Joy. David O. Russell. Algunas notas de producción.
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Algunas notas de producción:
“Llegamos
hasta aquí gracias al trabajo duro, la paciencia y la humildad. Por
lo tanto, quiero decirte que nunca creas que el mundo te debe algo.
Porque no te debe absolutamente nada”.
--
Joy
Teníamos ganas de ver de nuevo una película de David O. Russell y compartimos plenamente la opinión expresada por el personaje/protagonista que encabeza las notas de producción del equipo técnico. Basada
libremente en la vida y ascensión de la inventora y estrella de la
teletienda Joy Mangano, la historia de JOY,
de género impreciso, cuenta la fragosa trayectoria de una familia
trabajadora pero medio desestructurada y de la joven que finalmente
llegó a convertirse, por derecho propio, en su resplandeciente
matriarca y líder. Decidida a crear, pero también a cuidar de todos
los que la rodean, Joy experimenta deslealtades, traiciones, la
pérdida de la inocencia y las cicatrices del amor mientras encuentra
la fortaleza y la seguridad necesarias para perseguir los sueños que
lleva reprimiendo mucho tiempo. El resultado es una emotiva comedia
humana sobre la ascensión de una mujer; abriéndose camino en el
implacable mundo del comercio, el caos familiar y los misterios de la
inspiración, aunque encontrando una inquebrantable fuente de
felicidad.
JOY
sigue la senda marcada por David O. Russell en sus filmes The
Fighter,
El
lado bueno de las cosas y
La
gran estafa americana,
que cosecharon en conjunto 25 nominaciones al Oscar. Cada una de
estas películas daba rienda suelta a una inolvidable colección de
personajes cinematográficos y, al mismo tiempo, aludía a una idea
particularmente interesante: la atracción de reinventarse como
persona y las dificultades que conlleva. Joy
contiene
esa misma idea trasladada a un nuevo ámbito; abordando Russell la
cuestión de cómo una persona, enfrentada a demenciales
circunstancias, interminables obstáculos y un largo camino hacia el
autoconocimiento, forja una vida significativa y feliz. Aunque Joey
avanza en la vida, el estilo del filme se remonta tiempo atrás,
revisitando y rediseñando las artesanales técnicas y el melodrama
característicos del cine clásico de Hollywood para una época como
la nuestra, saturada de imágenes.
La película
está protagonizada por la actriz ganadora del Premio de la Academia
Jennifer Lawrence (La
gran estafa americana, El lado bueno de las cosas, la
saga de
Los juegos del hambre),
que interpreta a Joy, en un polícromo retrato que abarca desde su
juventud hasta superar los 40 años, desde los sueños aplazados
hasta la lucha por su dignidad y su esfuerzo por realizarse
personalmente.
Lawrence
señala: “Esta historia trata sobre muchísimas cosas. No es sólo
la historia de Joy. Trata sobre la familia, la imaginación, la fe en
uno mismo, sobre la crueldad del éxito y qué implica conseguirlo. A
mí me gustan especialmente todos los cambios que Joy experimenta. Me
encantó poder interpretarla desde vulnerable y autocrítica hasta
fuerte y distante, y me gustó que se convirtiera en una verdadera
matriarca para su familia”.
Junto a
Lawrence, y como es habitual en la cinematografía de Russell, se
encuentra un amplio conjunto de actores que incluye a: Robert de
Niro, como el malhumorado pero irremediablemente romántico padre de
Joy; Edgar Ramirez, como el exmarido de Joy, un músico con apuros
económicos que vive en el sótano… con el padre de Joy; Diane
Ladd, como la perspicaz e influyente abuela de Joy; Virginia Madsen,
como la madre de Joy, adicta a las telenovelas; Isabella Rossellini,
como la acaudalada amante italiana de su padre; Dascha Polanco, como
la amiga de toda la vida y confidente de Joy; Elisabeth Rohm, como la
competitiva hermana de Joy, y Bradley Cooper, como el ejecutivo de
teletienda con aires de magnate que se convierte tanto en aliado como
en adversario de Joy.
Fox 2000
presenta JOY,
película dirigida y escrita por David O. Russell, basada en una
historia escrita por Annie Mumolo y el propio David O. Russell. Los
productores son: John Davis, por Davis Entertainment, que involucró
a Russell en el proyecto; Megan Ellison y Jonathan Gordon, por
Annapurna Pictures; Ken Mok y David O. Russell. Los productores
ejecutivos son Matthew Budman, John Fox, Joy Mangano, Mary McLaglen,
Annie Mumolo, George Parra y Ethan Smith.
