El asesinato de Richard Nixon.








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Ficha técnica:

Título original: The Assassination of Richard Nixon.
País: Estados Unidos.
Año: 2005.
Duración: 95 minutos.

Dirección: Niels Mueller.
Guión: Niels Mueller, Kevin Kennedy
Casting: Mali Finn, c.s.a. ; asociados: David  Rappaport y Jonathon Leeder.
Dirección de Fotografía: Emmanuel Lubezki, a.s.c., a.m.c.
Música: Score: Steven Stern;    Supervisor: Liza Richardson.
Edición: Jay Cassidy, a.c.e.
Mezclador de sonido: José Antonio García.
Coordinador del Departamento de arte: Stephanie Cain.
Decorador del set: Barbara Munch
Regidores: Louis Visco, John W.Micheletos

Diseño de Vestuario: Aggie Guerard Rodgers; supervisor: Judy Fiel.
Jefe del Departamento de maquillaje: Rick Stratton.
Responsable de peluquería: Laurel Van Doke.

Productores: Jorge Vergara. Alfonso Cuarón.
Productores ejecutivos: Kevin Kennedy, Frida Torresblanco. Arnaud Duteil, Avram Butch Kaplan.Jason Kliot, Joana Vicente. Alexander Payne, Leonardo DiCaprio.
Productores asociados: Carlos Cuarón y Emmmanuel Lubezki. Kurt Mueller.
Productor en línea: Debra Grieco
Diseño de producción: Lester Cohen.
Compañías. Productoras: Anhelo Productions, asociada con Appian Way Distribución: Manga Films.

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Intérpretes:

Sean Penn: Samuel Bicke,
Don Cheadle: Bonny Simmons,
Naomi Watts: Marie Bicke,
Jack Thompson: Jack Jones,
Mykelti Williamson: Harold Mann,
Michael Wincott: Julius Bicke,
Nick Searcy: Tom Ford,
April Grace: Mae Simmons,
Brad Henke: Martin Jones,
Tracy Lynn Middendorf: hombre de negocios.
Lily Knight: Recepcionista.

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Sinopsis:

Invierno de 1974. Samuel Bicke es un hombre de cuarenta años que desea creer en algo, en cualquier cosa. Pero a cada paso su fe en sí mismo y en el mundo que le rodea se va minando. Separado de su mujer, Maria, que rechaza considerar la reconciliación que él tanto desea, la única esperanza de Bicke está puesta en el proyecto de su amigo Bonny. Pero durante la eterna espera mientras el banco concede o no el préstamo, la situación de Bicke empeora vertiginosamente y en su estado de vulnerabilidad ve injusticia e hipocresía en todas partes. Y sobre todo ello destaca la situación política del país con la corrupción y la guerra del Vietnam. Para este hombre el presidente Richard Nixon es la personificación de todo lo que no funciona en el mundo y decide que la única manera de dar sentido a su insignificante vida es realizar un gesto magnífico e histórico, aunque para ello deba acabar con la vida de otra persona.

Este film puede ser adquirido esta semana, a muy bajo precio con un periódico de tirada nacional.


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Comentario:

Antes de pasar a analizar 'El asesinato de Richard Nixon' cabe hacer alguna consideración de calado: El atentado del 11S de 2001 que hundió las torres gemelas y acabó con la vida de más de 3,000 ciudadanos supuso un duro golpe para las conciencias de los norteamericanos, fuera cual fuera su ideología o su sensibilidad política;  una convulsión tan fuerte  impuso una seria reflexión sobre lo acontecido. El hombre se define por lo que hace y será recordado por sus actos, la cuestión reside en cómo será juzgado por la historia y si su sacrificio servirá para mejorar las condiciones de la humanidad o serán un placebo miserable para su pobre conciencia atormentada. Sam Bicke era consciente de que no tenía el don de de la infalibilidad, ni siquiera estaba seguro de sus acciones; "la certeza es la enfermedad de los reyes", afirmaba. Pero de una cosa estaba seguro: el sistema estaba enfermo y  tenía que haber alguien que resistiera, que debía pagar un alto precio por su sacrificio y que traería la ruina y el deshonor  para él y su familia. De lo segundo no estaba tan seguro. Pero, ¿Qué le hacía pensar que sus víctimas merecían morir?

Esta es la base de la que parte el film que dirige Niels Mueller, tras el que se parapetan Alfonso Cuarón, Alexander Payne y Leonardo DiCaprio, entre otros, cuya fuerte  influencia en el mundo del cine por su consagrada valía, convierte la película en un título de autor, etiqueta que recae más sobre los productores que sobre el que dirige el film;  de acuerdo con las orientaciones de Ramón Carmona, podríamos aventurar, además, que ésta interpretación se fundamenta con fuerza en la personalidad del actor-protagonista Sean Penn y quienes lo financian, cuya postura comprometida con diferentes causas, no sólo les ha privado del preciado premio de la Academia, sino que les ha obligado a hacer frente constantemente al loby de una prensa dispuesta a hundir a quien se atreva a cuestionar el sistema en cualquiera de sus partes, como denuncia González Iñarritu en la magnífica Birdman . Tosas estas premisas permiten definir una política de autor caracterizada más que por una "forma de montar, el uso de determinada iluminación o  cualquier otra tipología, en la ideología de quienes producen y quien protagoniza esta historia, siguiendo, en cierta medida, las directrices que marca Ramón Cardona, en su libro 'Cómo comentar un texto fílmico'. Pero, además, hay que tener en cuenta que en la interpretación y la organización del significado del film, tiene que tener en cuenta las condiciones históricas, culturales e industriales en que se realizó el film, que a veces, ni siquiera tiene que ver con  las intenciones del autor, y además se debe tener en cuenta que lo que los críticos consideran un film 'bien hecho' "remite a nuestros propios códigos culturales, definidos a grandes rasgos como pertenecientes a un mundo muy concreto, occidental y de raza blanca, constructos históricos particulares, de validez sólo particular". (Opus cit.). La elucubración sería infinita si añadimos la ideología y la sensibilidad del que ve, que siempre se puede sacar un as de la manga colocando una sencilla etiqueta (previsible, prescindible, fallos de guión, sensiblera...), sin preocuparse de razonar sus argumentos, aunque sólo sea por respeto a sus lectores.

