Mr. Brooks. Bruce A.Evans






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Ficha técnica:

Título original: Mr, Brooks.
País: Estados Unidos.
Año: 2007.
Duración: 115 minutos.

Dirección: Bruce A.Evans. (Stand by Me, 1986)
Guión: Bruce A. Evans & Raynold Gideon.
Casting: Mindy Marin, c.s.a.
Director de Fotografía: John Lindley, a.s.c.
Música: Ramin Djawadi.
Editor: Miklos Wright.
Diseño de sonido: Emile Razpopov.
Coordinador de especialistas: Norman Howell.
Director artístico: William Ladd Skinner
Decorador del set: Anne Kuljian.

Diseño de Vestuario: Judianna Makovsky.
Jefe de Departamento de maquillaje: Francisco X.Pérez.
Jefe de Departamento de Peluquería: Janice Alexander.


Productores: Jim Wilson, Kevin Kostner, Taynold Gideon.
Productores ejecutivos: Sam Nazarian, Adam Rosenfelt, Marc Schaberg, Thomas Augsberger.
Productor asociado: Malcolm Petal.
Diseño de producción: Jeffrey Beecroft.
Compañías. Productoras: Metro Goldwin Mayer, Element Films y Relativity Media, asociadas con Eden Rock Media, Tig Production; Distribución: Manga Films.


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Intérpretes:

Kevin Kostner: Mr. Brooks,
Demi Moore: Tracy Atwood,
Dane Cook: Mr. Smith,
William Hurt: Mr. Marshall,
Marc Helgenberger: Emma Brooks,
Rubin Santiago-Hudson: Hawkins,
Danielle Panabaker: Jane Brooks,
Aisha Hinds: Nancy Hart,
Lindsay Crouse: Capitan Lister,
Jason Lewis: Jesse Vialo,
Reiko Aylesworth: abogado de Jesse,
Matt Schulze: Thorton Meeks.

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Sinopsis:

Mr. Brooks es un hombre testarudo incapaz de controlar sus emociones. Tiene una mitad diabólica, un alter ego amante del asesinato y del caos. Una experimentada detective con gran devoción por su trabajo capta  la atención y la admiración del asesino que persigue, que no es otro que el otro yo de Mr. Brooks.




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Críticas:

"Mr. Brooks, que fue dirigida por Bruce A. Evans (Stand by Me, 1986);  es una película fuerte, pulida, elegante y positivamente brutal y estimulante. Kevin Costner, interpreta con una serenidad cruel y sanguinaria  al Sr. Brooks y  hace un trabajo estelar - un trabajo tan profundo, que la revista Empire lo aclamó como "la cumbre de la carrera de Costner'. Una declaración audaz? De ningún modo. Es justo en el dinero donde reside el quid de la cuestión..." David Owain Hughes. Mr.Brooks (2007).

El hecho de ver a Kevin Costner, el prototipo americano medio, buen padre de familia y amante respetuoso, convertido  en un asesino en serie, un hombre de negocios que lucha con su conciencia, consiguió llamar la atención de ciertos críticos de cine norteamericanos como Mick Lasalle (San Francisco Chronicle), o Peter Travers (Rolling Stone); en España se ve, por el contrario, un film adaptado al carisma del actor (Miguel Ángel Palomo, del diario 'El País'). Hay quien se lo ha tomado muy a mal, como Federico Marín Bellón del diario ABC.



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Comentario:

Hay muchas posibilidades de disfrutar de buen cine, cuando se ha agotado la cartelera, las novedades en DVD o Blu-ray, o las tiendas de segunda mano:  quedan las colecciones, algunas muy buenas, que están ofreciendo a sus clientes muchos rotativos en su caída. Las dificultades económicas por las que atraviesa la prensa de papel están provocando que muchas de estas colecciones se interrumpan antes de acabar. Este fin de semana, uno de estos periódicos incorpora Mr. Brooks, un thriller muy particular, que ha levantado ampollas en algunos sectores de la crítica, ya que el núcleo central de la trama es la existencia de individuos que asesinan respondiendo a impulsos psicológicos de muy variado signo, pertenecientes a las clases altas. .