El equipo de
Russell que trabaja entre bastidores, muchos de ellos colaboradores
creativos habituales del director, incluye a: el director de
fotografía Linus Sandgren (La
gran estafa americana);
la diseñadora de producción nominada al Oscar Judy Becker (La
gran estafa americana, El lado bueno de las cosas, Brokeback
Mountain);
el diseñador de vestuario nominado al Oscar Michael Wilkinson (La
gran estafa americana, 300);
el equipo del montador nominado al Oscar Alan Baumgarten (La
gran estafa americana, Trumbo),
Jay Cassidy, nominado en tres ocasiones al Oscar (La
gran estafa americana, El lado bueno de las cosas, Hacia rutas
salvajes),
el ganador del Premio de la Academia Tom Cross (Whiplash)
y Chris Tellefsen, también nominado al Oscar (Moneyball:
Rompiendo las reglas).
Susan Jacobs se ha encargado de la supervisión musical, y la música
ha sido compuesta por West Dylan Thordson y David Campbell.
JOY
AL MUNDO:
SOBRE
LA HISTORIA
JOY se une a
un extenso legado de filmes que hablan sobre perseguir sueños de
éxito profesional y familiar; pero lo hace con su propio estilo
cómico, emocional y creativo. La historia empezó con la inverosímil
pero real historia de Joy Mangano, que en los años noventa se
convirtió en un nuevo tipo de estrella de la televisión y en un
emporio empresarial gracias a una serie de inventos domésticos,
tales como la famosa Fregona Milagrosa, dotada de un sistema
automático para escurrirla, que catapultó el imperio comercial que
esta madre soltera de Long Island había desarrollado.
Lahistoria
–con sus cotidianos vaivenes pero también grandes sueños– llamó
la atención de David O. Russell, siempre atraído por esa muy
específica mezcla. Russell vio en ella la eclosión de una mujer
valiente e ingeniosa, así como una inspiradora historia de alguien
que se arriesga por cumplir sueños enterrados hace tiempo aunque, en
el fondo, sin perder nunca su sentido del deber para con su familia.
Pero, sobre todo, Russell vio la oportunidad de contar una historia
mucho más universal, una historia que habla sobre la verdaderamente
caleidoscópica naturaleza del esfuerzo humano y los multicolores
ingredientes y elementos que entran en juego en la creación de una
vida feliz y satisfactoria en medio de la comedia y tragedia de la
condición humana.
Russell afirma: “La idea que me atrajo fue cómo contar la historia de una
vida a lo largo de más de 40 años, desde la magia de la infancia,
pasando por matrimonio, divorcio y maternidad en solitario, hasta
regresar al cumplimiento de aquellos sueños infantiles. ¿Cómo
cuentas la historia del espíritu de una persona; y cómo ese
espíritu está compuesto por todas las personas que amamos, las
ideas que tenemos, las cosas que apreciamos? JOY
une todas esas piezas. La historia tiene sufrimiento y amor. Tiene a
una chica que crece entre el taller metalúrgico de su padre y el
refugio de su madre, las telenovelas, repletas de fuertes mujeres.
Tiene a un exmarido soñador que vive en el sótano y que todavía es
amigo suyo, así como a una hermana afectuosa que también es una
celosa rival. Y tiene a una cadena de televisión por cable en
Lancaster, Pensilvania, que se convierte en una fábrica de sueños.
En medio de todo ello, podemos ver que en Joy se va desarrollando
silenciosamente una feroz determinación”.
Russell
también consideró JOY
como la oportunidad de contar un tipo diferente de historia sobre la
consecución de riqueza: la historia del surgimiento de una magnate
de los negocios a partir de un mundo doméstico asociado a la clase
trabajadora y, a menudo, todavía ignorado por la épica
cinematográfica.
