El arte de pasar de todo.







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Ficha técnica:

Título original: The art of getting by.
País: Estados Unidos
Año: 2011.
Duración:85 minutos.

Dirección: Gavin Wiesen.
Guión: Gavin Wiesen.
Casting: Laura Rosenthal, Maribeth Fox, Jodi Angstreich
Dirección de Fotografía: Ben Kutchins
Música. Score original: Alec Puro;  Supervisor: Linda Cohen.
Editor: Mollie Goldstein.
Coordinador de especialistas: Manny Siverio.
Decorador del set: Matthew W.Herschel.
Attrezzista oregidor: Patrick Schofield.

Diseño de Vestuario: Erika Munro.
Responsable de maquillaje: Michelle Kearns.
Responsable de peluquería: Debbie Peiser.

Productores: Gia Walsh, Kara Baker.P.Jennifer Dana, Darren Goldberg.
Productores ejecutivos: David Sweeney, Andrew Levitas, Henry Pincus, Patrick Baker. Nick Quested, Gretchen McGowan, Jonathan Gray, Anthony Gudas.
Diseño de producción: Kelly McGehee
20th Century Fox, Fox Searchlilight Pictures, Gigi Films, Goldcrest Films, presentan a  Mint Pictures/Atlantic Pictures Production, asociada con Island Bound Productions.

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Intérpretes:

Freddie Highmore: George Zinavoy,
Emma Roberts: Sally Howe,
Michael Angarano: Dustin,
Elizabeth Reaser: Charlotte Howe,
Sam Robards: Jack Sargent,
Jarlath Conroy: Narris McElroy,
Sasha Spielberg: Zoe Rubinstein,
Rita Wilson: Vivian Sargent,
Blair Underwood: PrincipalMartinson.
Marcus Carl Franklin: Will Sharpe,
Ann Dowd: Mrs. Grimes,
Maya Ri Sánchez: Cynthia,

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Sinopsis:

George Zinavoy (Freddie Highmore) es un adolescente fatalista y un verdadero experto en pasar de todo. De hecho, ha convertido esto en un arte, siendo capaz de pasar todo el curso sin pegar ni golpe. Pero cuando George conoce a la guapa y complicada Sally (Emma Roberts), descubre un nuevo sentimiento que pone su mundo patas arriba. Su inusual e inesperado romance puede inspirar a George a hacer lo impensable - espabilarse de una vez y perseguir sus sueños.


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Críticas y comentario:

Hay tres cosas que enfadan, mucho, desde el primer momento en esta película y la publicidad que se ha hecho de la misma: en primer lugar el título del film, que en principio debía definir a la película y que puede confundir al  público bienintencionado, ya que no tiene nada que ver con la traducción al castellano, pero tampoco mucho con el original en inglés, que vendría a ser algo así como el 'arte de ir tirando', que se ajusta  más al perfil de un adolescente desorientado, que empieza a sentir la llamada del amor, o del sexo, que viene a ser lo mismo, justo cuando debe esforzarse más para conseguir una buena nota que le abra las puertas de la Universidad. Seguramente en España ha parecido más divertido presentarlo como un 'pasota'. En segundo lugar una sinopsis que pretende vender la misma idea deformando la historia deliberadamente, ya que no es sólo el amor lo que  impide estudiar a George, sino la situación que se vive en su familia de auténtica crisis financiera y sentimental, que acaba con una tremenda pelea en la que el adolescente le rompe la clavícula a su padrastro, unida al descubrimiento de que un amigo mayor que él, un pintor, Dustin, al que conoció haciendo una actividad extra-escolar y al que aprecia en gran manera, se ha enrollado con la chica que le gusta, Sally. Verse despojado de todo andamio emocional le hace salir de su ensimismamiento y se pone a estudiar para obtener la graduación; no hay ningún arte, sólo un instinto de supervivencia propio de la realidad de un chico de 18 años, que ha interiorizado el discurso oficial sobre su futuro, que pasa por la Universidad, en la clase a la que pertenece.

