Unidos por un sueño. Sebastian Grobler.







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Ficha técnica:

Título original: Der Ganz Crosse Traum.
País:  Alemania.
Año: 2011.
Duración: 113 minutos.

Dirección: Sebastian Grobler.
Guión: Sebastian Grobler, Philip Roth.
Casting: Eta Mantschef.
Director de Fotografía: Martín Langer.
Música: Ingo Frenzel.
Edición: Dirck Grau.

Diseño de Vestuario: Monika Jacobs.
Maquillaje: Maike Heinlein.

Productores: Anatol Nitschke, Raoul B. Reiner.
Co-productores: Helge Sasse, Felix Wendlandt
Diseño de producción: Thomas Freudenthal.
Deutschfilm ( Production/ Okquise/Marketing), Cuckoo Clock Entertainment  y Senator Film Produktion, en co-producción con Rialto Film y Ard Degeto, Filmförderungsanstalt, Deutscher Filmförderfonds, Filmförderung Hamburg Schleswig-Holstein, Nordmedia Fond, Medienboard 
Berlin-Brandenburg...

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Intérpretes

Daniel Brühl :Konrad Koch,
Burghart Klaußner : Gustav Merfeld,
Thomas Thieme : Dr. Roman Bosch,
Justus von Dohnányi : Richard Hartung,
Jürgen Tonkel : Dr. Jessen,
Vincent Kastner : Oficial de  Hohenlohe,
Kathrin von Steinburg : Klara Bornstedt,
Axel Prahl ;  Schricker Sen,
Theo Trebs :  Felix Hartung,
Adrian Moore : Joost Bornstedt,
Till Valentin Winter : Otto Schricker,
Lennart Betzgen : Emanuel,
Tim Blochwitz :  Claasen,
Josef Dragus :  Zumbrink,
Fabio Seyding : Hans,
Sten Horn : Wilhelm,
Henriette Confurius : Rosalie,
Josef Ostendorf :  Pfarrer Werners,,
Más créditos en Imdb.


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Sinopsis:

Basada en hechos reales, narra la historia del joven profesor Konrad Koch,contratado para enseñar inglés en una regia y disciplinada escuela alemana de fines del siglo XIX. El reformador director de la institución, Von Merfeld, ha contratado a Koch como uno de los primeros de inglés de la caduca institución y como símbolo de la modernidad y con el objetivo dar nuevo vigor a la escuela. pronto se dará cuenta Koch de donde ha ido a caer y de que se deben introducir reformas mucho más profundas que la enseñanza de inglés.




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Comentario:

Sebastian Groebler  nos sitúa en el año 1874, un momento en el que Otto Von Bismark había fundado el poderoso imperio alemán, y en concreto en la ciudad de Braunswig, cuando un profesor alemán, formado como filólogo, especialista en lengua inglesa, que ha completado su formación en Inglaterra, es contratado  por  una institución educativa muy conservadora que intenta modernizarse, en la que sus profesores confunden una sonrisa, que va contra los valores germánicos, la puntualidad y la disciplina, con una herida de guerra. Grobler sitúa su historia en los orígenes del fútbol en Alemania, un deporte colectivo que permite el desclasamiento de los jugadores, un hecho que hacía tambalear a una sociedad muy consevadora, que despreciaba a los proletarios, incluido el profesor Koch y el alumno  Joost Bornstedt, interpretado por Adrian More, hijo de una trabajadora que sueña con la posibilidad de que su hijo pueda llegar a ser ingeniero en un país democrático como Estados Unidos. El niño, escuálido y de una corpulencia mucho menor a la de sus compañeros, acaba rebelándose como un potencial mito del nuevo deporte.

El cineasta alemán intenta evocar el film de Peter Wier 'El club de los poetas muertos' (1989), sustituyendo los versos por las patadas al balón que caracterizan el deporte-rey, aunque la sensibilidad germana  se impone, no solo en la tristeza de los colores fríos que inundan la pantalla, sino en la sobriedad del atrezzo y la tirantez del trabajo de los actores para ajustarse al clima que se pretende representar. La solidaridad de los jóvenes en defensa de su profesor está encorsetada y constreñida, y le falta toda la emoción que suscitaba  John Keating, interpretado por Robin Williams, incluso   el partido que, para insuflar ilusión, se hace ganar al equipo que dirige el profesor Koch resulta desangelado y provoca indiferencia. Un film frío y pragmático que ayuda a entender el idealismo alemán, sus valores en los que prima la auto.disciplina que hace ciudadanos dóciles que fueron instrumentalizados en las dos guerras  mundiales que asolaron Europa. El fútbol, sin embargó, acabó implantándose, a pesar de la oposición de muchos colegios que tardaron en admitirlo entre sus disciplinas, y hoy el país germano goza de equipos que han ganado competiciones mundiales y europeas.

 

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