"La mitad o
algo más de la película está basada en Joy Mangano, y la otra
mitad se basa en otras intrépidas mujeres sobre las que a lo largo
de los años he oído hablar o he leído”, explica Russell. “Eso
incluye a Lillian Vernon, creadora de los primeros grandes catálogos
de venta por correo para productos domésticos. Incluye también a
otras muchas mujeres que he conocido, como algunas amigas de mi
madre, que se atrevieron a crear empresas, que algunas tuvieron éxito
y otras fracasaron. Me fascina esa clase de espíritu que conduce a
alguien a iniciar una aventura empresarial fuera de su hogar e
intentar abrir un nuevo camino tanto para ellas mismas como para sus
familias. Por lo tanto, muchas mujeres a lo largo de la historia han
creído que han llegado a un callejón sin salida y han tenido que
crearse sus propias oportunidades”.
érico mundo de la televisión y cómo ganar una guerra
comercial; pero el núcleo central de la historia permanece
inalterable.
Tras conocer
que la madre de Joy Mangano era fiel seguidora de las telenovelas,
Russell descubrió en los culebrones un interesante mecanismo de
reflexión, un fantástico espejo de la concienciación de Joy de que
podía romper las barreras de su vida y optar por un camino mucho más
ambicioso y audaz. “Las líneas argumentales de las telenovelas son
en sí mismas dignas de la literatura rusa”, reflexiona Russell.
“En el mundo de la telenovela están todos esos grandiosos
elementos góticos y melodramáticos. Sus personajes hablan
constantemente de deslealtad, traición, riqueza y muerte; de manera
que sus tramas parecen escritas por Gogol, Tolstoi o Dostoievski.
Pero las telenovelas también tratan a menudo sobre ambición y
mujeres valientes, y por eso tocan la fibra sensible de la gente”.
Otro hilo
argumental del tapiz que compone el filme es el crecimiento de las
ventas por televisión, algo que presagiaba nuestro mundo actual,
regido por la tecnología, donde todas las reglas comerciales han
cambiado radicalmente con la generación Kickstarter (plataforma
líder de financiación colectiva o crowdfunding).
“El canal de teletienda QVC fue un precursor de Internet”,
observa Russell. “Fue uno de los primeros sitios donde podías
interactuar 24 horas al día ya que todo lo que tenías que hacer era
simplemente marcar un número y los teléfonos siempre estaban
atendidos”.
ALIADOS
Y ENEMIGOS: EL REPARTO
RUDY Y
TRUDY:
En este viaje
de JOY,
se une a Jennifer Lawrence un consumado y variado reparto típico de
las películas de David O. Russell. El director trabaja por
tercera vez con la leyenda del cine Robert De Niro, en esta ocasión
en el papel cómico-serio de Rudy, el padre de Joy, un propietario de
clase trabajadora de un taller con un temperamento aterrador, pero en
el fondo con el corazón de un romántico sin remedio. "Me
encanta poder ver a Bob como un hombre enamorado", comenta
Russell. "Le vemos pasar de estar fuera de control a estar
enamorado".
TONY:
Si Trudy es una espina en el lado de Joy, su exmarido, Tony, es
literalmente el hombre que está tras sus pies: aún vive en su
sótano aunque estén irrevocablemente divorciados. Russell sintió
mucha intriga cuando se enteró de que Joy Mangano seguía siendo
buena amiga de su ex. "Es una historia que no se suele ver en la
pantalla, en la que una pareja se divorcia pero siguen siendo
amigos", afirma el guionista-director. "Joy y Tony son
mejores amigos que matrimonio, una realidad sobre la que no se ha
hablado mucho".
En
el papel de Tony, el apasionado intento de cantante latino, está la
estrella emergente Édgar Ramírez, nominado al Globo de Oro por su
papel principal en la revolucionaria miniserie venezolana Carlos.
Como era nuevo en un reparto de Russell, Ramírez recuerda que
Bradley Cooper le cogió aparte. "Me dijo: 'David te va a llevar
a lugares muy oscuros, no te resistas, deja que te lleve'",
recuerda.
MIMI:
Los
cimientos de Joy son su abuela Mimi; es su modelo a seguir cuando
trata de sacar adelante a su familia como matriarca. En el papel de
la principal inspiración de Joy está Diane Ladd, que ha aparecido
en más de 120 películas y series de cine y televisión desde que
empezó su carrera en una telenovela en 1970 y ha conseguido tres
nominaciones al Oscar®: por la oda a la independencia de la mujer de
Martin Scorsese Alicia
ya no vive aquí,
la película de David Lynch Corazón
salvaje
y por El
precio de la ambición,
de Martha Coolidge.
y a luchar por sí
misma. Lo que Mimi ve en Joy es el poder de la imaginación, ese
extraño don del universo".