Por último, la  reflexión 'intelectualoide' de un quasi-adolescente, que cruza un paso cebra de una calle flanqueada por los  'rascacielos' de Un Nueva York diferente, al que su director quiere convertir en un personaje, sin lograrlo, nos confunde hasta el extremo de creer que anuncia una comedia, cuando en realidad introduce un melodrama a lo indie: "Desde los comienzos de la humanidad han nacido unos 110.000 millones de personas, en el mundo. Ni una sola ha sobrevivido. Hay 6800 millones de habitantes en el planeta y cada año mueren unos 60 millones, alrededor de 160.000 al día. De niño leí esta frase: "Vivimos solos y morimos solos. Lo demás es una ilusión." Es una forma de relativizar la importancia que nos damos a nosotros mismos? La crítica ha querido ver una referencia constante en el film a The Catcher in the Rye/El guardián entre el centeno de J.D. Sallinger, cuyo protagonista Holding Caulfield se ha convertido en EE.UU. (y en casi toda Europa, en la que el libro es casi de lectura obligada en un momento cualquiera del curriculum de secundaria), en un icono de la rebeldía adolescente, que narra en primera persona intradiegética las andanzas del chico en la ciudad de New York, tras ser expulsado del Colegio, imagen a la que ayuda poco Freddie Highmore, el protagonista de Charlie y la fábrica de chocolate, con su cara de tímido y pasmado. Esta lectura tan facilona explica el escepticismo de John Anderson (Variety) ante esta película tópica y poco novedosa.

La cinta está trufada de pinceladas culturales muy pretenciosas, como el homenaje a Truffaut, en aquella secuencia de 'Los cuatrocientos golpes' en la que Antoine Doinel junto con un compañero hacen pella en la escuela y el chico descubre a su madre con un amante; aquí  George sorprende, por primera vez, a su padrastro dando vueltas por la ciudad tras la quiebra de su empresa, para esconder su situación. El joven lleva a Sally a ver una cinta restaurada de Louis Malle en 35 mm., ' Zazie dans le metro'. La diferencia entre Gavin Wiesen y Truffaut es que el francés no necesitaba demostrar que era independiente, sencillamente lo era. La música indie de Alec Puro, un habitual del género, plana y reiterativa, mezclada con alguna canción de Leonard Cohen, acaba convirtiéndose en un auténtico suplicio; las pretensiones megapijas del film van in crescendo, desde la primera imagen del joven cruzando un paso cebra, con un gesto que evoca la portada de Abbey Road, hasta el encuentro a cámara lenta de George y Sally sin verse ni  saludarse. La importancia que se dan estos personajes o la poca que le conceden a los espectadores llega a su máxima expresión en la visita de George y Dustin a una exposición, jalonada de comentarios que rozan el ridículo por un didactismo infantil que les impulsa a explicar a su público qué se siente ante un cuadro abstracto u otro 'fetichista'. Decir que la secuencia final es previsible es una vulgaridad que debe ser evitada.

Razón tenía Cronenberg en las denuncias que realiza en 'Maps to the Stars' (2015), acerca de cómo funcionan no sólo Hollywood  sino otras plataformas, nacidas para dar una oportunidad a los que no tienen 'padrinos',  como Sundance, certamen creado con este objetivo por Robert Reddford, que se está convirtiendo en la guarida de los cachorros de los famosos, Entre ellos Sasha Spielberg, empeñada en sacar los colores a un padre que ha dado al cine algunas de sus mejores páginas y al que admira casi todo cineasta. La película ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance de 2011 y fue muy aplaudida por la 'clac' del mundo del cine y los negocios. De hecho los adolescentes pertenecen a unas familias en las que perder un empleo no se vive como un drama, sino solo como un contratiempo que resolverá el que tenga mejor situación económica de la pareja,  disuelta hace tiempo; la madre de Sally cobraba una pensión de alimentos que le permitía pagar los estudios de su hija en cualquier estado de Norteamérica. Rex Reed (The New York Observer) celebra esta película como 'la más atractiva y dotada de ingenio  de las primas del mismo género inspiradas en J.D. Sallinger. Sin duda encantadora." Claudia Puig (USA Today) le concede la máxima puntuación, aunque reprime su entusiasmo: "Incluso aunque no es muy creativa o novedosa, lo arregla todo con el entrañable encanto de su  personaje principal."

Una película de adolescentes de clase media alta, que, como todos los jóvenes entre 17 y 18 años sufre en un momento determinado la crisis de la transición hacia la madurez, si bien éstos no padecen la degradación económica que desangra a otros chicos de su edad, habitantes de ghettos y suburbios, protagonistas cotidianos de películas norteamericanas muy crudas. Estos viven en Brooklyn o Manhattan,en casas amplias y confortables, e incluso alguna de las chicas, como Zoe, de apellido judío, Rubinstein (S.Spielberg), presume de independencia a su corta edad, porque su padre le paga un lujoso apartamento en el centro, para que no tenga que desplazarse cada día para ir a su colegio de élite. No obstante se han buscado localizaciones en el Este y el Oeste de la ciudad para mostrar lugares poco conocidos y evitar el efecto de postal a favor de la imagen indie.



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