Una mamá en apuros. Katherine Dieckmann



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Ficha técnica:

Título original: Motherhood.
País: Estados Unidos:
Año: 2009.
Duración: 86 minutos.

Dirección: Katherine Dieckman.
Guión: Katherine Dieckman.
Casting: Laura Rosenthal y Ali Farrell.
Director de fotografía: Nancy Schreiber, a.s.c.
Música original:  Joe Henry; supervisores: Randall Poster y Jim Dunber.
Editor: Michael R. Miller, a.c.e.
Coordinador de especialistas: Manny Siverio.
Director artístico: Charlie Kulsziski.
Decorador del set: Susan Ogu.

Diseño de Vestuario: Susan Lyall.
Responsable de maquillaje: Tania Ribalow.
Responsable de peluquería: Milton Buras.

Productores: Pamela Koffler y Christine Vachon, Jana Edekbaun y Rachel Cohen
Productores ejecutivo: John Wells, Stephen Hays, Peter Graham, Michael Lesser, Daniel Grown.
Co-Productor: Robin Sweet.
Diseó de producción: Debbie DeVille.
Productoras. DeAPlaneta, IdealPartners Film Fund, Killer Films/John Wells Productions, asociado con 120 db Films.

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Intérpretes:

Uma Thurman: Eliza,
Anthony Ewards: Avery,
Minnie Driver: Sheila,
Dausy Tahar: Clara,
Alice Drumond: Edith,
Dale Soules: Hester
Stephanie Szostak: Vecina.
Davis Schallipp: Lucas
Matthew Schallipp: Lucas,
Jodie Foster: Ella misma,
Clea Lewis: Ella misma,


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Sinopsis:

Eliza tiene dos hijos, un marido despistado y un gran deseo de encontrarse a sí misma y poder retomar su carrera de escritora. Sin saberlo, está a punto de vivir un día que pondría a prueba hasta a la mejor madre del mundo:  en solo 24 horas debe organizar el cumple de su ...

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Comentario:

Antes de entrar en materia, creo necesario aclarar varias cosas: la primera es que el título del film original, realizado por una mujer y al que se apunta Jody Foster, aunque sólo sea para prestar su imagen de fémina combativa, no es, ni significa, 'Una mamá (no madre, algo  que cambiaría la intensidad y afectividad del término) en apuros', sino simplemente 'La maternidad'. La segunda es que, aunque las protagonistas de esta historia son mujeres, sus problemas afectan de igual manera a los hombres que se acercan a la cuarentena. Y, por último, que el mensaje no se dirige a todo el público en general, sino a aquellos que han perdido, por la exigencia diaria de sacar adelante económicamente a una familia, algo que les hace olvidarse de sus aspiraciones juveniles de llegar a ser personas integrales y coherentes consigo mismas. Quedan excluidos los liberales que viajan a lugares exóticamente caros,  a los que Eliza y Avery no irán jamás, y luego escribirán libros sobre sus experiencias que este hombre es el encargado de publicar. Para que nadie se llame a engaño, a los pocos minutos de empezar la película introduce un breve diálogo entre Clara, la hija de la pareja, y otra niña repelente, hija de una vecina francesa, la cual no es todavía consciente de que un niño de seis años no entiende en toda profundidad las diferencias sociales que impone el dinero, una circunstancia que, como consecuencia, convierte su discurso en una verborrea vacía. La madre pone un acento que todavía hace más ridículo su estrafalario parlamento: "Eliza eres muy valiente, porque no tienes ascensor, los niños, el coche, el perro..., es agotador ¿No? " Más de uno se debió sentir tocado y se lanzó de uñas contra la película.

Pocas  películas reflejan como ésta el deterioro que produce en los jóvenes embriagados de ilusiones de hacer algo creativo, algo que sea portador de su impronta, que, en contra de la mayoría, cuando se acercan a los cuarenta sienten que algo les falta, que han perdido mucho en el camino, y no sólo la tersura de su piel o la uniformidad del color de sus cabellos. Pero Eliza no se conforma con lavar, tender, comprar, llevar a los niños al colegio (algo que les hace mucha gracia a los periodistas liberales cuando comparan la vida de las 'progres' con las mujeres tradicionales), sino que además no olvida que cuando era joven su aspiración era convertirse en escritora, y ocupa sus tiempos libres en escribir un blog sobre su propia vida, 'The Bjorn Identity'. Me ha llamado la atención que un blog de cine compara al medio en el que escribe con libros de auto-ayuda, ¿o se refiere sólo a los que escriben las mujeres? Si seguimos el ejemplo de los cineastas de la Nouvelle Vague, los que elevaron el cine de autor a la categoría en la que en estos momentos todavía se encuentra, sólo habría que escribir sobre aquello que conocemos bien, y, en los últimos tiempos la protagonista no tiene un trabajo de verdad, vive en un pequeño apartamento de una zona exclusiva, Green Village, conduce, hace la comida, y escribe cuando tiene tiempo libre. Será precisamente la mierda del perro que Eliza no recoge, digna de Robert Altman, la que pise su distinguida vecina y le haga bajar de su pedestal.