TERRY:
La
madre de Joy, Terry, tiene una relación con la imaginación algo
diferente, después de haberse refugiado —de su soledad como
divorciada que ve pocas opciones en la vida real— en un mundo de
telenovela en el que mandan las mujeres. En este papel de comedia
oscura está Virginia Madsen, actriz nominada al Oscar® por la
película de Alexander Payne sobre el viaje por los viñedos Entre
copas.
Madsen describe a Terry como una "señora tímida que tiene
miedo del mundo. Nunca sale de la casa porque la realidad es un lugar
escalofriante para ella".
NEIL:
Fuera
de la familia de Joy, su mayor aliado —y después su mayor rival de
negocios— es el ejecutivo de QVC Neil Walker, interpretado por el
colaborador de toda la vida de David O. Russell, Bradley Cooper,
nominado al Oscar® por El
lado bueno de las cosas y
La
gran estafa americana,
así como por El
francotirador,
de Clint Eastwood.
Cooper y Russell hablaron de darle una pizca de magnate de Hollywood
antiguo al personaje para que Cooper pudiera trabajar con un estilo
fácil y un optimismo nuevo en su trabajo juntos.
PEGGY:
La
hermana de Joy, Peggy, es quizás su polo opuesto —y su rival por
el poder familiar— y, aun así, hay un inconfundible lazo entre
ellas dos. En el papel de Peggy está Elisabeth Rohm, que trabajó
con Russell en La
gran estafa americana.
Y desde entonces, siempre ha querido volver a trabajar con él. "Es
lo máximo a lo que aspira cualquier actor, el tener la oportunidad
de trabajar con alguien tan valiente que siempre llega al fondo de
los seres humanos, los problemas de la vida y las superaciones",
afirma la actriz. "En JOY,
lo vuelve a conseguir, con personajes tan honestos y reales".
LA
FOTOGRAFÍA DE JOY:
DISEÑANDO
LA PELÍCULA
Conocido
por su afición al diseño y a los escenarios imaginativos, David O.
Russell prepara unos efectos visuales con JOY
con sus tomas más estilizadas de la vida moderna hasta la fecha, que
captan no sólo el salón de la familia y el apelmazado garaje, sino
también un universo de telenovela intensificado, una fábrica de
sueños de televisión y la salvaje imaginación de una mujer a la
que le encanta pensar soluciones ingeniosas a los problemas diarios.
Desde el
principio, la idea era ver la vida contemporánea a través de la
lente del cine clásico, dejando que los dos colisionaran de maneras
fascinantes. Para lograrlo, Russell volvió a contar por segunda vez
con el director de fotografía Linus Sandgren, que también grabó La
gran estafa americana.
Los dos emplearon mucho tiempo observando y hablando antes de
comenzar con la producción.
"Tuvimos
muchas influencias: la fotografía de William Eggleston, el primer
gran fotógrafo en color de América, los cuadros de Edward Hopper y
Andrew Wyeth, así como las películas clásicas de George Stevens y
Frank Capra", afirma Russell. "Me interesaba ese tipo de
espacio, profundidad y sombreado. Hicimos gran parte de la película
con siluetas, que era algo nuevo para nosotros. Hay algo muy
sugerente sobre las siluetas y la sombra: pueden llevarte al interior
de una persona".
Para que
recordara a la sensibilidad del blanco y negro en una película
moderna, Russell y Sandgren hablaron de utilizar una paleta
monocromática que se extendiera luego con las ambiciones de Joy.
"Para mí hay algo mágico en esa apariencia monocromática",
comenta Russell. "Me gustan las películas que te transportan a
un mundo que parece tanto real como un poco encantado. Así que
quería que la paleta de esta película tuviera la elegancia y el
estilo adecuado, de manera que puedas sentirlo, pero también de un
modo que no te saque de las emociones de la historia de Joy".
"Grabábamos
en 360, así que teníamos que planificar las tomas con mucho cuidado
para que la luz funcionara al grabar en diferentes direcciones",
explica. "Hasta tuvimos que poner las luces con interruptores
con regulador de intensidad para poder cambiar la iluminación al
instante. Así que la planificación era esencial, aunque cuando los
actores y David están en el escenario juntos, tienes que cambiar los
mecanismos y ser muy flexible porque David siempre viene con nuevas
ideas y hace que tengas que sacar nuevas ideas también".
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