"La sed de sangre ha vuelto a asaltar la mente del Sr. Brooks. En realidad nunca se había ido. ¡Oh Señor! Concedeme serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar. (...), valor para cambiar lo que sí puedo y sabiduría para reconocer la diferencia..." Estas palabras, un diálogo entre Brooks y su alter ego, el lado oscuro de cuya existencia todos somos conscientes, y el susurro de un rezo, en el que un hombre reconoce sus debilidades ante su Dios, son el preámbulo de una historia truculenta que  por mor y gracia de una buena idea de un productor/realizador, que ha dirigido 7 u 8 películas, en una dilatada carrera, se ha convertido en un thriller notable al convertir a un honrado padre de familia y un empresario de éxito, en un asesino en serie, con derivaciones provocativas, y por tratar el tema con el modo de representación institucional, sin riesgos, como corresponde a la clase retratada y a un público conservador de mediana edad, un modo de hacer que se caracteriza por la coherencia interna, la narración lineal,  el realismo y la continuidad espacio-temporal, unos elementos tratados en la actualidad con una fotografía nítida, estancias bien iluminadas y espacios elegantes. 

Lo cierto es que el planteamiento de Mr.Brooks es bien curioso e incluso provocador y no es de extrañar que  quien se siente impune y superior, un hombre de clase, un lobo de los negocios, considerado por sus iguales un filántropo, nombrado hombre del año, un devoto cristiano, un militante pro-vida. que, sin embargo, no ve ningún problema en prevaricar y mover hilos para que su hija pueda entrar en una Universidad de prestigio, lesionando los derechos de gente esforzada con menos recursos, sea un psicópata, un serial killer, -'El asesino de la huella del pulgar'-, que reza a cada paso y ruega a Dios por el alma de una hija que ha heredado sus genes. Una historia que, en contra de la costumbre aleccionadora del thriller, demuestra que, en ocasiones, el criminal también gana, y puede hacer las paces con Dios. Esta historia, contada con un discurso propio del blockbuster, con frialdad calculadora, sin imágenes dantescas, planos aberrantes ni descenso a los infiernos, resulta mucho más escandalosa que las películas de acción que tanto daño hacen a los sentidos de ciertos sectores de público, porque realza un discurso inusual que contradice la realidad de una sociedad hipócrita que prefiere pensar que el crimen se aloja en la miseria, en el seno de familias desestructuradas, a las que apenas consideran personas, un perfecto caldo de cultivo para los traumas psicológicos y los ajustes de cuentas. Algo de eso también hay en el film, aunque la avezada detective, como ocurriría en la vida real, no asocia crímenes tan horrendos con el empresario del año.

El film queda abierto en muchos aspectos, excepto en la explicitación ostentosa de la religiosidad del asesino con la que se abre y se cierra la película; alguno de sus crímenes sólo se sugiere, aunque, tan sólo imaginar qué y por qué lo ha hecho (lo que no es difícil) es más espeluznante que muchas secuencias gore. La razón por la que este hombre privilegiado, que habla de dios a cada paso, mata resulta inaceptable para muchos; ni el padre ni la hija sienten interés por los estudios, porque no es el mejor camino para hacer dinero, si bien el progenitor le aconseja volver a la Universidad para saber al menos quién es, algo que, al parecer, la chica tiene mucho más claro de lo que el padre cree; su embarazo, la causa aparente para dejar sus estudios, plantea la cuestión del aborto, sin llegar a nombrarlo, pero el público no es estúpido y entiende el alegato del Sr. Brooks. Para enredar más las cosas, en el camino de 'El asesino de la huella del pulgar' se cruza un auténtico sociópata, un inquilino de un edificio de lujo, un voyeur que fotografía a sus vecinos, y que, como el protagonista de  'La ventana indiscreta' de Hitchcock descubre un asesinato por casualidad. No parece que el hecho de dejar tanto cabo suelto responda al deseo de iniciar una saga, sino de aproximarse lo más posible a la cruda realidad.



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