Cosas que diría con solo mirarla.
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Ficha técnica:
Título original: Things you can tell just by looking at her.
País: Estados Unidos.
Año: 1999.
Duración:
Dirección: Rodrigo García.
Guión: Rodrigo García.
Casting director: Marnie Waxman.
Director de Fotografía: Emmanuel Lubezki, a.s.c.
Música: Edward Shearmur.
Editor: Amy E. Duddleston
Diseño de Vestuario: George L. Little, c.d.g.
Productor: Jon Avnet y Franchise Pictures.
Productor en línea: Effie T. Brown.
Productores ejecutivos: Elie Samaha y Andrew Stevens
Diseño de producción: Jerry Fleming.
Compañías. United Artist y MGM Company ; distribución: Manga Films.
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Intérpretes:
Clenn Close: Dra. Elaine Keener,
Cameron Díaz: Carol Faber,
Calista Flockhart: Christine Taylor,
Kathy Baker: Rose,
Ami Brenneman: Detective Kathy Faber,
Valeria Golino: Lilly,
Holy Hunter: Rebecca Waynon,
Matt Craven: Walter.
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Sinopsis:
En el mismo barrio de Los Ángeles, el Valle de San Fernando, un grupo de mujeres está reordenando su vidas. Una doctora sueña con intimar con un hombre nuevo. Una solitaria detective de policía busca pistas sobre una tragedia junto a su hermana ciega. Una madre soltera se siente profundamente atraída por un nuevo y diferente vecino. Una directora de banco descubre que está embarazada después de una historia con un hombre casado, mientras una pareja, que lucha contra una enfermedad irreversible, vuelve sobre los pasos de su amor.
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Comentario:
Hay pocas críticas de esta película, realizadas por hombres que creen que han entendido el film, mejor que muchas mujeres, lo cual no es en absoluto cierto. En una línea argumental sin solución de continuidad, los diferentes retratos de mujeres pasan de unas a otras sin apenas variación, con la única excepción del cambio de actrices, que apenas se distinguen unas de otras, al ser caracterizadas todas ellas de la misma manera, como mujeres burguesas, con éxitos profesionales que han decidido vivir de forma independiente con los riesgos que esa opción entraña, vestidas en discretos y elegantes tonos ocres de diferentes colores muy pálidos e instaladas en pisos o casas confortables de gusto minimalista; mujeres prácticas que usan sandalias planas y que destilan mucha clase. El hecho de que una de estas mujeres haya aparecido muerta, evidencia que el riesgo que se corre con ciertas posturas ideológicas y 'políticas' de las mujeres, que pueden decidir cómo quieren vivir, es más elevado de lo que parece.
Todos, pertenezcamos a uno u otro sexo, tenemos en nuestras manos la opción de vivir solos o acompañados, y al elegir nos imponemos un sacrificio. Una se culpa de su incapacidad para convivir con nadie, otra decide no tener el hijo que lleva en su vientre a cambio de su independencia, aunque ello incremente su soledad, o desprecia a un amante y prefiere acostarse cada noche sin compañía, excepto lo días que libra de esposa su compañero habitual, un hombre casado. La fantasía de Rebeca es más masculina que femenina, ya que las mujeres son más sensibles, por educación, que los hombres. Cada vez es más frecuente que se den estas situaciones, aunque Rodrigo García no ha optado por la universalidad del discurso, sino por un perfil muy concreto de mujer en esta especie de 'vidas cruzadas femeninas'.
Hay pocas críticas de esta película, realizadas por hombres que creen que han entendido el film, mejor que muchas mujeres, lo cual no es en absoluto cierto. En una línea argumental sin solución de continuidad, los diferentes retratos de mujeres pasan de unas a otras sin apenas variación, con la única excepción del cambio de actrices, que apenas se distinguen unas de otras, al ser caracterizadas todas ellas de la misma manera, como mujeres burguesas, con éxitos profesionales que han decidido vivir de forma independiente con los riesgos que esa opción entraña, vestidas en discretos y elegantes tonos ocres de diferentes colores muy pálidos e instaladas en pisos o casas confortables de gusto minimalista; mujeres prácticas que usan sandalias planas y que destilan mucha clase. El hecho de que una de estas mujeres haya aparecido muerta, evidencia que el riesgo que se corre con ciertas posturas ideológicas y 'políticas' de las mujeres, que pueden decidir cómo quieren vivir, es más elevado de lo que parece.
Todos, pertenezcamos a uno u otro sexo, tenemos en nuestras manos la opción de vivir solos o acompañados, y al elegir nos imponemos un sacrificio. Una se culpa de su incapacidad para convivir con nadie, otra decide no tener el hijo que lleva en su vientre a cambio de su independencia, aunque ello incremente su soledad, o desprecia a un amante y prefiere acostarse cada noche sin compañía, excepto lo días que libra de esposa su compañero habitual, un hombre casado. La fantasía de Rebeca es más masculina que femenina, ya que las mujeres son más sensibles, por educación, que los hombres. Cada vez es más frecuente que se den estas situaciones, aunque Rodrigo García no ha optado por la universalidad del discurso, sino por un perfil muy concreto de mujer en esta especie de 'vidas cruzadas femeninas'.
A la pregunta del entrevistador de 'Encuentros digitales' del diario 'El Mundo', al crítico Carlos Boyero, al que aborda con desenfado: "Hola artista. ¿Por qué todas las mujeres de Cosas que nunca diría con sólo mirarla son unas amargadas si no tienen un hombre a su lado? Y ¿porqué son tan, tan, tan yankis? ¿Es el nuevo realismo mágico filial americano? A lo que el enfant terrible de la crítica española responde "Creo que esas mujeres son reales y que Rodrigo García las comprende inmejorablemente. Le prometo que en España también conozco casos parecidos. Están hablando de algo universal llamado soledad y miedo."
Una opinión parecida mantiene el crítico del diario 'El País', Ángel Fernández Santos de esta película que comienza cada uno de los capítulos en que se divide con un título que intenta definir a cada mujer "Ésta es la Doctora Keener", "Fantasias de Rebeca", "Alguien para Rose"...: "Magnífica primera película (...) obra de poderosa originalidad, que trenza en su escritura una serie de magníficos bocetos de mujeres que luego son acabados, redondeados y vivificados hasta lo insuperable por un deslumbrante reparto (...) instantes de cine vivísimo, dicho a media voz, susurrado, que convierten a esta primera obra de Rodrigo García en una joya con sabor a última, a insuperable". Da la impresión de que Fernández Santos tuviera una bola de cristal, ya que ninguna de las películas que ha realizado el hijo de Gabriel García Marquez ha logrado superar, a pesar de su financiación y del reparto constituido por famosos, una razonable notoriedad.
Una opinión parecida mantiene el crítico del diario 'El País', Ángel Fernández Santos de esta película que comienza cada uno de los capítulos en que se divide con un título que intenta definir a cada mujer "Ésta es la Doctora Keener", "Fantasias de Rebeca", "Alguien para Rose"...: "Magnífica primera película (...) obra de poderosa originalidad, que trenza en su escritura una serie de magníficos bocetos de mujeres que luego son acabados, redondeados y vivificados hasta lo insuperable por un deslumbrante reparto (...) instantes de cine vivísimo, dicho a media voz, susurrado, que convierten a esta primera obra de Rodrigo García en una joya con sabor a última, a insuperable". Da la impresión de que Fernández Santos tuviera una bola de cristal, ya que ninguna de las películas que ha realizado el hijo de Gabriel García Marquez ha logrado superar, a pesar de su financiación y del reparto constituido por famosos, una razonable notoriedad.
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