8 mujeres y 1/2. Peter Greenaway




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Ficha técnica:

Título original:  8 1/2  Women.
País: Luxemburgo/Países Bajos/Alemania/Reino Unido.
Año: 1999.
Duración:

Dirección: Peter Greenway.
Guión: Peter Greenway.
Casting: Londre: Danielle Roffe, Asia: Aimi O, Luxemburgo: Carrie O'Brien.
Directores de Fotografía: Sacha Vierny, Rainier Van Brummelen.
Operador de cámara: Benito Strangio.
Editor: Elmer Leupen.
Diseño del set: Elise Menghini-Hill.
Decorador del set: Kayo Sakurai.

Diseño de Vestuario y diseño de  producción: Emi Wada (en Japón)
Diseño de maquillaje y peluquería: Sara Meerman

Productor: Kees Kasander
Co-producores: Jimmy De Brabant y Michel Pakleppa.
Productores ejecutivos: Terry Glinwood, Bob Hubar y Denis Wigman.
Productor en línea en Japón: Kosaku Wada.
Producción de sonido (Japón): Garth Marshall.
Diseño de producción: Wilbert Van Dorp.
Compañías. Productoras: Film 4,  Woodline Productions Ltd, Movie Master, Delux Productions, s.a., Continent Film Gmbh presentan un film de co-producción europea entre Luxemburbo/Paises Bajos/Alemania y Reino Unido, con el soporte de Eurimages, Luxembourg Tax Credit Scheme y The Dutch  Film Fund. Distribución.    Video: Cameo.

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Intérpretes:

John Standing: Philip Emmenthal,
Matthew Delamare: Storey Emmenthal,
Vivian Wu: Kito,
Shizuka Inoh: Simato,
Barbara Sarafian: Clothilde,
Kirina Mano: Mio,
Toni Collette: Grisolda,
Amanda Plummer: Boryl,
Natacha Amal: Giaconda,
Manna Fujiwara: Giulietta,
Polly Walker: Palmira,
Elizabeth Berrington: Celeste,
Myriam Muller: Marianne,
Don Warrington,
Claire Johnston: Mujer de Philip,
...

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Sinopsis:

Tras la muerte de su madre, Storey, regresa a casa e intenta paliar el dolor de su millonario padre convirtiendo el castillo familiar en un prostíbulo privado. Encontrar a las mujeres adecuadas es complicado, pero finalmente consigue varias expertas sexuales:

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Comentario:


Muy de tarde en tarde aparece un autor que intelectualiza la provocación, disecciona al ser humano y troceado lo analiza y amenaza a los espectadores con las pesadillas más terribles que presagian unos decorados aberrantes, teatrales, unos actores esperpénticos, feos por dentro y por fuera, que nos obliga a ponernos en guardia. Es algo que sucede con cineastas como Alejandro Jodorowsky o Pier Paolo Passolini, en los que lo sórdido y caricaturesco en Fellini, al que dedica un largo y claro homenaje, no solo en el título de la película, sino proyectando imágenes de su película Fellini 8 y 1/2) adopta un tinte siniestro que convierte la película en un producto apto sólo para unos momentos absolutamente desprejuiciados y sin preocupaciones en el horizonte, en los que no te importa pasar un mal rato. 

A su interés por la pintura, el cineasta unió el gusto por realizadores como Antonioni, Bergman, Fellini, Pasolini o Resnais, El film está dividido en partes que marcan el contenido, divididos a su vez en sus respectivas secuencias. Aunque con anterioridad había realizado unas cuantas películas, es en la década de los 80 cuando define su estilo y lanza los títulos que lo han convertido en un cineasta destacado y peculiar: El contrato del dibujante (1982); A Zed & Two Noughts (1985); El vientre del arquitecto, 1987; Conspiración de mujeres, 1988, y su obra más conocida: El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (1989), en la que se hace patente su deseo incontrolado de destruir cualquier rasgo humano, el horror vacui de sus decorados o su obsesión por los colores vivos de unos ambientes en los que los animales están separados del hombre por una barrera invisible, una especie de escudo galáctico, que nunca atraviesan. Su discurso y su estética supera muchas expectativas, dejando a los cineastas a los que se reconoce como las tres C (Carpenter, Craven y Cronenberg), y al propio Tarantino a la altura de los relatos sobre el hombre del saco que contaban los abuelos a sus nietos cuando querían asustarlos. Todo el ambiente impregna al espectador con su olor, su sudor, las viscosidades corporales que se presienten en los alimentos y los vómitos que no se llegan a producir, las crueles mutilaciones y los maltratos físicos que no respetan sexo ni edad.

Divide 8 mujeres y 1/2, , de clara inspiración felliniana divide su relarto, en cinco partes, tantas como tiene la historia, cada una de ellas divididas en sus respectivas secuencias:

Primera parte: General Description of  Situation. Section 1Descripción general de la situación. Sección 1. Philip Ementhal y su hijo Storey Emmenthal reciben unos salones de juego en Japón: Tokyo, Osaka, Kyoto, llamados de Pachinko, que hereda un joven  japonés, tras la muerte de su madre para saldar una deuda de éste.
Segunda parte. Historia de un padre y su hijo. Sección 9.
Dormitorio principal en la casa de Ginebra.
Tercera parte: The Women, Sección 14: 1. House Exterior, 2. Interior House. 3. Interior Bedroom. 4.
Cuarta parte: Aventuras secundarias. Sección 21. The emmenthal Garden and House. Mid-afternoon (Grupo en torno a la estatua de Maillol entre los arbustos a media tarde)
Quinta parte: La ruptura. Sección 29. La Ofelia japonesa. Ginebra. En el foso de los Ementhal. Bien temprano. "Es como en Shelley: la Ofelia japonesa", dice el padre. La hermosa dama oriental, -Mio-, la más sumisa.

Filmada en su mayor parte en primerísimos primeros planos es, ante todo, una fantasía sexual masculina sin solución de continuidad, en la que mujeres de toda raza, edad y condición se ponen al servicio de un hombre que ha quedado viudo y su hijo, tomando el castillo de ambos como teatro de operaciones, en las que las mujeres hacen el papel, idealizado, de las antiguas geishas, desvirtuadas, tal como las imagina el hombre occidental, que poco o nada tienen que ver con esta vieja institución; la muerte, la religión, el dinero, el capricho y la fantasía son los ingredientes de este cuento, una especie de Decamerón del siglo XX, con referencias constantes a Fellini y sus conjuros: "Asa nisi masa' , unos relatos en los que los hombres y las mujeres se desprenden de todas sus ropas con gran facilidad. Ellos, poderosos e imbuidos quieran o no de una moral cristiana, se buscan una justificación para su comportamiento del todo pagano que no es otra que hacerse una pregunta retórica y contestarse afirmativamente ellos mismos: " ¿Por qué crees que Fellini inventaba todas esas mujeres excitantes? Muchos cineastas filman para satisfacer sus necesidades sexuales."

La música ha sido sustituida por el ruido ambiental dentro y fuera de la casa, y vemos al padre y al hijo en los lugares más insólitos y en las actitudes más bizarras. Su forma de crear vínculos entre ellos es practicando el sexo, unos entretenimientos de los que no están exentos animales como el cerdo o el caballo, aunque no sea precisamente la estética lo que busque Peter Grrenaway, sino el escádalo y la provocación. Curiosa la imagen en la que padre e hijo comparan sus cuerpos ante sendos espejos de un armario, libres de cualquier tela que oculte un centímetro de su anatomía.

 

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