Cleaner. Renny Harlin.










Ficha técnica:

Título original: Cleaner.
País: Estados Unidos.
Año: 2007.
Duración: 88 minutos.

Dirección: Renny Harlin, 
Guión: Matthew Aldrich.
Casting Los Ángeles: Gene Vassilaros; Louisiana: Brinkley Maginnis.
Director de Fotografía: Scott Hevan.
Música: Richard Gibbs.
Casting: Moniha Mihhelsen, c.s.a.
Edición: Brian Berdan, a.c.e.
Coordinador de especialistas: Mickey Giacomazzi.
Director artístico: Tim Eckel.
Decorador del set: Hannah Beachler.

Supervisor de Vestuario: Beverly Woods.
Jefe de Deoartamento de maquillaje: Allan A.Apone.
Jefe de Departamento de peluquería:  Camille Friend.

Productores: Avi Lerner, Samuel L. Jackson y Steve Gulin, Ali Madigan-Yorhin, Michael P.Flannigan, Lati Grobman.
Productores ejecutivos: Eli Selder, Paul Green, Julie Yorn, Danny Dimbort, Trevor Short, Joe Gatta.
Productor en línea: Dave Pomier.
Diseño de producción: Richard Berg.
Millenium Films, Anonnymus Content Production.


Intérpretes:

Samuel L. Jackson: Tom Cutler,
Ed Harris: Eddie Lorenzo,
Eva Mendes: Ann Norcut,
Luis Guzmán: Jim Vargas,
Keke Palmer: Rosa Cutler,
Maggie Lawson: Cherie,
José Pablo Cantillo: Miguel,



Sinopsis:

Tom Cutler (Samuel L. Jackson) es un  policía retirado que vive con su hijo y que tiene una curiosa profesión: tras un asesinato se encarga de limpiar la escena del crimen. Pero tras limpiar los restos de un brutal tiroteo en una lujosa mansión, se da cuenta de que sin saberlo ha eliminado pruebas clave para resolver el caso, con lo que pasa a estar directamente implicado en una turbia trama policial.



Críticas:

La crítica no reaccionó de forma unánime ante este thriller, dirigido por el finlandés Renny Harlin, con una fecunda trayectoria en películas de serie B, que se puede calificar en cuanto a la forma de correcto, con unos actores que hacen lo que se espera de ellos. Lo más novedoso es la forma en que Harlin se enfrenta a la cuestión de cómo funcionan las cloacas del estado, no siempre con procedimientos limpios, de los que no está exenta la vendetta si el crimen, organizado o no, toca a alguno de los suyos; las filias y las fobias de los agentes, entre los que circulan secretos, listas negras, corrupciones, grandes y pequeñas, y para hablar de todo ello construye una gran metáfora: la de unos hombres cuyo trabajo consiste en limpiar la porquería de la sociedad y hacer que, en poco tiempo, las cosas vuelvan a su lugar como si nada hubiera ocurrido. Estos hombres son los 'limpiadores', los que recogen la sangre, los restos, que dependen de la forma en la que han muerto el individuo o los individuos hallados sin vida, ya hayan sido asesinados, hayan sufrido un accidente o hayan muerto por causas naturales, unas imágenes  que mantienen el interés en los primeros minutos de película, La descripción de los productos que utilizan estos trabajadores, acompañadas de imágenes necesariamente desagradables, dan un toque escatológico y morboso al preámbulo del film en la primera secuencia en la que se inscriben los títulos iniciales, y se presenta a los protagonistas y  los escenarios en los que se va a desarrollar la historia.

El background del film es pues una forma de justificación de los errores que puedan cometer los agentes del orden en su cometido, e incluso la corrupción, más o menos importante en que se vean envueltos, y el nudo gordiano que debe deshacer un agente que perdió a su esposa , asesinada delante de su hija de seis años, perdió su empleo, se vio envuelto en un trabajo turbio y ahora se encuentra en el fondo del sumidero, será enfrentarse a antiguos compañeros para encontrar la paz.  Su propia hija cierra el film con una reflexión: "Mucha gente no sabe que cuando alguien muere en casa y deja una mancha quien tendrá que limpiarla es la familia. Pero casi nadie tiene estómago para hacerlo, y ahí es donde entra mi padre. Mi padre dice que las manchas tienen recuerdos; recuerdan su forma, su color, su olor y las más profundas reaparecen una y otra vez. Con estas manchas es más fácil empezar de cero que intentar limpiarlas." Tras una pausa continúa:  "A veces puedes elegir, a veces no. Sólo nos queda la esperanza."Mientras la adolescente pronuncia estas palabras, un compañero de su padre concluye la limpieza del salón donde se ha producido el último episodio violento, dejando en el suelo la cicatriz de su último trabajo traumático. No es muy corriente que, después de denunciar ciertos comportamientos muy oscuros de la policía, las cámaras acaben siendo tan condescendientes con todos los protagonistas de la historia; la última mirada sobre Ed Harris, acariciando a su amante, cargada de romanticismo, es muy difícil de explicar.

El film no es gran cosa, pero la crítica tampoco se ha esmerado en intentar destriparlo, y no ha descendido de la superficie, relatando únicamente lo que ha visto; la mayor diatriba se produce en torno al trabajo de Ed Harris y Samuel L. Jackson, en torno a cual de los dos ha desempeñado  mejor su papel.



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