Niels Mueller y  Kevin Kennedy, con el apoyo de sus productores ejecutivos realizan un thriller, un pretendido biopic basado en un hecho real,  de un hombre que intentó asesinar a Richard Nixon y que hizo traslado de sus verdaderas motivaciones a un músico puro y sincero, Leonard Bernstein, que pasó a la historia, entre otras muchas obras por construir uno de los musicales más importantes de Broadway, West Side Story, que se llevó al cine por Robert Wise en 1961. Unos escritos en los que confesaba sus pecados: era un grano de arena entre 211 millones en Estados Unidos y mas de 3.000 millones en el mundo, que sólo quería un pedazo de sueño americano y quería demostrar al resto de los hombres que hasta uno de estos insignificantes granos de arena tenía el poder de destruir a los poderosos. En un contexto que se sirve con desparpajo de la mentira, incluso entre quienes se venden a sí mismos como los más honrados y respetados por la gente, expresa pensamientos lúcidos:  los poderosos que se venden a sí mismos como representantes de todo el pueblo, aun a sabiendas de que sólo les han votado muchos menos, a lo sumo el 30% de la población, cuando llegan al poder por cualquier circunstancia, intentan que los que están frente a ellos se lleguen a sentir solos, débiles y divididos. Conseguidos sus propósitos, los reconfortan con libros de auto-ayuda, que compran con parte de su escaso  sueldo, con el objetivo de que lleguen a creer que el poder del pensamiento positivo  y acaben asimilando que el poder es un estado de ánimo. Si  uno cree que no lo tiene es que no lo tiene, una broma pesada en un país que, como en toda Europa 'hay mucho para pocos y nada para la mayoría.'

Sus presupuestos son compartidos por amplias masas, entre la que no faltan desesperados como él, que empiezan a confundir su realidad con los sueños, una ilusión de la que habló Calderón de la Barca en su célebre obra 'La vida es sueño'. Convertido, en su imaginación, en el libertador de las masas, comienza un periplo entre los parias de la Tierra encontrando a cada paso la incomprensión propia del pragmatismo en lugar de la solidaridad y el deseo de cambiarlo todo a cualquier coste. Entiende que desde los Panteras Negras, a los que propone llamarse los 'Cebras', incorporando a los blancos desahuciados en su revolución, pasando por su mujer, acosada por su obsesión por ella, su hermano y su mejor amigo, un negro que cree que, a pesar de las injusticias, hay que trabajar todos los días para pagar las deudas y mantener a las familias. Los negros revolucionarios aceptan su ayuda, pero no su integración en el grupo, porque por muy mala que sea su situación forma parte de una casta, la de los blancos. Continuando con una narración concebida de forma lineal ab initio, sin demasiados riesgos, ya que pretende que el mensaje llegue nítido al espectador, sus amigos, compañeros y familiares luchan por su integración, por que adquiera la figura de un hombre de familia y no 'un imbécil con un 'chocho en la cara'.

De esta forma, nuestro personaje, el personaje,  va acumulando humillación a humillación, sin poder soportar la idea de que la esclavitud no ha desaparecido de su país, sino que ahora a los esclavos los llaman empleados, que mienten para seguir comiendo como hacen sus empleadores. El proyecto de crear una empresa honrada que no mienta sobre los márgenes de ganancia del negocio, le retira el apoyo de los bancos, en una tierra de abusones. Aunque muchos comparten  estos principios, pocos entienden que esta forma de pensar le suponga perder un trabajo, tras otro, un hecho que le hace deteriorar la convivencia con familia y sus amigos, a los que acaba haciendo daño en su extrema bondad. Poco a poco entiende que se tiene que ir, pero que lo va a realizar haciendo ruido, y, como consecuencia, se pone a sí mismo una meta difícil de alcanzar: matar al Presidente Richard Nixon. Y como la experiencia nos demuestra, cuando uno no puede llegar al poderoso, bien protegido y de muy difícil acceso, aunque en alguna ocasión se ha estado a punto de asesinar a un presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan ,o al Papa Juan Pablo II, casi siempre se acaba ejerciendo la 'justicia', que en realidad acaba siendo un acto de venganza, sobre los más débiles, los que van a su trabajo en un tren o un metro, están en sus despachos o disfrutan de un merecido descanso en una cafetería. Y éste es el acto por el que pasa a la historia, quien ha estado soñando durante largo tiempo que era un hombre honrado y un adalid de la defensa de los derechos de la humanidad. Sus razonamientos son certeros y colocan al espectador, durante casi todo de un relato que empieza por el final en una estructura circular que integra un gran racconto explicativo, del lado del protagonista, para llegar a la conclusión de que un acto de terrorismo indiscriminado convierte a Sam en el peor de los mortales. y de esa forma ha sido recordado, en una película realizada por hombres progresistas que defienden el mayor de los derechos del hombre: el de preservar su vida contra todos los que, de cualquier forma, pretendan acabar con ella. 

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