Prisioneros. Denis Villeneuve.





Ficha técnica, sinopsis, trailer. (Pinchad aquí).


Comentario:

Ver un film de Denis Villeneuve siempre es un lujo y una posibilidad de aprehender por dónde van los 'jóvenes' cineastas, los nuevos valores, que van a recoger la antorcha y realizar las segundas partes de grandes éxitos que constituyeron hitos importantes en la historia del cine durante el siglo pasado. Desde que saltó a la palestra el hecho de que el realizador canadiense aceptaba este reto ha aumentado el interés por conocer su forma de hacer, las razones que han llevado a Ridley Scott a seleccionarlo entre todas las posibilidades actuales que se le ofrecen a quien poner al frente de la segunda parte de una de sus obras maestras, Blade Runner, que tiene varias que todo el mundo tiene in mente y no viene al caso referenciar en este momento.

Villeneuve es un director poco clásico, que evita casi siempre filmar a la altura de los ojos de sus personajes, optando por planos aberrantes muy discretos y elegantes, una marca de estilo que lo acompaña con frecuencia, a lo que añade la creación de un clima que aproxima sus relatos al realismo mágico, por medio del uso del color y la iluminación, que dan a sus paisajes ese carácter  y crean un contexto inquietante y muy amenazador. El uso de filtros es  mucho más discreto que en 'Enemuy', en el que nos ofrece un álbum de fotografías de la ciudad de Toronto desteñido por el tiempo. Jake Gillenhaal, un actor que parece haberse convertido en fetiche del cineasta, ya que ha protagonizado sus dos últimas películas, interpreta a un policía sobre el que recae una difusa sospecha desde que abre la cinta con un travelling que avanza lentamente hacia él, tomando de espaldas su cabeza, una acción que se repite casi al final de la película. Un recurso diferente al plano secuencia de Alejandro Amenábar en 'Regressión', cuyo foco es el policía que interpreta Ethan Howke con el mismo objetivo: generar la duda. En un caso y otro ambos son vistos por la cámara como vulnerables; por razones muy diferentes, ambos estuvieron afectados y lo siguen estando por algo que incide en sus investigaciones. ¿ es el detective Loki un niño robado, como lo fueron otros protagonistas del film, que los convierte a todos en 'prisioneros' de un pasado? 

Hay algo que diferencia, un matiz no demasiado significativo, el film de Villeneuve del de Amenabar: la denuncia que el español hace de la América profunda, de la religión, de los manejos de la Iglesia para castigar los pecados de la carne, se transforma en una queja contra dios por parte de un matrimonio que perdió a su hijo a causa de un cáncer y piensa que la mejor forma de apartar a la gente de sus creencias es robarle a sus niños. Una locura en una sociedad que lleva cruces en los coches, en sus casas, se las tatúa en las manos, como el propio Loki, reza a todas horas y lo confía todo a un ser supremo. 'Hay que estar preparados para todo' le dice Dove a su hijo, y luego reacciona de forma salvaje e irracional; hay que esperar lo mejor pero estar preparado para lo peor, dice Loki, el policía, pero comete casi los mismos errores. Hay determinadas cosas para las que nadie está nunca preparado y la forma de afrontarlas depende del carácter, la cultura, la fe ciega en la sociedad patriarcal, la ignorancia, o la debilidad o fortaleza de la forma de ser cada cual. Dove es el pater familias al que su mujer le exige que lo arregle todo él personalmente; de forma circunstancial y sin insistir se dan ciertos antecedentes paternos que lo inclinan a actuar como lo hace. Loki, al parecer, no gozó del cariño de sus progenitores.

Denis Villeneuve, como Amenábar, lanzan acusaciones contra ciertos vicarios de la iglesia que, o bien cubren actividades vergonzosas de sus feligreses contra quienes se apartan del camino que ellos consideran recto, bien abusan de menores a su cargo o se toman la justicia por su mano contra los que ellos creen que son violadores. La presencia de serpientes en determinados lugares, la representación literaria del hombre desde que tentó a Eva y le hizo pecar, incide en este carácter tenebroso y desasosegante de que habla Boyero, cuyo resultado es una película notable, tensa, compleja y sombría.


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