Buona sera, Señora Campbell.




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Ficha técnica:

Título original: Buona sera, señora Campbell.
País: Estados Unidos/Italia.
Año: 1968
Duración: 109 minutos.

Dirección: Melvin Frank.
Guión: Melvin Frank, Denis Norden, Sheldon Keller.
Director de Fotografía: Gabor Pogány. Color by De Luxe.
Música, compuesta y dirigida por Riz Ortolani. Letras: Melvin Frank.
Canciones: "Buona sera" de Jimmy Roselli
Edición: Bill Butler.
Director artístico: Arrigo Quini.
Decorador del set: Giuseppe Chevalier.
Editores de sonido: Walter Nelson, Bill Creed.

Diseño de Vestuario: Morton Haack. Anna Maria Fea.
Maquillaje: Amato Garbini.
Peluquería: Gabriella Borzelli.

Productor: Melvin Frank, C.O. Erickson.
Productor ejecutivo: C.O. Erickson.
Filmado en Cibecitta.
Compañías. Productoras: Metro Goldwin Mayer y United Artists. Connaugh Production.

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Intérpretes:

Gina Lollobrigida: Carla Campbell,
Shelley Winters: Shirley Newman,
Phil Silvers: Phil Newman,
Peter Lawford: Justin Young,
Telly Savalas: Walter Braddock.
Lee Grant: Fritzie Braddock,
Janet Margolin: Gia Campbell,
Marian Moses: Lauren Young,
Naomi Stevens: Rosa,
Philippe Leroy: Vittorio,
Renzo Palmer:
James Mishler
Giovanna Galletti: la condesa.
Dale Cummings...


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Sinopsis:

Dieciséis años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial, tres ex-combatientes norteamericanos regresan a San Forino, un pueblecito italiano, en el que vive Carla Campbell, una joven viuda que les dio cobijo durante la guerra. Carla les ha estado reclamando dinero todo este tiempo

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Comentario.

La historia de 'Buona sera, Señora Camppbell' constituye la base de 'Mamma mía' de Phillyda Lloyd (2008) que no puede ser calificada de remake porque no sólo traslada las localizaciones del film desde Italia a Grecia, sino que parte de un subtexto bastante diferente. Este título de Melvin Frank se diferencia por su honestidad formal y discursiva  de otra película reciente, Suite Francaiçe (Saul Dibb, 2014),  un relato revisionista, especialmente en lo que se refiere a la narración visual de la invasión de pueblos franceses por las tropas del III Reich. Tras la ocupación de Italia por los ejércitos vencedores en la Segunda Guerra Mundial, se produjeron muchos contactos entre los soldados norteamericanos y mujeres italianas, cuyo resultado fue que se multiplicaron en el país las señoras Campbell (nombre de la famosa sopa estadounidense que inspiró algunos cuadros de Andy Warhol), un apellido que al igual que Ford o Smith forma parte del imaginario colectivo.

La Señora Campbell pasa a ser todo un personaje en San Forino, pueblo de orografía imposible, cuestionada tan solo por la cacique del pueblo, la condesa, que ocupa un lugar privilegiado en la Iglesia con el resto de las fuerzas vivas, hasta que la tranquilidad de la bella italiana, que tiene una hija que estudia en Suiza, gracias a sus tres padres americanos, se ve alterada por la llegada a la localidad de los viejos combatientes, en los que el  paso del tiempo ha dejado huella y ha destruido a los otrora jóvenes tal y como los recuerda la Señora Campbell, mientras ella, encarnada por la gran Gina Lollobrigida, se mantiene estupenda. Cuando se quedó sola y embarazada adoptó el nombre de las famosas sopas Campbell que inmortalizo  Andy Warhold, adquirió una buena casa y desde ese momento se desplaza en un deportivo rojo entre la admiración de sus paisanos.

La llegada al pueblo de los tres hombres con sus mujeres e hijos de lugar a los enredos que caracterizan la comedia italiana de mediados del siglo XX, en medio de los cuales Gina se exhibe constantemente con la honesta y pudorosa combinación que llevaban antes las mujeres, y que permite adivinar el cuerpo del que todavía disfruta la actriz. Un final más que feliz, buenista y bienintencionado, permite a la Sra. Campbell llevar la vida de siempre sin mentir a nadie. Las mujeres de Phillyda Lloyd son independientes, liberales, cultas y deciden su propia vida con sus propios medios; el tiempo no pasa en balde.



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