Una casa en el fin del mundo.



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Ficha técnica:

Título original: A Home at the End of the World.
País: Estados Unidos.
Año: 2004.
Duración: 93 minutos.
Género: Drama/Romance/Homosexualidad.

Dirección: Michael Mayer.
Guión: Michael Cunningham, basado en su novela homónima.
Casting: Jim Carnahan, c.s.a., Mele Nagler & Claire Simon, c.s.a.; Canada: Robin D.Cook, c.d.c.
Director de Fotografía: Enrique Chediak.
Música original: Dunkan Sheik; supervisor: Linda Cohen.
Edición: Lee Percy, a.c.e., Andrew Marcus.
Director artístico: Edward S.Bonutto.
Decorador del set: Mark Steel.
Regidor: Charles McGlynn.

Diseño de Vestuario: Beth Pasternak.
Maquillaje: Jordan Samuel.
Estilista de peluquería: Debra Johnson.

Productor: Tom Hulce. Katie Roumel, Pamela Koffler, Christine Vachon. John . Hart Jr. & Jeffrey Sharp. John Wells..
Productores ejecutivos: John Sloss, Michael Hogan.
Co-productores: Jocelyn Hayes, Bradford  Simpson. Robert Kessel, Julia Rask.
Productor en línea: James Powers.
Diseño de producción: Michael Shaw.
Compañías: Playmouth Projects/ Hart Sharp Entertainment, Killer Films/John Wells Production para Warner Independent Pictures. Distribución de video: Manga Films.


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Intérpretes:

Colin Farrell: Bobby Morrow, 1982,
Rovin Wright Penn: Clare,
Dallas Roberts: Jonathan Glover, 1982,
Sissy Spacek: Alice Glover,
Andrew Chalmers: Bobby Morrow (1967)
Ryan Donowho: Carlton Morrow,
Asia Veira: Emily,
Jeffrey Authors: Frank,
Ron Lea: Burt Morrow,
Erik Smith: Bobby Morrow, 1974,
Harris Allan: Jonathan Glover, 1974,
Matt Frewer: Ned Glover,

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Sinopsis:

Del ganador del Premio Pulitzer, autor de 'Las Horas' nos llega una historia que narra 12 años de las vidas de dos buenos amigos con caracteres totalmente opuestos. La historia transcurre desde los suburbios de Cleveland en los años 60 hasta el New York de los 80, donde se introducirá en sus vidas una mujer mayor que ellos. ¿Podrán manejar este nuevo triángulo que han creado sin romper su amistad?

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Premios:

Premios 2004: National Board of Review: Mención especial.

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Comentario:

Michael Mayer dirige un film pequeño, muy bien contado, basado en una novela de Michael Cunningham, galardonada con el premio Pulitzer, escrita por el autor de 'Las Horas', que también redactó el guión de la película, en la que cuida con esmero el diseño dramático y psicológico de sus personajes, -esencial para el éxito de un buen relato-, y su evolución a lo largo de los 12 años que abarca la historia, un periodo de tiempo en el se plantea una cuestión que atormenta con frecuencia al hombre: la coexistencia de dos realidades que pertenecen a dos dimensiones diferentes: la diferencia entre el ser y el deber ser,  un dilema que generalmente se resuelve supeditando los sentimientos a las convenciones, realidad que acabará imponiéndose y que romperá por el lado más débil el triángulo 'amoroso' formado por Bobby, Jonathan y Clare, más la hija 'de los tres'. 'Es curiosa la vida en un mundo tan grande y tan bullicioso en el que todo puede suceder", dice Jon.

La muerte gira en torno a las personas más amantes de la vida, a las que se une Alice, la madre de Jonathan, una mujer abierta y sencilla que no se niega a experimentar los placeres de la vida desde una posición nada altiva, que contrasta con la amargura que destila la Bette Davis de Sunset Boulevard, ( Billy Wilder, 1950), cuyos diálogos recitan de memoria Clare y Jon, el único universitario, que se inició en el sexo con su amigo Bob, al que siempre quiso en secreto, hasta el extremo de buscar constantemente consuelo furtivo con otros hombres. Alguna imagen como la de los jóvenes bailando abrazados al ritmo de una opera de Mozart en la azotea es una de esas secuencias que dejan huella en el imaginario del cinéfilo. Lo único que une a los dos amigos es el amor mutuo que se profesan: uno, Bob, pierde a toda su familia y sólo hay algo a lo que teme: la soledad; el otro tuvo la oportunidad de gozar del amor de la suya, pero, claramente homosexual, perdió lo único que más quería desde niño: el compañero con el que deseaba pasar el resto de su vida.

El film discurre sin tropiezos y nos convence de que muchas de las cosas que consiguen amargarnos la vida y crearnos complejos de culpabilidad no tienen nada de malo, no hacen daño a nadie, excepto a quienes se han empeñado en imponer unas reglas para defender sus propios intereses; "hay belleza en el caos y da la satisfacción final. Lo mejor de los personajes de Cunningham es que son el paradigma de lo que podría ocurrir si el hombre no se dejara arrastrar por el odio, la competencia insana o la avaricia y perdiera el miedo a los fantasmas que son tan solo seres que, cuando estaban vivos, tenían los mismos anhelos e ilusiones que los que siguen en este mundo. De este modo Mayer y Cunningham dan la espalda a loas demonios que atormentan la vida de los hombres, una decisión que sólo depende de nosotros mismos; no se precisa el concurso de nada ni de nadie más.

Un film que podéis ver con tan solo acercaros al quiosco habitual y pedirlo al que lo regenta por el módico precio de un euro. Más de un escritor ha lamentado la brevedad de la vida que imposibilita al hombre leer todo lo que se ha escrito y a cada uno de nosotros interesa; con el cine se está produciendo algo similar: la cantidad de películas que se han hecho, se hacen y se harán cada día impone una selección, que deja en el camino títulos interesantes. Esta no es una obra maestra, (de hecho provocó división de opiniones en la crítica norteamericana), pero es lo suficientemente atractiva para dedicarle la hora y media que dura, a lo que ayuda un estímulo añadido: la calidad de los actores que se encargan de darle forma para la gran pantalla; Sissy Spacek se siente identificada con estas personas disfuncionales, que es lo que al fin somos todos, que buscan su lugar en el mundo, y encuentra su hogar donde está su corazón como ocurre con Bob, que ha perdido a toda su familia y nota lo que la gente necesita y sabe dárselo. El joven había aprendido algo importante: no quería volver a estar solo nunca más y sabía que su hogar estaba donde residía su corazón; quizá cueste aprender esta lección, pero tarde o temprano se logra.


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