda de su amiga Marsha (Sandra Bernhard), logra colarse en el coche de su ídolo y tras conversar con él a la fuerza, logra convencerse a sí mismo de que Langford se ha comprometido a hacerle una prueba para su programa, pero éste se la niega; Pupkin intenta volver a entrevistarse con él e incluso se cuela, sin éxito, en su mansión con una camarera de la que está enamorado, Rita (Diahnne Abbott). Sin embargo no cejará en su empeño, acechando a Jerry hasta que consiga lo que quiere. Finalmente y con la ayuda de su amiga Masha secuestrarán a Langford para poder conseguir sus propósitos.



Comentario:

Apenas superado el trauma del fracaso de taquilla de 'Toro Salvaje', y con un estado de salud delicado a causa de su adicción a las dogas, Scorsese sentía de nuevo ganas de vivir y  trabajar.Su entusiasmo lo llevó a abordar, sin plantearse los riesgos, uno de sus proyectos más extraños y delicados,'El Rey de la Comedia', basado en un guión del periodista, Paul D.Zimmerman. Algunos estudiosos del personaje, entre ellos Tomás Fernández Valentí, afirman que su mala racha fue una especie de respuesta de la industria a las que se debe "el escaso éxito inicial de este film (...) un indicio más de lo que fue denominado "golpe de estado" que llevó a cabo Hollywood contra la independencia de los realizadores de la generación de Scorsese, por haber intentado hacerse con el poder de la industria del cine estadounidense durante los setenta y que, con escasas excepciones, sufrieron calamitosos fracasos en taquilla que parecían deliberadamente calculados para bajarles los humos e impedirles hacer lo que les diera la gana"( Martin Scorsese: Un infiltrado en Hollywood.Ediciones Carena, 2008, pág. 62).

Cuenta el propio realizador que, cuando hicieron la película, se estaba gestando una huelga de directores inminente. Es una comedia durísima y sin concesiones, coherente con su filmografía, pero el hecho de que tratara un tema y unos ambientes poco transitados por el propio cineasta hizo que no fuera comprendido por su público, Sin embargo, como señala Tomás Fernández Valentí, encaja perfectamente  con la galería de personajes obsesivos y perturbados que pueblan sus películas (según Scorsese es un personaje más violento que el Travis Bickle de Taxi Driver) es una de las películas más cuidadas y mejor rodadas del director; variopinto estilo visual, que combina escenas que transcurren en la vida real de los personajes y su entorno con otras que forman parte de las fantasías de Pupkin y que tan sólo existen en su imaginación. (Opus cit.pág.66).

La actualidad del film de Scorsese permite hacer lecturas constantes del film, y aplicarlas a momentos determinados de nuestra historia. Estamos transitando por un cambio de era y, si cuando escribió su libro Fernández Valentí, preocupaba al crítico  el mundo de la telebasura y el famoseo, en 2015 estamos asistiendo a un fenómeno mucho más inquietante: el control de todos los aspectos de la vida del hombre, desde la economía a la política, en un nuevo sistema al que se denomina telecracia, regido por las televisiones que nos imponen el voto, con sus encuestas precocinadas, los líderes, (aquellos que ocupan amplias cuotas de pantalla) de tal modo que las masas apenas pueden torcer un poco las líneas marcadas por los propietarios de los medios de comunicación.  Si antes era grave que el hombre no supiera distinguir entre lo real y lo soñado o lo ficticio, ahora, a pesar de que muchos adviertan la manipulación de que quieren hacerles objeto, como en la ficción imaginada por Orwell, nadie puede oponerse a ella.

Rupert Pupkin es perfectamente consciente del precio tiene que pagar por ser 'el rey de la comedia por un día', -seis años de cárcel-, y también es consciente del papel que juega en el gran teatro del mundo, y de que una vez entre a formar parte de ese inmenso circo que es la televisión será codificado, así como que, diga lo que diga, nadie se ocupará de develarlo, sino que le reirán la gracia hasta el final, como si ésta formara parte de la ficción que se representa, lo que le permite afirmar tranquilamente que ha secuestrado a Jerry Langford y que no lo va a soltar hasta que termine su show. Nadie lo va a creer. Cumplida su pena, el éxito le espera en la calle, donde todas las revistas de gran tirada en 1983, (Rolling Stone, Time, Newsweek...) le dedicarán sus portadas, le ofrecerán un millón de dólares por sus memorias y también un espacio para su programa en las televisiones.¿No es acaso eso lo que sucede en la realidad?

En este contexto a nadie le extraña que el actor hiperactivo, cinético por excelencia, Jerry Lewis, desempeñe el papel más serio, antipático y responsable del film, y que sea Robert de Niro, el gángster perpetuo, pero con un amplio registro de interpretaciones, quien de vida a este personaje soñador, cómico, estrambótico y muy kitsch, que paga caros sus quince minutos de gloria en las pantallas, aunque después la sociedad se lo agradece con creces. Un historia muy bien narrada, cuyo relato choca con la fábula fantasiosa y hechizante que ahora nos cuentan los medios, en la que  ocupan los primeros lugares en el share aquellos que el público decide; el público  decide entre lo que conoce y sólo es posible ésto si el conocido ocupa de forma constante las pantallas. Si apagamos su foco, pronto su estrella morirá.

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