Pero hace algo más. En ese trasiego diario de la protagonista se sienten los cambios que ha experimentado la ciudad de New York después del 11 de septiembre, que no sólo ha separado parejas, sino ha mejorado la cobertura de los túneles para que no se interrumpa la información. La aparición de Jody Foster como madre, en un parque, haciendo de sí misma y llamando parásitos a los paparazzis, o la presencia de una vecina que dobla la edad de la pareja, que perteneció a la generación que cambió el mundo sumándose al mayo francés o la revolución del amor, nos muestran un mundo que, en estos momentos, está dando su paso atrás, no sólo porque ha visto recortadas sus libertades a causa del miedo, sino que se ha tornado irascible, no soporta una fiesta de cumpleaños en un piso y expulsa a los niños y sus familias a las calles, para que no molesten a nadie, y piensan que la vida consiste sólo en viajar de hotel de lujo en hotel de lujo ( o de menos lujo si se carece de posibilidades) y comer y comer, mientras otros trabajan y, si son universitarios, hacen de 'negros' para ellos. Una bloguera, Mahisa, dice esto al respecto: "Que yo sabía que había personas que escribían para otras (autobiografías y demás, aunque pensaba que siempre se les nombraban), que también sabía que las canciones, en su gran mayoría, están escritas por otras personas que no son precisamente los grupos/cantantes… pero lo que no sabía y me ha dejado patidifusa es que hay escritores negros: escritores fantasmas, escritores que escriben libros y esos libros no les mencionan, mencionan a otras personas, personas que simplemente han pagado y han puesto su nombre en la portada. Y aquí es donde suelto un gran ¿WTF? (www.perdidasentrepáginas.com). No es sorprendente que los que se encuentren en la otra orilla hayan reaccionado molestos ante esta película, que los señala sin disimulo con su dedo acusador.

La intervención casual de un mensajero le recordará a Eliza que está viva, que todavía es guapa, joven y tiene capacidad para escribir. Esta conmoción provocará un conflicto entre ella y su marido, en la que la mujer definirá con mucha precisión todo aquello que acaba con la pasión: "He conocido a una persona que me ha dicho que 'todavía tengo cosas interesantes que expresar', me miraba como si todavía fuera una mujer atractiva. Mi vida está hecha de una serie de actos específicos y concretos, actos que van minando poco a poco la base de la pasión, insignificantes, como llenar las tazas de café o doblar la ropa interior, pero se van acumulando, me debilitan y reducen mi capacidad de atención para otra cosa, como las ideas, la política o planes para otra vida mejor." Pero él  también tiene su queja contra la vida: "Nunca fue mi aspiración trabajar para un grupo de cretinos liberales, licenciados en arte, sobre viajes a lugares que no podemos permitirnos visitar. Acepté este trabajo, cuando tuvimos a la niña porque tenía cobertura sanitaria y algo de flexibilidad. Tengo un trabajo que puedo tolerar, ni más, ni menos. ¿Cuántos espectadores se encuentran en esta situación? Pues a ellos va dirigida esta película que tanto ha enfadado a críticos y a ciertos sectores sociales, con su subrayado molesto según opinan algunos, para contarnos una tontuna, según opinan otras (sí, digo otras), una sobreactuación de Uma Thurman para incidir en lo obvio...Vamos la crítica que se hace siempre que alguien quiere echarse de encima algo molesto, sin esforzarse demasiado en la construcción de los argumentos.

Al final Eliza escribirá el artículo que puede hacer que consiga un verdadero trabajo de escritora en una publicación, en el que se da un punto de vista totalmente contrario al que se nos impone cada día: " Observa a tus hijos, porque ellos saben cómo vivir cada instante con gran pasión, y sin pensar  en nada más, sólo en el momento presente. Ellos pueden ayudarte a recordar esa sensación, si dejas que te contagien su alegría e inocencia. Y siéntete afortunada, porque en realidad lo eres." Esta podría  ser la ventaja que se podría obtener de ser madre o también profesor o profesora: la de estar en contacto permanente con alguien más joven que tú y dejar que sea él quien te inspire y no tú quien le infundas todos los terrores, como denuncia la magnífica 'It Follow'  de David Robert Mitchell (2015), un film en el que las madres se dejan arrastrar por la forma en que las educaron a ellas, por la opinión de sus vecinos o 'amigos'. Sin olvidar que los verdaderos padres son capaces de realizar cualquier sacrificio, como el que hace Avery, para satisfacer a sus hijos. Y eso es así, nos guste  o no;

Al final Katherine Dieckmann nos recuerda que estamos viendo una película, en cuyo interior se está realizando otra:  ¿Lo veis? les dice Eliza a sus hijos, mientras la cámara asciende, se aleja y nos deja con los créditos finales.


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